Credenciales latinoamericanas
...Latinoam¨¦rica present¨® sus viejas credenciales en el Mundial logrando meter a cinco de sus seis representantes en octavos. La tecnolog¨ªa punta de ese f¨²tbol es la calle y la miseria. En un partido improvisado, de pronto alguien inventa algo. En medio de ese combate de pies descalzos uno que puede no ser muy alto (Salas), ni muy fuerte (Arellano), ni muy r¨¢pido (Gallardo), soluciona un problema de forma original. Con un amague y un toque tres rivales son burlados. Los mu?ecos son tres cualquiera, el que los enga?¨® y huye con la pelota es distinto; no usa el cat¨¢logo de soluciones conocidas, crea. Cuando uno de esos ni?os prospera puede llamarse Garrincha, Maradona, Romario, Ortega, Rivaldo o Chilavert y en su determinaci¨®n por ser alguien, por ser grande, parecen juntar el odio acumulado en todo su barrio. Son artistas, tipos que van m¨¢s all¨¢ y que se expresan jugando al f¨²tbol porque donde nacieron no hab¨ªa otra cosa que los elevara de la mediocridad y los incitara a so?ar. Entonces el instinto se afila en combates futbol¨ªsticos de bald¨ªo, en amenaza, a veces cumplida, de hambre....El rel¨¢mpago de lucidez que tensa y destensa m¨²sculos para frenar, amagar, acelerar, hacer in¨²til el empe?o de los rivales y obediente a la pelota, sencillamente ocurre. Son artistas de creaci¨®n din¨¢mica que no sabr¨ªan explicar lo que son capaces de hacer.
...Una jugada est¨¢ abierta a imprevistos (el movimiento de los compa?eros, su propio movimiento, el movimiento de la pelota, el movimiento de los rivales que tienen derecho al despojo de su pelota) lo que obliga a variar con urgencia decisiones inexplicables. La ciencia aclara que tenemos la capacidad de cambiar de opini¨®n catorce veces en tres d¨¦cimas de segundo y que, en todo caso, me emociona y sorprende menos que una acci¨®n en la que uno de estos poetas barriobajeros inventa, decide y ejecuta con los pies como si las tres cosas fueran una sola.
...En los entrenamientos cada talento debe encontrar su horma y es s¨ªntoma de inteligencia no buscar soluciones que superen las posibilidades. La ense?anza acad¨¦mica puede acortar el proceso, pero tambi¨¦n da?arlo. Nada como jugar, nada como la calle y el barrio: primeros productores futbol¨ªsticos de asombro, emoci¨®n y fantas¨ªa en el querido f¨²tbol suramericano.
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