Abraham Olano est¨¢ bien
El ciclista vasco, mejor que Ullrich y sus rivales en el pr¨®logo, ganado por Boardman

La cita se hab¨ªa fijado hace un a?o. En la ¨²ltima contrarreloj del Tour 97 (63 kil¨®metros en Disneylandia) Olano comenz¨® su Tour 98 derrotando al intocable Jan Ullrich. Ayer volvieron a verse las caras. Ayer, un pr¨®logo de 5,6 kil¨®metros, Olano volvi¨® a ense?arle la rueda trasera al ciclista alem¨¢n. Fue un segundo justo, cent¨¦simas incluidas. Justo y suficiente, aunque s¨®lo sea por su valor simb¨®lico. La victoria en el pr¨®logo fue para un especialista que llevaba un par de semanas jugando al escondite: Chris Boardman, el ingl¨¦s que dec¨ªa que no se contara con ¨¦l.Si bien se pudo decir el a?o pasado que Olano hab¨ªa empezado a perder el Tour en el pr¨®logo, muy exagerado ser¨ªa decir este a?o lo contrario. Pero no tanto. Un pr¨®logo es como una radiograf¨ªa r¨¢pida del estado general de un ciclista, un apunte que muestra lo que puede dar de s¨ª.
El pr¨®logo 97 dej¨® segundo a Ullrich, a dos segundos del siempre Boardman, y a Olano, octavo, a ocho segundos m¨¢s. Malos presagios. Peores para Riis (tambi¨¦n se cumplieron), que perdi¨® 15 segundos. Comparemos con lo que pas¨® ayer: Olano aventaj¨® en un segundo a Ullrich y al temible Jalabert empujado por su maillot tricolor (el mismo que le sac¨® m¨¢s de 10 segundos en el pr¨®logo de la Vuelta a Asturias, cuando Olano se quedaba asfixiado en los repechos), en tres segundos al Z¨¹lle que siempre brilla en estos ejercicios (gan¨® el pr¨®logo 96), y en 10 segundos al Riis (23?) que llegaba para comerse el mundo y hasta se diferenci¨® de Ullrich y Olano, que usaron el mismo modelo de bicicleta Pinarello, utilizando uno m¨¢s tradicional.
As¨ª est¨¢n las fuerzas. Ninguno puede agarrarse a disculpas externas como si el suelo estaba mojado conmigo y seco con el otro, o que si el viento se levant¨® y todo eso. No hubo pinchazos ni ca¨ªdas.
Todos los favoritos salieron en un abanico de un cuarto de hora. Tampoco el circuito fue tan peligroso como lo pintaban. Nadie puede alegar que corri¨® precavido. Tampoco los escaladores. Olano va bien. Por lo menos mejor que en la carrera del 97. Ullrich, igual. La media que alcanzaron ambos (superior a los 53 kil¨®metros por hora) no permite hablar de otra cosa.
Richard Virenque sorprendi¨® (14?, a 8 segundos de Olano), lo mismo que su compa?ero Dufaux, el que cierra el tridente del Festina (8?, a 5 segundos del vasco). Puede que se tomaran la contrarreloj como un asunto de orgullo dado lo que est¨¢ empapando el Tour el asunto de su masajista (el Festina es el primer l¨ªder en la clasificaci¨®n por equipos gracias tambi¨¦n a la actuaci¨®n de un Moreau bloqueado), pero puede m¨¢s que sea porque los hombres de Roussel han llegado perfectos al Tour.
?Ah, el valor moral del pr¨®logo! Detalle que no le afecta a Escart¨ªn (mejor que el a?o pasado, pero a¨²n a 24 segundos de Olano), ni a Jim¨¦nez, en su l¨ªnea de rompecabras (y eso que lleva una medalla con una cabra de oro, por ver si se le pega algo: 29 segundos), ni tampoco a Marco Pantani. El Pirata, olvidados sus vuelos del Giro, se puso su traje Tour y empez¨® r¨¢pido con su t¨¢ctica de no importarle nada perder todo el tiempo del mundo en el llano: 48 segundos ayer con relaci¨®n a Boardman le dejaron el noveno por la cola en la primera general.
Esto promete para la contrarreloj de 58 kil¨®metros. Pero s¨ª a Santi Blanco (s¨®lo 18 segundos perdidos con Olano): el chaval mejora (38 segundos en el 97).
?ngel Casero estren¨® tambi¨¦n con buen pie su maillot de campe¨®n de Espa?a. No rompi¨® la cabra como el a?o pasado y fue el segundo mejor espa?ol (12?, a 11 segundos de Boardman). Promete. Todos prometen.
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