Candidatos Fosey, Taylor o... Smith
"Aqu¨ª la palabra pueblo significa que las ventanas no tienen rejas, que podemos dejar las puertas de las casas abiertas y que todos los vecinos nos saludamos diariamente. Hay mucha tranquilidad". Quiz¨¢s sea esta descripci¨®n que realiza Miguel Bar¨®n Ma?as, alcalde de B¨¦dar, de su municipio lo que ha llamado la atenci¨®n de ciudadanos de distintos pa¨ªses europeos que se han ido asentando en este peque?o pueblo almeriense hasta sumar la respetable cifra de 380 personas. El colectivo de extranjeros de B¨¦dar -el 80% ingleses y el resto, alemanes y chinos- es especialmente significativo si se tiene en cuenta que s¨®lo son 187 personas menos que los naturales del municipio, donde hay censadas actualmente 567 almas. Consciente de la importancia que ha ido adquiriendo la colonia de extranjeros, Miguel Bar¨®n, alcalde desde 1983, pens¨® que habr¨ªa que trabajar por una integraci¨®n real de estas personas en el pueblo. De esa voluntad parti¨® la idea de incluir a dos de estos ciudadanos en la lista con la que se volver¨¢ a presentar a la alcald¨ªa en las pr¨®ximas municipales. "Estamos negociando con una se?ora extranjera que es de nuestra confianza para que sea entre ellos donde se elija a las personas que ir¨¢n en la lista", explica Miguel Bar¨®n. Por el momento no hay nada decidido. Pero la propuesta del alcalde no ha ca¨ªdo en saco roto: ya han sido quince las personas que se han manifestado su inter¨¦s por formar parte de esta lista. En febrero se conocer¨¢n los nombres de estas dos personas. Antes, Bar¨®n mantendr¨¢ reuniones con todos los propuestos, "porque hay que sacarles todo lo que tienen dentro y ver qu¨¦ es lo que les motiva a presentarse", explica. Fue hace unos 35 a?os cuando los primeros extranjeros comenzaron a asomar por B¨¦dar, un coqueto municipio de interior a m¨¢s de 300 metros sobre el nivel del mar desde el que se divisa la costa de Moj¨¢car. "Por entonces no hab¨ªa agua ni alcantarillado. El agua se transportaba en bestias. Despu¨¦s, a partir de 1983, empezaron a llegar m¨¢s extranjeros", comenta Bar¨®n. Tantos llegaron que la construcci¨®n se ha convertido en el principal motor de la econom¨ªa de B¨¦dar. Muchos de los extranjeros que se han afincado en B¨¦dar son jubilados que han optado por el clima c¨¢lido y el mar de fondo para disfrutar sus a?os de ocio. Otros han cambiado el atractivo tur¨ªstico de lugares como Ibiza por la tranquilidad que brinda este peque?o municipio. ?se es el caso de Jeffrey Leonard Kember. Durante 13 a?os vivi¨® en Ibiza trabajando como fontanero. Hace un a?o recal¨® en B¨¦dar y se compr¨® una casa. Poco despu¨¦s le ech¨® el ojo a otra y la adquiri¨® para su mujer. "Aqu¨ª todo tranquilo. Me gustan mucho las casas antiguas. La veo y la compro. Yo un poco loco, pero no problem", chapurrea Jeffrey mientras solventa papeleos en el Ayuntamiento, acompa?ado por su amigo Geoff Taylor, otro vecino adoptivo. Durante los 15 a?os que lleva al frente del Ayuntamiento, sin recibir remuneraci¨®n alguna, Bar¨®n ha seguido levant¨¢ndose a las 6 de la madrugada para trabajar sus tierras. Mientras, le ha dado tiempo ha reducir de 280 a 7 las personas desempleadas. S¨®lo tiene una queja: "La poblaci¨®n va envejeciendo y aqu¨ª somos 46 solteros", comenta, dejando entrever la posibilidad de que quiz¨¢s con el tiempo B¨¦dar pueda convertirse en un municipio donde la mayor¨ªa de las vecinos de apelliden Smith, Monroe o Fossey. Bar¨®n ha demostrado con su propuesta que no existen fronteras cuando se instala la convivencia. De los siete candidatos y tres suplentes que presentar¨¢ el PSOE para las pr¨®ximas municipales en B¨¦dar, seguro que habr¨¢ dos que no ser¨¢n ni P¨¦rez ni Garc¨ªa.
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