La oposici¨®n mexicana reclama un urgente pacto con el Gobierno
La oposici¨®n mexicana ha convocado al presidente, Ernesto Zedillo, a un pacto nacional de gobernabilidad para afrontar el da?o causado por las actuales turbulencias financieras internacionales y conciliar posiciones sobre dos asuntos que impiden la normalizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs y bloquean los trabajos legislativos: la crisis de Chiapas y la propuesta oficial de convertir en deuda p¨²blica los 65.000 millones de d¨®lares (10 billones de pesetas) empleados en el rescate bancario de 1995.
La acentuada depreciaci¨®n del peso respecto al d¨®lar, las ca¨ªdas de la Bolsa, la sideral subida de los tipos de inter¨¦s, el abaratamiento del crudo, la retracci¨®n inversora y la salida de capitales se suman a las disputas pol¨ªticas y problemas propios de una democracia en transici¨®n. El batido resultante es de amargo consumo y peor digesti¨®n.Felipe Calder¨®n Hinojosa, presidente del opositor y conservador Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), toca a rebato. Las convulsiones registradas, afirma, conducen a M¨¦xico a una "situaci¨®n dram¨¢tica" y reclaman un pacto porque el pa¨ªs "corre el riesgo de la ingobernabilidad por la exacerbaci¨®n de los enconos". En parecidos t¨¦rminos se pronuncia el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD, centroizquierdista) y la amonestaci¨®n del presidente de la Comisi¨®n Pastoral Social del Episcopado Mexicano, Jacinto Guerrero, es catastrofista. "El pa¨ªs se nos desbarata en las manos".
A parte del oportunismo pol¨ªtico, o los tremendistas enunciados eclesi¨¢sticos en la exposici¨®n del trance, lo cierto es que M¨¦xico atraviesa dificultades cuyo desenlace inquieta. Portavoces del Gobierno y del sector bancario y empresarial reiteran que el margen de maniobra todav¨ªa es amplio y existen mecanismos para contrarrestar los avatares en curso. Sin embargo, y como muestra un bot¨®n, el subsidio a la popular tortilla -el pan mexicano, elaborado con trigo o ma¨ªz- se reducir¨¢ en 70 millones de d¨®lares (10.500 millones de pesetas), como consecuencia de los recortes presupuestarios.
Calder¨®n Hinojosa sostiene que el acuerdo ofrecido deber¨¢ concretarse este a?o, pues en caso contrario no habr¨¢ tiempo ya que, en el pr¨®ximo, arrancan los procesos internos partidistas previos a las elecciones presidenciales del a?o 2000. "Debemos entender que cualquiera puede ganar las elecciones, y los tres partidos deber¨ªamos estar interesados en recibir un pa¨ªs en condiciones de estabilidad y certidumbre". El desertor pri¨ªsta y excomisionado para la paz en Chiapas, Manuel Camacho Sol¨ªs, fundador del Partido de Centro Democr¨¢tico (PCD), tambi¨¦n defiende esa agrupaci¨®n de fuerzas, pero considera improbable que su constituci¨®n sea aceptada. "La red de intereses del PRI mantiene atrapado al pa¨ªs", acusa. "Hay muchos datos en la realidad que nos dicen que no es voluntad del Gobierno el pacto".
Injusticia e inestabilidad
El expresidente de la Rep¨²blica, Miguel de la Madrid, empe?ado en no desaparecer de la escena pol¨ªtica, alerta a su vez contra fen¨®menos de inestabilidad de no ganar terreno la justicia a la pobreza y a las diferencias sociales.Por el Gobierno, el ministro del Interior, Francisco Labastida, insta a la cordura. "Cuando se dice pacto de gobernabilidad se est¨¢ diciendo que no hay gobernabilidad. Y sin lugar a dudas, s¨ª hay gobernabilidad. Lo que tenemos que hacer es desatascar los problemas que estamos viendo y qu¨¦ es lo que nos impide en su soluci¨®n".
Mientras tanto, y a la espera de que la distensi¨®n legislativa permita la aprobaci¨®n de los proyectos de ley encaminados a la modificaci¨®n de los organismos de control financiero, M¨¦xico maniobra sobre la marcha para atenuar los efectos de una crisis que zarandea toda Am¨¦rica Latina.
El Ejecutivo insiste soltar cuanto antes el fardo de los 65.000 millones de d¨®lares (unos 10 billones de pesetas) invertidos por Hacienda hace tres a?os para salvar al pa¨ªs de la bancarrota. Propone convertirlos en deuda p¨²blica, esto es, a sufragar por todos los contribuyente, pero la oposici¨®n -con mayor¨ªa en la C¨¢mara de Diputados- niega endosar a la poblaci¨®n el pago y exige adem¨¢s el procesamiento y castigo de quienes se lucraron con aquella operaci¨®n de salvamento. Subordinados al t¨¦rmino del rifirrafe sobre Chiapas y al pago de la millonada, duermen el sue?o de los justos numerosas iniciativas legislativas.
De todas formas, el presidente asegur¨® estar m¨¢s preocupado por la ca¨ªda de los precios del cereal que por los vaivenes burs¨¢tiles. Un 75% de los pobres mexicanos vive en el campo y seis de cada 10 campesinos reciben menos del salario m¨ªnimo, tres d¨®lares diarios (unas 450 pesetas). M¨¦xico tiene 96 millones de habitantes, de los que 14 padecen pobreza y dependen de empleo informal. Otros 26 millones son pobres de solemnidad. Once millones de este ¨²ltimo grupo habita en zonas rurales de poblaci¨®n ind¨ªgena.
La situaci¨®n no permite el optimismo a corto plazo. La onda expansiva del descalabro ruso-asi¨¢tico ha depreciado el peso, incrementado los tipos de inter¨¦s bancarios y la deuda interna se ha disparado. Las econom¨ªas familiares y el sector empresarial de una naci¨®n cuya estabilidad es clave para la del resto de Latinoam¨¦rica acusan ya los embates.
Y para colmo de desgracias, el chorro de dinero que exigir¨¢ la recuperaci¨®n de la costa de Chiapas, asolada por las inundaciones, la muerte y la angustia de las m¨¢s de 500.000 personas aisladas, y de otras tantas arruinadas o seriamente afectadas por las riadas. "Nos han quitado todo, hasta nuestros muertos", se lamentaba quien los perdi¨® arrastrados por la corriente.
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