Barrionuevo declarar¨¢ como imputado por la muerte de una etarra

El ex ministro del Interior Jos¨¦ Barrionuevo deber¨¢ comparecer para declarar como imputado el pr¨®ximo 3 de noviembre en un juzgado de San Sebasti¨¢n por su presunta relaci¨®n con el caso Luc¨ªa Urigoitia, la activista de ETA que muri¨® en Pasaia (Guip¨²zcoa) en 1987 en el transcurso de un enfrentamiento con la Guardia Civil.

Barrionuevo, quien cumple condena de 10 a?os de c¨¢rcel por el secuestro de Segundo Marey, la primera acci¨®n reivindicada por los GAL, ser¨¢ trasladado desde la prisi¨®n de Guadalajara hasta el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de San Sebasti¨¢n para comparecer ante el juez a las 10.00 horas de ese d¨ªa. El Tribunal Supremo ha devuelto recientemente el sumario al instructor de San Sebasti¨¢n una vez que la condena de Barrionuevo le hizo perder su condici¨®n de aforado.

En 1997, el juez Justo Rodr¨ªguez orden¨® la reapertura del caso Urigoitia debido a que en unos documentos desclasificados del Cesid se involucraba a Barrionuevo en un presunto intento de ocultar pruebas.

Cambio de pruebas

En el citado escrito se dice que agentes de la Guardia Civil entraron en 1987 en el domicilio del magistrado Juan Piqueras, quien en esas fechas investigaba la muerte a tiros de la etarra y resid¨ªa en una vivienda en el Palacio de Justicia de San Sebasti¨¢n, para manipular algunas pruebas y simular que Luc¨ªa Urigoitia falleci¨® en un tiroteo , como sostiene la versi¨®n oficial, y no al recibir un disparo en la cabeza realizado a corta distancia por un agente, como defiende la acusaci¨®n particular.La muerte de Luc¨ªa Urigoitia, seg¨²n la versi¨®n sostenida oficialmente, se hab¨ªa producido a consecuencia de un cruce de disparos entre los guardias civiles que entraron en la vivienda en la que se encontraban los miembros del comando Donosti y la activista de la banda armada.

Este relato de lo sucedido provoc¨® serias dudas en diversos sectores de la sociedad vasca e incluso el entonces ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, tuvo que comparecer en el Congreso para explicar todas las circunstancias que rodearon la desarticulaci¨®n de ese comando terrorista.

Los miembros del equipo judicial que en 1987 investigaron la muerte de Urigoitia apreciaron lagunas en la versi¨®n oficial.

Los informes de los m¨¦dicos forenses que practicaron la autopsia afirman que la bala que mat¨® a la activista de ETA fue disparada con "el ca?¨®n del arma pr¨¢cticamente tocando la piel".

En la nota del Cesid se dice que el entonces comandante de la Guardia Civil Jos¨¦ Ram¨®n Pindado fue el que realiz¨® la manipulaci¨®n de pruebas y que la informaci¨®n era conocida por "el presidente del Gobierno, ministro del Interior, Rafael Vera [entonces secretario de Estado para la Seguridad y ahora tambi¨¦n en prisi¨®n por el secuestro de Segundo Marey] y alguna persona m¨¢s".