Pedro Fern¨¢ndez debuta en la novela con una intriga medieval
Pe¨®n de rey (Alfaguara), la primera novela de Pedro Jes¨²s Fern¨¢ndez, transcurre en el siglo XIII, en la Espa?a de Alfonso X El Sabio. Ese recurso hist¨®rico fue suficiente para que ayer, durante la presentaci¨®n, surgiera la pregunta inevitable. ?Quiere el autor, de 42 a?os y nacido en Albacete, seguir la senda de Arturo P¨¦rez Reverte? El escritor lo niega de plano: "Simplemente, esto es lo que me apetec¨ªa escribir. Me encanta ese tiempo de la historia de Espa?a, conocer el significado de los objetos cotidianos, ense?arlos con rigor. Ojal¨¢ vendiera tanto como P¨¦rez Reverte, pero no creo que lo pr¨®ximo que escriba tenga que ver con esto".La otra referencia posible, la de El nombre de la rosa, de Umberto Eco, tambi¨¦n sali¨® a la palestra durante el desayuno de prensa. Y Fern¨¢ndez la tore¨® con parecida sinceridad: "?Ya me gustar¨ªa parecerme un poco a Eco! Puede que haya cierto parecido, al ser ¨¦sta tambi¨¦n una novela de intriga medieval, pero ¨¦l est¨¢ muy preocupado por la religi¨®n y por la semi¨®tica, y utiliza lecturas y sublecturas. Yo me limito a hacer algunos gui?os...".
Pasi¨®n por la Historia
Sin darse importancia en absoluto, Fern¨¢ndez explic¨® un par de veces que durante la escritura de la novela hab¨ªa sucumbido al poder de la literatura y a la fuerza de los personajes, pero se nota que este trabajador del sector tur¨ªstico y el derecho, que fue profesor de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, siente una genuina pasi¨®n por la Historia. La novela anda llena de peque?os detalles, de descripciones de ciudades y lugares m¨ªticos de la ¨¦poca (Toledo, San Juan de la Pe?a, el Camino de Santiago...), pero tambi¨¦n de gentes, paisajes y objetos que recrean (reproduce incluso el men¨² de una boda) la rutina de entonces, la vida ¨ªntima, tan influyente en tantas cosas de ahora, incluso en las expresiones. "Estar en la gloria viene sin duda de un sistema de calefacci¨®n llamado as¨ª, unos canales subterr¨¢neos de ladrillo en los que se quemaban pajas. Y el rollo procede de los castigos que se aplicaban a algunos ladrones: se les exhib¨ªa en una columna en la plaza durante d¨ªas, lo que desde luego era una lata para el que vigilaba".Las eternas diferencias de Espa?a respecto a Europa se traslucen tambi¨¦n en la intriga casi detectivesca protagonizada por Raoul de Hinault, homo viator (viajante) y monje franc¨¦s que pasea fascinado por un pa¨ªs que cobija tres culturas, cuatro lenguas y eso que una de las primeras lectoras del libro, Rosa Reg¨¢s, llam¨® ayer "los vericuetos del poder": las conspiraciones y el terrorismo cortesano.
Reg¨¢s destac¨® la "perfecta estructura" dise?ada por Fern¨¢ndez, "tan buena que no se ve", mientras el autor explicaba el t¨ªtulo como un juego de palabras: "Se refiere a la manipulaci¨®n que sufre Hinault durante su estancia en Espa?a, y a la c¨¦lebre partida de ajedrez en la que Alfonso VI se jug¨® y perdi¨® Sevilla".
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