Aplausos al viraje de Blair en el "entierro" de Cardiff
![Xavier Vidal-Folch](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Faedae0bb-0d6e-459f-9dfe-2706e5fe4722.png?auth=a063b8a6c517022901a88a95f4c1505572e8da3a560efb661a27e9349d5e2921&width=100&height=100&smart=true)
Los l¨ªderes aplaudieron a Blair, justo por propugnar -en temas de pol¨ªtica exterior y de Defensa- lo contrario de lo que propuso, sobre casi todas las pol¨ªticas, en su ruinosa cumbre de Cardiff: dar m¨¢s pasos en la direcci¨®n de "m¨¢s Europa".En s¨ªntesis, Blair ofreci¨® flexibilidad, por ejemplo aceptando como hip¨®tesis la integraci¨®n de la UEO (siglas de la Uni¨®n Europea Occidental,la sesteante organizaci¨®n militar europea) en la UE, propuesta que era una de las bestias negras de sus antecesores, aunque siempre bajo hegemon¨ªa de la OTAN. Bravo. Pero a cambio exigi¨® -el Reino Unido est¨¢ legitimado para ello, es del peque?o grupo de los pa¨ªses serios en asuntos militares- "coherencia". Es decir, que en vez de llenarse la boca con cr¨ªticas a EEUU, los europeos se obliguen a competir con ellos, realizando las inversiones necesarias en alta tecnolog¨ªa (sat¨¦lites, aviones de transporte) y a coordinarlas.
La propuesta de Blair tiene claves internas. Su Administraci¨®n est¨¢ muy dividida en esto, y por primera vez, rompiendo la tradici¨®n, no la consult¨®. Para forzarla, la puso contra los hechos consumados, present¨¢ndola antes a sus socios. Y es que Blair teme que el Reino Unido, excluido de momento de la uni¨®n monetaria y de la libre circulaci¨®n de personas garantizada por el acuerdo de Schengen, quede arrinconado en la periferia de la UE, poniendo en peligro su pretendido liderazgo. Soluci¨®n, buscarlo por la v¨ªa de la pol¨ªtica exterior y la Defensa.
En pol¨ªtica exterior se alcanz¨® un interesante acuerdo: la figura que la debe personalizar, m¨ªster Pesc (Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n), deber¨¢ exhibir un perfil de pol¨ªtico con experiencia de Gobierno, capaz de codearse con sus pares, en vez de un curr¨ªculo de funcionario. La experiencia del candidato espa?ol, Carlos Westendorp, encaja con ese perfil.
Adi¨®s a Cardiff
El aluvi¨®n de propuestas de futuro supuso el definitivo entierro de Cardiff, que se dedic¨® a satisfacer las urgencias coyunturales (subsidiariedad, gui?o a los l?nder) del ya desaparecido canciller Helmut Kohl. Las cr¨ªticas al supuesto intervencionismo de la Comisi¨®n quedaron ayer en nada. El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, su m¨¢s furibundo detractor, lleg¨® a pedir nuevas directivas de Bruselas, como una dedicada a armonizar las normas nacionales sobre dopaje de deportistas.Las decisiones para mejorar el funcionamiento quedaron en medidas muy t¨¦cnicas, tras rechazarse la obligatoriedad de que se celebren tres cumbres al semestre.
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