Reconquista nocturna
La m¨²sica empuj¨® suavemente su coraz¨®n hacia las redes del amor. Galiana no repar¨® en que su condici¨®n de miembro del har¨¦n del rey Almutas¨ªn no era la mejor para fijar sus sentidos en otro hombre. Tampoco le import¨® que quien la incitaba a suspirar fuese un preso cristiano. Ella, simplemente, se enamor¨® del cristiano encarcelado en el mismo momento en que lo escuch¨® cantar. Y decidi¨® ayudarle a salir de su cautiverio. Pero fue una huida frustrada. Los guardias de Almutas¨ªn descubrieron al reo cuando se deslizaba por una cuerda que le hab¨ªa facilitado su enamorada. El joven muri¨® y Galiana, tras deshacerse en l¨¢grimas durante tres d¨ªas y tres noches, pereci¨® ahogada por la pena. El tr¨¢gico romance tuvo como escenario la Alcazaba de Almer¨ªa, una fortaleza defensiva del siglo X que la delegaci¨®n provincial de Cultura abre durante las noches de verano para ofrecer, a trav¨¦s de visitas guiadas, una perspectiva distinta del monumento m¨¢s significativo de la capital. Los visitantes escuchan la historia con atenci¨®n, aunque la aceptan con la prevenci¨®n que recomiendan las leyendas. David del Pino, un joven objetor de conciencia que introduce en la Alcazaba al primer grupo de visitantes de este verano, contribuye a alimentar el escepticismo: "El a?o pasado, realizando este mismo recorrido, una mujer de Ronda que participaba en la visita me coment¨® que esa misma leyenda, con protagonistas distintos, se cuenta en su pueblo". El tiempo y grandes dosis de desinter¨¦s se encargaron de que la Alcazaba de Almer¨ªa quedara relegada a un sombr¨ªo plano. Se aparcaron en el olvido los tiempos en los que la ciudad era uno de los principales puertos de comercio y la fortaleza ¨¢rabe en el centro neur¨¢lgico del esplendor almeriense. La Alcazaba se conform¨® con mantener una presencia discreta en el paisaje urbano. La delegaci¨®n provincial de Cultura ha querido ahora recuperar el protagonismo de una historia petrificada a la que los almerienses no siempre han concedido toda la importancia que demandaba. La experiencia de los paseos nocturnos se inici¨® el pasado verano. Pero la afluencia de visitantes desbord¨® todas las previsiones: "Hubo d¨ªas en los que nos encontramos con grupos de hasta 400 personas. Por eso este a?o hemos decidido distribuir a los visitantes en cuatro grupos por d¨ªa y, aunque la visita es gratuita, hay que entrar con unas invitaciones que se pueden recoger en la biblioteca o en la misma puerta de la Alcazaba", explica la delegada provincial de Cultura, Martirio Tesoro. Curiosos, acarameladas parejas de j¨®venes, familias completas y turistas conforman el ej¨¦rcito de visitantes que se han dispuesto a reconquistar la Alcazaba. Algunos llevaban d¨¦cadas sin adentrarse en la fortaleza que, a¨²n hoy, custodia la ciudad. Seg¨²n las previsiones, este verano se espera que m¨¢s de 9.000 personas conozcan algo m¨¢s de una historia contada a la luz de la luna. Almer¨ªa se rinde a los pies de la fortaleza. La tentaci¨®n de dejarse llevar por la contemplaci¨®n de las vistas privilegiadas que ofrece la Alcazaba al caer la tarde no es f¨¢cil de vencer. Por eso, en ocasiones, los gu¨ªas han de extremar sus dotes comunicativas para atraer la atenci¨®n, que se desv¨ªa, sin apenas propon¨¦rselo el visitante, hacia el horizonte infinito del mar. La visita se alarga durante casi dos horas. El monumento, por su propio car¨¢cter defensivo, ofrece una presencia alejada de la fastuosidad de otras construcciones ¨¢rabes. Pero, mientras el mar recuerda la lejana amenaza de invasiones piratas, algunos creen escuchar a¨²n los sollozos de Galiana, la enamorada del reo cristiano.
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