Jalabert, el "tigre de la carretera"
No fue una etapa en l¨ªnea aburrida el arranque de la Vuelta. Corta en kil¨®metros (161), competitiva, con una peque?a dosis de dureza y estrechez del recorrido en algunos de sus tramos, que pod¨ªan llegar a cortar el pelot¨®n. El dise?o de la ruta pretend¨ªa provocar sorpresas. Nada de eso ocurri¨®. La primera etapa dict¨® una fotocopia de las ¨²ltimas ediciones. Triunfo de etapa y primer jersey amarillo para un extranjero. Ayer el turno correspondi¨® a Markus Zberg, un ciclista suizo de 24 a?os con una prometedora progresi¨®n. El corredor del Post Swiss Team es un tipo r¨¢pido, aunque no atiende al perfil de los sprinters cl¨¢sicos. Con la meta a la vista y en la recta anch¨ªsima se aprovech¨® de la velocidad de los m¨¢s r¨¢pidos para ganar en la llegada masiva. Los 12 segundos de bonificaci¨®n que sum¨® Zberg por la victoria frustraron las aspiraciones de Laurent Jalabert de colocarse l¨ªder de la prueba.El campe¨®n franc¨¦s del ONCE-Deutsche Bank quiso, como siempre lo hace en su territorio ciclista, el espa?ol, poner a prueba a los favoritos. Jalabert fue tercero en la etapa, por detr¨¢s del Mapei Giulano Figueras, pero su talante competitivo durante la etapa hac¨ªa vislumbrar que pod¨ªa conseguir la pole position de la Vuelta.
Jalabert parece eterno en los repechos, en los caminos sinuosos, y en buena forma es capaz de lanzar ataques uno, dos y tres veces en pocos kil¨®metros. Lo hizo ayer, pero con una clara intenci¨®n: endurecer las piernas de sus m¨¢s directos rivales y, sobre todo, sumar segundos -cuatro consigui¨®- en las bonificaciones de las metas volantes. Necesita Jalabert esclarecer cuanto antes qui¨¦n es qui¨¦n del pelot¨®n. Una estrategia de eliminaci¨®n inmediata. El planteamiento surgi¨® efecto, aunque en la faena tambi¨¦n colaboraron los equipos espa?oles, tanto los modestos -l¨¦ase Estepona, Euskatel-Euskadi- como los grandes, los habituales en la lucha por los triunfos. La etapa escuridiza de C¨®rdoba pas¨® factura a Frank Vandenbroucke (Mapei) y a Michael Boogerd (Rabobank). El belga y el dan¨¦s perdieron 14 y ocho minutos respectivamente.
?Y Alex Z¨¹lle? El suizo no se inmut¨® por la estrategia de Jalabert. El bicampe¨®n de la ronda espa?ola conoce a la perfecci¨®n la cabeza de su ex-compa?ero, como si fuera los relojes de su actual equipo el Festina. A Z¨¹lle le fue suficiente controlar los acontecimientos de la carrera desde una c¨®moda posici¨®n.
Fue el primer acto de la etapa algo moroso. El tranquilo paseo lo removieron, ya en el segundo acto, Cerezo (Kelme) y Etxebarria (Euskaltel) subiendo al alto de Lagar, de tercera categor¨ªa. Antes, la carrera ya se aceler¨® en el alto de segunda, el de San Jeronimo, de la mano de Jim¨¦nez, Zarrabeitia, Gonz¨¢lez Arrieta y Jalabert. Se acab¨® la impaciencia y todos a correr hasta el paso por el campamento del Cerro Muriano. Kelme conduciendo el grupo. Los espa?oles dispuestos a todo desde el primer suspiro. Hasta Abraham Olano se sum¨® a la fiesta. En el grupo de los atentos, Z¨¹lle, Virenque y Escart¨ªn. El grupo se rompi¨® en dos formaciones. Los favoritos delante.
Con Cordoba a la vista aparecio Markus Zberg. Un vencedor inesperado, pero como siempre, asi es la Vuelta. Un arranque con los equipos espa?oles como protagonistas, un lider virtual extranjero y Jalabert en su piel de tigre de la carretera.
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