?Como un gorri¨®n?
E s menuda como un soplo, no lleva el pelo marr¨®n, y tiene un aire entre guepardo y triste, ?como un gorri¨®n? Posiblemente no envidie al canario ni tema al halc¨®n, ni le guste volar bajito como a un gorri¨®n. Ha demostrado que no tiene amo ni patr¨®n, que no se mueve por instinto como un gorri¨®n. "Ser libre como el viento" -aquella soflama que canturreaba Serrat en tiempos de un general que ya no tiene quien le escriba- acaso sea el lema de su bandera, la que exhibe desde hace siete a?os en los plenos de Jes¨²s Gil, ahora m¨¢s desplegada que nunca tras comprobarse que esta mujer tambi¨¦n ten¨ªa raz¨®n cuando impugn¨® el resultado de las elecciones primarias de su partido argumentando que el ganador por 13 votos, un tal Zori -nada que ver con Santos y Codeso, supongo-, le hab¨ªa colado al PSOE de rond¨®n, y en calidad de votantes primarios, todo un canasto de morcillos entre los que se contaban nada menos que los interventores del propio GIL y otros agentes del entorno giloso marbell¨ª. Isabel Garc¨ªa Marcos, por lo dem¨¢s, ha interpuesto una treintena larga de denuncias y recursos administrativos contra los presuntos delitos urban¨ªsticos y las anomal¨ªas de variada ¨ªndole supuestamente perpetradas por el actual alcalde de Marbella, del que viene soportando -insisto, son siete a?os bajo el chaparr¨®n- insultos, descalificaciones, amenazas y -?oh!, la ternura por fin- un presunto intento de soborno -100 millones de pesetas, los gordos de Navidad y El Ni?o repartidos por el atocinado Gil- dispuesto para convertirla en otra pieza sumisa bajo los cascos del amo del caballo Imperioso. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n tampoco se ha librado del p¨ªo-p¨ªo de esta mujer de imponente aspecto fr¨¢gil que suele recorrer -trotacalles de su perrito- los paseos mar¨ªtimos de la Costa del Sol: tres acusaciones, tres torpedos, tres, ha disparado do?a Isabel desde esa tribuna fiscal contra la galeaza de Gil, impactando uno de ellos en la supuesta desviaci¨®n de fondos desde el Ayuntamiento de Marbella hacia el Atl¨¦tico de Madrid. Y para poner a¨²n m¨¢s jaleo en el sarao de los gilistas, es ella la principal impulsora - alma mater, valga como nunca el latinazo- de la campa?a contra la revisi¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de Marbella, revisi¨®n que, como es sabido por la ristra de querellas que va dejando la cosa, fuera rechazada en julio pasado por la Comisi¨®n de Urbanismo de M¨¢laga, con el posterior respaldo oficial del Gobierno auton¨®mico y del Parlamento de Andaluc¨ªa. Por sus partes -se impone la utilizaci¨®n del plural por razones obvias referidas al sujeto-, Jes¨²s Gil ha pasado gran parte de los siete a?os de su mandato en Marbella zurr¨¢ndole la badana a esta mujer, consciente -¨²nica vez en que, en el caso del presente fulano, se produce un probable estado de conciencia- de que es ella quien de verdad puede arrebatarle el trono de una ciudad en la que ser mafioso hoy equivale a portar los h¨¢bitos de pope de la Iglesia Ortodoxa en el San Petersburgo de ahora mismo. Los barrigazos del alcalde contra Isabel comenzaron por la adscripci¨®n al guerrismo de Garc¨ªa Marcos, guerrera donde las haya, como si aquella manera de estar en el partido socialista fuese, m¨¢s que un modo, una psoriasis ven¨¦rea que pudiera dejar pringados a los notables miembros del GIL. Vinieron, m¨¢s tarde, lindezas y silogismos en los que los t¨¦rminos "guarrona", "put¨®n" y un selecto etc¨¦tera esclarec¨ªan el talante escol¨¢stico de la g¨¦nesis del pensamiento giloso. Pero viendo San Jes¨²s Tom¨¢s de Aquino Gil que sus construcciones silog¨ªsticas eran convenientemente refutadas por tan imp¨ªa ni?a hasta dej¨¢rselas en meros sofismas, p¨²soselas a huevo el albur de unas primarias socialistas en las que tan benigno siervo del Se?or quiso para el PSOE un Judas Iscariote. Zori tuvo que ser. Como en la Historia Sagrada, tambi¨¦n en ¨¦sta el traidor termin¨® en suicidio -pol¨ªtico se entiende aqu¨ª-, y la que saliera ladinamente derrotada de las aludidas primarias es ya la bota malaya que puede dejarle el pie en cabestrillo al pap¨¢ del alcalde de Estepona. Pitonisas, augures, quiromantes, agentes de la bolsa o la vida, constructores, casta?eras, alba?iles, banqueros, matat¨ªas, inspectores del timbre, ex concejales del GIL, Von Bismarck, la Pantoja, Miguel Boyer, Mar¨ªa del Monte, Pedro Rom¨¢n y hasta las coquinas de los chiringuitos de Puerto Ban¨²s comienzan a merendarse el tufo de que Jes¨²s Gil y Gil huele a boquer¨®n podrido en la puerta del Ayuntamiento de Marbella. Y no es s¨®lo que el fiscal Jim¨¦nez Villarejo ande rebuscando en los papeles pringosos de un hombre que jam¨¢s firma papel alguno, es que Isabel Garc¨ªa Marcos se ha puesto en plan mala de 101 d¨¢lmatas para conseguir lo que parec¨ªa imposible: que el gorri¨®n se meriende al buitre. Lo dicho. Es menuda como un soplo, no lleva el pelo marr¨®n, y tiene un aire entre guepardo y triste. ?Como un gorri¨®n?
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