"Es necesario un pacto de Estado para ense?ar la religi¨®n"
Fuma moderadamente. Sus expresiones son, tambi¨¦n, moderadas, correctas. Ni la cuesti¨®n m¨¢s agria parece importunarle.Pregunta. Monse?or, las comparaciones son odiosas... Pero ya le han colocado a usted un sambenito: que es m¨¢s blando, menos pol¨ªtico y m¨¢s manejable que su antecesor, monse?or S¨¢nchez. Se dijo, incluso, que le dirige a usted en la sombra...
Respuesta. No puedo negar que soy amigo, y muy amigo, de don Jos¨¦ y que valoro sus criterios y gesti¨®n en la Conferencia Episcopal, que me parece que ha sido espl¨¦ndida... En cuanto a que yo sea m¨¢s blando, pues... es posible. Cada uno tenemos nuestro propio car¨¢cter, nuestro propio talante. Pero niego, categ¨®ricamente, que monse?or S¨¢nchez me maneje en la sombra, porque ¨¦l ha sido siempre sumamente respetuoso conmigo en todos los puestos de responsabilidad en los que ¨¦l ha sido mi superior o mi jefe. No es cierto que me est¨¦ manejando... ?l me ha dado buenos consejos, que se los he agradecido, incluso se los he pedido. Pero nada m¨¢s... Por lo dem¨¢s, yo soy persona de di¨¢logo, de consenso, soy persona moderada, me molestan los extremos que crispan...
P. Monse?or S¨¢nchez defendi¨® a capa y espada los intereses de la Iglesia respecto a la Cope en situaciones recientes y dif¨ªciles de defender... ?Usted comparte sus criterios, piensa tambi¨¦n que la Iglesia tiene que estar ah¨ª?
R. Yo estoy convencido de que la Iglesia tiene que estar en los medios de comunicaci¨®n... Si no estuvi¨¦ramos en los medios de comunicaci¨®n, carecer¨ªamos de un veh¨ªculo importante para cumplir nuestra misi¨®n. Creo que realmente estamos menos de lo que debi¨¦ramos por motivos fundamentalmente econ¨®micos. El ¨²nico medio del que disponemos con cierta envergadura es la Cope; y est¨¢ claro que los obispos espa?oles y los cat¨®licos espa?oles necesitamos la Cope como medio para cumplir con nuestra misi¨®n apost¨®lica. ?Ojal¨¢? pudi¨¦ramos estar en medios m¨¢s poderosos, como la televisi¨®n! En cualquier caso, est¨¢? claro que una radio generalista como es la Cope depende de la audiencia, que es la que genera ingresos publicitarios a traves de programas de corte informativo hechos por profesionales que compiten, en pie de igualdad, con otras emisoras. Es posible que en ocasiones puntuales haya podido haber excesos, como se pueden producir en esas otras emisoras que compiten con nosotros. Bien podr¨ªamos decir que el que est¨¦ libre de pecado que tire la primera piedra. Nosotros apostamos por la Cope, necesitamos de la Cope.
P. ?Cree que un obispo tiene que comportarse como pol¨ªtico?
R. Le pido a Dios que en los cinco a?os que ser¨¦ secretario de la Conferencia Episcopal no me comporte como un pol¨ªtico. S¨®lo pretendo servir a la Iglesia como pastor. No tengo conciencia de ser un pol¨ªtico, aunque, inevitablemente, deba relacionarme con ellos en temas de derechos humanos y de la Iglesia.
P. Pues no s¨¦ qu¨¦ van a hacer con el Gobierno del PP si no recurren de alguna manera a la pol¨ªtica. En algunas cosas les ha salido un hueso duro de roer, ?no?
R. Pero es que yo creo que el exigir determinados derechos, de la Iglesia o de los cat¨®licos... eso... eso no es meterse en pol¨ªtica, eso es simplemente ejercer un derecho. Y en cuanto a este Gobierno, pues... mantenemos unas relaciones correctas, y tambi¨¦n hemos conseguido algunas cosas, como la Ley de las Catedrales y los pasos que se han dado en el tema de la asignaci¨®n tributaria... No todo es malo. Pero la gran cuesti¨®n pendiente es la ense?anza de la religi¨®n. Y mientras este tema no se solucione a nuestra satisfacci¨®n no se podr¨¢ decir que las relaciones entre la Iglesia y el Estado circulen por cauces de normalidad. No se podr¨¢ decir eso, este tema de la ense?anza de la religi¨®n es un factor de anormalidad. Aunque hay que decir que el PSOE lo tuvo m¨¢s f¨¢cil porque le hubiera supuesto un coste pol¨ªtico menor que el que tiene que afrontar ahora el Gobierno del PP.
P. No se queje. Que en el tema de aborto s¨ª que ha echado el resto el PP y su Gobierno para evitar el cuarto supuesto, ?no?
R. S¨ª, claro. La Iglesia valora este gesto como positivo para no aumentar las deficiencias morales de la ley vigente. Porque el cuarto supuesto permitir¨ªa liberalizar absolutamente el aborto. Y no hay que olvidar que la Iglesia espa?ola est¨¢ en contra de la ley del aborto vigente, que, aunque sea una ley, para nosotros es absolutamente amoral. El ideal ser¨ªa volver a la situaci¨®n anterior.
P. Una situaci¨®n en la que no hubiera en este pa¨ªs una ley del aborto, ?no es eso?
R. Desde luego... En cualquier caso, nos parece positivo todo lo que suponga frenar la ampliaci¨®n de esa ley.
P. La ense?anza de la religi¨®n, el aborto... La Iglesia sigue aferrada a sus obsesiones recurrentes. Pero no parecen ustedes tan preocupados por los problemas que angustian al mundo. ?Siempre barriendo para casa!
R. Bueno, bueno... Cuando nosotros nos oponemos al aborto no estamos barriendo para casa. Estamos apostando por la vida, porque estamos convencidos de que la aceptaci¨®n social del aborto no es un signo de progreso, sino todo lo contrario. Y en cuanto a su reticencia respecto al compromiso de la Iglesia con el dolor y el sufrimiento de la gente, tengo que decirle que si tuvi¨¦ramos datos del destino que da la Iglesia a los fondos que obtiene de los fieles y del Estado ver¨ªa que probablemente no habr¨¢ otra instituci¨®n en Espa?a que haga tanto por los desprotegidos.
P. Me pregunto si el tema de la ense?anza de la religi¨®n, que no se desbloquea, ser¨¢ en alg¨²n momento un casus belli entre la Iglesia y el Gobierno...
R. Pues... Lo cierto es que llevamos ya cuatro a?os detr¨¢s de esto. Y nada. Dos con el PSOE y dos con el PP. Y la verdad es que cunde el desaliento al ver que no hay proporci¨®n entre los esfuerzos que uno hace y los nulos resultados que se obtienen. Pero nosotros creemos que con nuestra reivindicaci¨®n prestamos un servicio a nuestro pa¨ªs, necesitado de valores permanentes. Alg¨²n d¨ªa la historia nos lo reconocer¨¢. Creo que aqu¨ª lo que debiera preducirse, lo que pedimos, es un gran pacto de Estado en el que los grandes partidos se implicaran para desbloquear el problema.
P. ?Lo deseable ser¨ªa que en un pa¨ªs no confesional la religi¨®n se sit¨²e al mismo nivel que otras materias acad¨¦micas?
R. No confesional no quiere decir laico. Y no olvidemos que el 81% de los padres sigue pidiendo ense?anza religiosa para sus hijos. Eso deber¨ªa hacer reflexionar a los poderes p¨²blicos, al Gobierno actual y a quienes gobernaron con anterioridad... Y si nosotros pedimos y pensamos en un gran pacto de Estado para normalizar la ense?anza de la religi¨®n en nuestro pa¨ªs es porque pensamos que, aunque el PP lo arreglara, ahora nadie podr¨ªa evitar que el problema volviera a plantearse con un Gobierno de signo diferente, que probablemente actuar¨ªa de acuerdo con su ideolog¨ªa o su estrategia.
P. Si las cosas no se arreglan, siempre les quedar¨¢? a ustedes el recurso a los comunicados de condena, que tanto proliferaban durante los mandatos socialistas.
R. Le puedo asegurar que nosotros no estamos actuando con parcialidad, se lo puedo asegurar... En absoluto. Y si en alg¨²n momento tuvi¨¦ramos que censurar alguna decisi¨®n del Gobierno, estoy seguro de que no vacilar¨ªamos en hacerlo.
P. No s¨¦ si ustedes tienen tambi¨¦n as¨ª de claro lo que van a hacer con el descenso alarmante de espa?oles que han dejado de poner la crucecita en la casilla destinada a la Iglesia en la declaraci¨®n de la renta... Los datos son elocuentes, ?no?
R. S¨ª, s¨ª lo son. Porque la tendencia estad¨ªstica de los espa?oles a comprometerse en la financiaci¨®n de la Iglesia a trav¨¦s de la declaraci¨®n de la renta no solamente no crece, sino que decrece. En los tres ¨²ltimos a?os, esa tendencia ha bajado en 10 puntos. La primera reflexi¨®n que se hace es la que nos llevar¨ªa a pensar que hay una desafecci¨®n de los ciudadanos respecto a la Iglesia cat¨®lica proporcional a esas cifras. Pero mi opini¨®n es que no se ha producido una desafecci¨®n de esas dimensiones en s¨®lo tres a?os. Las estad¨ªsticas del CIS y las nuestras confirman que el n¨²mero de espa?oles que siguen declar¨¢ndose cat¨®licos en los ¨²ltimos 15 a?os es bastante persistente. Lo que demuestra que no hay correspondencia entre esa cifra y la otra tan alarmante para nosotros. Cabe pensar que lo que pasa es que los organismos y entidades que hacen esas declaraciones no le preguntan al interesado sobre su opci¨®n entre la Iglesia cat¨®lica u otras posibilidades. No excluyo que haya razones de desafecci¨®n hacia la Iglesia, pero, desde luego, no en ese porcentaje tan tremendo y preocupante.
P. No s¨¦ si ustedes lo perciben, pero est¨¢? muy extendida la idea de que la mayor¨ªa de los obispos viven de espaldas al mundo que les rodea, a los problemas concretos.
R. Yo pienso que la jerarqu¨ªa de la Iglesia, hoy m¨¢s que nunca, est¨¢ cerca de la gente, de su situaci¨®n, de sus preocupaciones. La jerarqu¨ªa de la Iglesia de hoy nada tiene que ver con la de otras ¨¦pocas en las que el obispo viv¨ªa en su palacio muy alejado de los fieles y de los problemas de la mayor¨ªa de sociedad. Esto ha cambiado mucho. A lo mejor es que no sabemos comunicar bien lo que hacemos. Pero no comparto su acusaci¨®n en modo alguno.
P. En algunos sectores se piensa que la raz¨®n de los silencios de la Iglesia hay que buscarla en las ventajas que obtienen con la ense?anza privada mientras la ense?anza p¨²blica se desmorona.
R. En absoluto nos condiciona ni nos frena el Gobierno del PP, ni el tema de la ense?anza nos pone un bozal con respecto a nuestra libertad para opinar, para criticar cuando nos parezca necesario. La Iglesia no se va a callar con el PP, como tampoco se call¨® con el PSOE, se lo aseguro... Y, desde luego, no estamos defendiendo un negocio de la ense?anza. Ni tengo la percepci¨®n de que nuestros colegios sean un negocio, ni mucho menos. Y en cuanto a que el Gobierno est¨¢ beneficiando a la ense?anza privada en perjuicio de la p¨²blica, pues... es la misma acusaci¨®n que se le hac¨ªa al PSOE.
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