M¨¢s soldados que visitantes
M¨ªnima respuesta ciudadana a la jornada de puertas abiertas del Ej¨¦rcito en El Goloso.
El patio de armas del cuartel de El Goloso parec¨ªa un desierto, a pesar de los cerca de cien tanques que lo decoraban. Faltaba un ingrediente b¨¢sico para que la jornada de puertas abiertas celebrada ayer por el Ej¨¦rcito viviese los d¨ªas de gloria que registr¨® en otras ediciones, faltaba el p¨²blico. S¨®lo una veintena de soldados y tres o cuatro familias pasaban revista ayer por la tarde a los camiones y veh¨ªculos ligeros que estaban expuestos en ¨¦l.El acto comenz¨® en la Brigada de Infanter¨ªa Acorazada Guadarrama sobre las diez de la ma?ana. Todos los visitantes que se acercaron pudieron subirse en los tanques, ver el interior de una ambulancia militar o utilizar, como si de fuego real se tratase, el nuevo armamento que ha recibido la base. Entre otros, un lanzamisiles para veh¨ªculos ligeros llamado Tows. Sin embargo, no se viv¨ªa ning¨²n agobio para subirse a los carros de combate. "No sabemos qu¨¦ es lo que ha pasado, pero en otras ocasiones el patio ha estado lleno de gente interesada en ver todo el armamento. Esta vez creo que no se le ha dado ninguna publicidad. Quiz¨¢ sea ¨¦se el fallo", coment¨® el jefe del Estado Mayor de la Brigada de El Goloso, el teniente coronel Callejo.
Por la ma?ana, los soldados prepararon una comida de campa?a para los visitantes. Eso s¨ª, variaron un poco el men¨² para hacerlo m¨¢s atractivo a los j¨®venes que acudieron a la base. Refrescos de cola y patatas fritas no faltaron. Los peques m¨¢s atrevidos montaron incluso en un transporte oruga acorazado, los conocidos como toas en el cuartel. A la salida recib¨ªan alguna pegatina o un lapicero, junto con informaci¨®n del Ej¨¦rcito. "Lo que m¨¢s te preguntan es para qu¨¦ sirve tal o cu¨¢l mando. La ma?ana ha estado movida, pero la tarde se nos ha hecho m¨¢s larga", comentaban los soldados que explicaban el funcionamiento de los veh¨ªculos. Una tienda de campa?a mostraba las comidas y los trajes de paseo y de maniobras que lucen los militares. Destacaban las grandes latas de melocot¨®n en alm¨ªbar o de magro de cerdo con guarnici¨®n que comen durante las maniobras.
Para a?adir m¨¢s infortunio a la falta de visitantes, la lluvia hizo su aparici¨®n. Sin embargo, eso no desanim¨® a las pocas personas que se enteraron de la jornada. V¨ªctor, un ni?o de ocho a?os, se qued¨® impresionado al ver todo el material de artiller¨ªa. Eso s¨ª, reconoci¨® que la profesi¨®n de oficial no le animaba mucho. Prefer¨ªa ser m¨¦dico del Samur. Lo encuentra m¨¢s emocionante.
Por su parte, los enamorados de la maquinaria militar se quejaban de la poca difusi¨®n del acto. "Me he enterado por la televisi¨®n, al mediod¨ªa, he venido r¨¢pidamente con mi familia. Creo que as¨ª es dif¨ªcil el acercamiento entre la sociedad civil y la militar. Es deprimente que se haya hecho tan poca publicidad", argumentaba Rafael S¨¢nchez de Puerta, un vecino de Cercedilla.
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