Medio Ambiente permite una cantera en una zona prevista como parque en Almer¨ªa
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,El benepl¨¢cito de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente a la apertura de una nueva cantera en el Karst de Yeso en Sorbas (Almer¨ªa), uno de los ecosistemas de yeso m¨¢s sobresalientes a nivel mundial junto al de Bolonia (Italia) y Podolia (Ucrania) , ha soliviantado a ecologistas y espele¨®logos. La decisi¨®n de la Administraci¨®n entra?a una abierta contradicci¨®n al dar luz verde a una explotaci¨®n minera, enclavada dentro del per¨ªmetro del proyectado parque natural de las Sierras de Cabrera y B¨¦dar.
Una superficie de 2.375 hect¨¢reas del Karst en Yeso de Sorbas est¨¢ protegida desde 1989 como paraje natural. Fuera de estos l¨ªmites, sin embargo, no muere el singular ecosistema k¨¢rstico, cuya formaci¨®n se inici¨® a finales del Mioceno (de 14 a cinco millones de a?os). La principal amenaza que aqueja al espacio obedece a la actividad extractora de yeso que, por otra parte, constituye uno de los soportes econ¨®micos de la comarca. El sempiterno debate entre la preservaci¨®n ambiental y el desarrollo aflora claramente en este paisaje, donde la singularidad externa es anulada por la belleza subterr¨¢nea escondida en el millar de cavidades que se han inventariado. El anteproyecto del plan de ordenaci¨®n de recursos naturales del parque natural de las Sierras de Cabrera y B¨¦dar, que la Consejer¨ªa de Medio Ambiente debi¨® paralizar ante la oposici¨®n social que levant¨® en la zona, alertaba sobre el impacto ambiental de las actuales zonas de explotaci¨®n a pesar de estar situadas fuera del paraje natural porque, de hecho, afectaban a la formaci¨®n karstificada. "Ello genera un fuerte impacto visual y la desaparici¨®n de extensas superficies de cobertera edafo-vegetal", advert¨ªa el borrador. El documento de Medio Ambiente, redactado en 1996, inclu¨ªa un varapalo para las empresas mineras: "En ninguna de las explotaciones se observa un cumplimiento efectivo de los Planes de Restauraci¨®n que est¨¢n obligados a realizar". Dos a?os despu¨¦s de aquel informe, una de estas firmas, Iberyeso, ha obtenido el dictamen favorable de la misma Consejer¨ªa para abrir una nueva cantera -Marisa-, situada junto a una de las que ya explota al noreste del paraje natural. La nueva actividad, seg¨²n la Confederaci¨®n Ecologista Pacifista de Andaluc¨ªa (CEPA), que expres¨® su rechazo en su ¨²ltima asamblea general celebrada en M¨¢laga, se desarrollar¨¢ "en una zona en la que no hay una investigaci¨®n espeleol¨®gica suficiente para determinar afecciones al medio, ya que con seguridad hay cavidades que ser¨¢n destruidas". Adem¨¢s de los problemas generados en los n¨²cleos urbanos -vibraciones por explosiones, polvo o ruido-, la CEPA alerta sobre la amenaza que entra?a para endemismos locales (romerillo de Sorbas, tamarilla y narciso blanco) y especies vegetales en peligro de extinci¨®n. Y hacen trizas el plan de revegetaci¨®n propuesto por Iberyeso: m¨¦todos "fr¨¢giles" e "inviables" dadas las precipitaciones y las caracter¨ªsticas del ecosistema k¨¢rstico. Medio Ambiente, sin embargo, justifica su visto bueno al dictaminar como favorable el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa en el extremo norte de la cantera Marisa al argumentar que no afectar¨¢ al sistema de karst ni a sus fuentes subterr¨¢neas de alimentaci¨®n ni a otros valores biol¨®gicos. Desde la Delegaci¨®n provincial se hace, adem¨¢s, hincapi¨¦ en el rechazo a las restantes peticiones de la firma. Iberyeso present¨® un estudio de impacto ambiental para tres nuevas canteras, una de ellas enclavada en el coraz¨®n del paraje natural, que ha sido desestimada por la Junta de Andaluc¨ªa. Sobre la explotaci¨®n situada al sur del paraje, la decisi¨®n administrativa queda en suspenso hasta constatar si es un h¨¢bitat natural de la tortuga mora. De la cantera ubicada al norte, Medio Ambiente ha excluido un cerro para que ejerza de "pantalla visual" para ocultar la visi¨®n de la explotaci¨®n. La decisi¨®n de la Administraci¨®n, en opini¨®n de espele¨®logos, resulta contradictoria al autorizar la explotaci¨®n en una zona que proyectan proteger como parque natural: "Es verdad que no afecta a las fuentes de alimentaci¨®n, pero hay un mont¨®n de cuevas de inter¨¦s espele¨®logico". Una de las asociaciones de espeleolog¨ªa que trabajan en el Karst critica la falta de control sobre el seguimiento de los procesos de restauraci¨®n y los criterios de las empresas que optan por la explotaci¨®n al aire libre y renuncian a profundizar en vertical. Para los espele¨®logos, "hay una infrautilizaci¨®n tur¨ªstica del Karst, que podr¨ªa cambiarse por la riqueza que genera la miner¨ªa".
Museo subterr¨¢neo
Sorbas, una peque?a localidad de Almer¨ªa, tiene dos peculiaridades: m¨¢s casas colgadas que Cuenca y uno de los ecosistemas sobre yesos m¨¢s notables del mundo que ocupa unos 18 kil¨®metros cuadrados (12 de ellos protegidos como paraje natural). Ambas rarezas son poco conocidas fuera del l¨ªmite provincial o de los circuitos espeleol¨®gicos. Entre el millar de cavidades del Karst en Yeso de Sorbas, hay siete que superan el kil¨®metro de recorrido como la Cueva del Agua. Hay galer¨ªas laber¨ªnticas, el¨ªpticas, en guirnalda, ca?ones, salas, conos inversos en disoluci¨®n, tal variedad de formas que convierten el conjunto en uno de los mejores museos subterr¨¢neos para el estudio de los procesos que acaecen el dominio morfogen¨¦tico k¨¢rstico. Para los profanos basta la admiraci¨®n.
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