Un galard¨®n inesperado

El Premio Nacional de Historia de Espa?a acaba de recaer en la instituci¨®n creada por Felipe V para pensar la Historia. En el art¨ªculo primero de sus estatutos se se?ala que la Real Academia de la Historia debe atender "al cultivo de la Historia, para purificar y limpiar la de nuestra Espa?a de las f¨¢bulas que la deslucen, e ilustrarla de las noticias que parezcan m¨¢s provechosas", y as¨ª "ser¨¢ su primera empresa la formaci¨®n de unos completos anales, de cuyo ajustado y copioso ¨ªndice se forme un Diccionario Hist¨®rico-Cr¨ªtico universal de Espa?a y sucesivamente cuantas historias se crean ¨²tiles para el mayor adelantamiento, tanto de las ciencias como de artes y literatos..." En esa l¨ªnea, los historiadores actuales en la Academia consideraron que dentro "de los valores de pluralidad, serenidad y objetividad" que deben presidir todo conocimiento, merec¨ªa la pena unir los saberes de cada uno con el fin de confeccionar, a trav¨¦s de un ciclo de conferencias, los an¨¢lisis necesarios para entender la historia de Espa?a.Por ello, en el libro premiado se han plasmado, con su correspondiente aparato cr¨ªtico, cada una de las conferencias, en las que se unen los resultados ¨²ltimos de la investigaci¨®n historiogr¨¢fica con una reflexi¨®n que no pretende recuperar valores esencialistas sobre el ser de Espa?a, sino al contrario mostrar la contingencia hist¨®rica dentro de las distintas ¨¦pocas estudiadas. Cada especialista ha interrogado al pasado con los instrumentos conceptuales e historiogr¨¢ficos que el presente proporciona, pero con el cuidado exquisito siempre de respetar un contexto complejo que no puede reducirse nunca a f¨®rmulas maniqueas. Se han estudiado los acontecimientos hist¨®ricos como resultado en parte de estructuras heredadas, pero tambi¨¦n de decisiones individuales y colectivas que los hombres toman en cada momento, m¨¢s un factor de azar o de consecuencias no previstas.

Todo ello se trata en este libro que recorre desde el origen del nombre de Espa?a a cada una de sus etapas hist¨®ricas para comprobar que la historia la hacemos entre todos d¨ªa a d¨ªa y que siempre resulta inacabada. Nacida de planes, pero no planeada; movida por fines, pero sin un fin. Tal es la historia de los hombres y de los pueblos, siempre abierta y al tiempo continua en sus tradiciones y en su memoria. El libro de la Academia muestra, desde su pluralidad, que Espa?a es una realidad formada en largos avatares y en una compleja convivencia; una realidad heredada, pero que al tiempo mantenemos entre todos, pues somos los que la construimos. El ¨¦xito de la obra -ya en tercera edici¨®n- muestra el inter¨¦s del p¨²blico culto por el entendimiento de la memoria hist¨®rica com¨²n.