Los marineros retenidos en Gambia esperan su liberaci¨®n tras pagar la multa

ENVIADO ESPECIAL

La abogada de los dos marineros onubenses retenidos en Gambia desde junio, Antonio Lozano y Domingo L¨®pez, pedir¨¢ hoy a las autoridades de este pa¨ªs que se les devuelvan sus pasaportes para que puedan regresar a Espa?a, dado que ayer se hizo efectiva la multa impuesta por el juez Willie A. Inyang, que asciende a 30 millones de pesetas. No obstante, ambos marineros consideraban ayer "muy dif¨ªcil" que hoy mismo puedan recibir su documentaci¨®n, dado que s¨®lo cuentan con un plazo de dos horas -el horario de trabajo de la Administraci¨®n gambiana es de 10.00 a 12.00 horas los viernes- para realizar el tr¨¢mite.

Las esposas de los dos afectados, Nany Flores y Cinta Requena, aseguraron ayer que sus maridos hab¨ªan quedado en libertad. Una noticia que el embajador espa?ol en Gambia, Jos¨¦ Mar¨ªa Otero de Le¨®n, matiz¨® al asegurar que, "en principio, est¨¢n libres, pero a¨²n quedan pendientes varios tr¨¢mites legales".

A pesar de que ayer todo parec¨ªa resuelto cuando, tras haber pagado la multa, el armador, ?ngel Fern¨¢ndez, ten¨ªa ya en su mano el recibo correspondiente, el Ministerio de Justicia inform¨® de que al Ejecutivo gambiano no le gustaba la sentencia del magistrado y se reservaba el derecho a apelar, para lo que dispone de un nuevo plazo de 18 d¨ªas. En principio, los dos marineros deben esperar a que se resuelva el recurso, pero hoy la abogada intentar¨¢ convencer a las autoridades de que se les deje salir del pa¨ªs.

Ya en junio, el armador se hab¨ªa desplazado a Banjul con m¨¢s de 15 millones de pesetas en el bolsillo, que entonces le aseguraron que servir¨ªan para que sus hombres pudieran volver a casa. Ayer pag¨® 30 millones y los dos segu¨ªan esperando a que se les devolvieran sus pasaportes, con el agravante de que podr¨ªan ir a parar a la c¨¢rcel.

Culpabilidad

Los dos pescadores aceptaron en el juicio, que se celebr¨® ayer en Banjul, su culpabilidad por navegar por aguas gambianas con los tangones [unas estructuras met¨¢licas que sobresalen por los laterales del barco y de las que cuelgan las redes] desplegados, pero nada m¨¢s. Ellos sostienen contra viento y marea que no pescaban. Pero, a lo largo de numerosas negociaciones privadas con el juez, se hab¨ªa llegado al acuerdo de que esta asunci¨®n de culpabilidad era suficiente, ya que Gambia pod¨ªa justificar as¨ª el cobro de una multa a unos pescadores de otro modo presuntamente inocentes.No obstante, el Ministerio de Pesca gambiano, que ha desempe?ado un papel esquivo en todo este asunto e incluso ha evitado al embajador espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa de Otero, en varias ocasiones, decidi¨® ayer tensar la cuerda a¨²n m¨¢s y mostr¨® su desacuerdo con el fallo. La diferencia ahora es que, tras los pactos alcanzados con el juez y el juicio celebrado ayer, los espa?oles est¨¢n condenados: un mill¨®n de dalasis por cabeza [unos 15 millones de pesetas] o cuatro a?os de c¨¢rcel.

Los pescadores se quejan amargamente de la diplomacia espa?ola. El armador del Brizz III asegura: "Jam¨¢s me han dicho otra cosa sino que pague". Nunca han cre¨ªdo que realmente fu¨¦ramos inocentes". Adem¨¢s, Fern¨¢ndez echa en falta un poco de asesoramiento. "Si a m¨ª me dicen que esto va para largo, me tranquilizan y me asesoran, yo habr¨ªa tra¨ªdo aqu¨ª a las mujeres de los marinos y todos habr¨ªamos sufrido bastante menos".