Pasado y futuro

Los motivos que llevaron a la detenci¨®n en Buenos Aires del ex dictador Jorge Rafael Videla re¨²nen en una estremecedora simultaneidad muchos de los elementos de la tragedia vivida en Argentina a consecuencia del terrorismo de Estado de los a?os setenta, y algunas de las heridas a¨²n abiertas por ese proceso y por la impunidad de sus responsables y ejecutores.

Las imputaciones formuladas por el juez Roberto Marquevich contra el m¨¢ximo responsable militar del golpe de Estado de l976 -sustracci¨®n de cinco menores, supresi¨®n de sus estados civiles y falsificaci¨®n de sus documentos de identidad, en calidad de autor mediato- aluden a ni?os o ni?as que fueron arrebatados en el momento de nacer a sus madres, que estaban en cautiverio, y entregados en muchos casos a miembros de las fuerzas militares que eran los victimarios de sus progenitores.

El mero enunciado de estos hechos, que salen a la luz merced -principalmente- al abnegado rastreo de las Abuenas de Plaza de Mayo, sirve para revelar hasta qu¨¦ punto la perversidad de la represi¨®n institucional de las Juntas Militares super¨® todos los l¨ªmites. El medio millar de ni?os -hoy en su mayor¨ªa j¨®venes de alrededor de 20 a?os- que no saben a¨²n cu¨¢l es su verdadera filiaci¨®n constituye con su sola existencia, y con su drama vital, el testimonio m¨¢s claro de que hay una zona que los decretos de olvido -aunque ¨¦stos sean funcionales al poder pol¨ªtico de turno y a una parte de la sociedad- no pueden invadir, ya que constituyen un sustento moral sin el cual personas o pa¨ªses vagan en un presente sin futuro.

Delitos excluidos

Delitos como el robo de reci¨¦n nacidos est¨¢n excluidos de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida de 1986 -en este caso, el acusado, por su funci¨®n en el v¨¦rtice militar de la dictadura, era a quien hab¨ªa que obedecer - y no prescriben. Videla dijo actuar en defensa del Occidente cristiano y asegur¨® en una conferencia de Ej¨¦rcitos americanos que en su pa¨ªs morir¨ªan ?todos los que hagan falta?. El primer gobierno de la democracia lo juzg¨® y conden¨® en l985 a cadena perpetua por hechos probados. En 1990 fue indultado. Ocho a?os m¨¢s tarde, se le imputan delitos cometidos en una maternidad clandestina del Hospital de Campo de Mayo, en Buenos Aires, cuartel en el cual funcion¨® en los a?os negros el campo de concentraci¨®n El Campito, a cargo del Ej¨¦rcito, equivalente de la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada.Ahora, en el caso de los ni?os robados, la llama de la verdad -siempre dolorosa para los protagonistas directos- tal vez sirva para iluminar al resto de la sociedad. Laura Bonaparte, de la l¨ªnea fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, lo defini¨® as¨ª: ?Nos estamos jugando el futuro?.