"El alcalde de Madrid es un caso perdido"
, Andr¨¦s Trapiello, leon¨¦s de Manzaneda de Tor¨ªo, pasa por ser uno de los escritores m¨¢s vers¨¢tiles del momento. Su desenvoltura en la mayor parte de los g¨¦neros, se?aladamente el ensayo, la novela y la poes¨ªa, resulta evidente, como lo prueba su cosecha de premios: el Nacional de la Cr¨ªtica o el Don Juan de Borb¨®n, entre otros. Trapiello ha bregado con tes¨®n por rescatar para la literatura escritores espa?oles que quedaron a un lado; tambi¨¦n ha intentado reinstalar en el rango que a su juicio merecen otros literatos, a los que pol¨¦micas ideol¨®gicas, trivialidades de modas inesenciales o meras mezquindades orillaron en escalones que ¨¦l considera que no les corresponden. Su defensa de Gald¨®s, Baroja y Unamuno, entre otros grandes, y su rescate de los menos c¨¦lebres Guti¨¦rrez Solana, G¨®mez de la Serna o S¨¢nchez Mazas, le han granjeado etiquetas que su pasado y su presente niegan. Apasionado y batallador, emerge otra vez a la arena literaria con una antolog¨ªa en la que se incluyen abundantes poemas suyos sobre Madrid (Poemas escogidos. Editorial Pre-textos).Pregunta. ?D¨®nde reside la identidad po¨¦tica de Madrid?
Respuesta. En sus atardeceres, en esas puestas de sol desde el paseo de Rosales. De joven, las vistas del r¨ªo desde la Puerta de Toledo me mostraron Madrid tal como es.
P. ?C¨®mo es Madrid?
R. Es una ciudad verdadera. Sus imperfecciones son de la misma sustancia que las de nosotros mismos. Por eso, Madrid nos gusta tanto. Carece de la rigidez est¨¦tica de Par¨ªs,de la perfecci¨®n de Roma, pero nos es cercano y c¨¢lido.
P. Una de sus novelas trata de la etapa de la clandestinidad bajo el franquismo. ?C¨®mo era entonces Madrid?
R. No lo conoc¨ª bien hasta un tiempo despu¨¦s. Pero era a la saz¨®n, 1975, una ciudad descuidada y sucia. Luego tuve ocasi¨®n de dejar la pol¨ªtica para los profesionales y dedicarme a vivir literariamente la ciudad, cuando nac¨ªa la movida. Fue una etapa feliz.
P. Los escritores del 98 en Madrid, ?se dolieron y reflexionaron realmente sobre Espa?a o bien cree que prefirieron hacer apolog¨ªa de la miseria?
R. No hay tal apolog¨ªa de la miseria, sino de la vida. Ese y otros sambenitos les fueron colocados por la generaci¨®n del 27.
P. ?Por qu¨¦ la pugna entre casticistas y cosmopolitas se salda en Madrid, desde entonces, con la victoria casticista?
R. Otro sambenito. La generaci¨®n del 98 era universalista. Europa les quedaba cerca.
P. Hoy, el casticismo del alcalde ?qu¨¦ le parece?
R. Se puede tener buen o mal gusto. Lo malo es cuando no se tiene. El alcalde es un caso perdido.
P. ?Por qu¨¦ defiende con pasi¨®n a otros escritores considerados menores?
R. Porque la literatura concierne a la emoci¨®n y a la vida. Muchos de ellos tienen a¨²n capacidad de emocionar.
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