La oposici¨®n se prepara para un cambio de r¨¦gimen pol¨ªtico en Irak

M¨¢s de 70 partidos y organizaciones pol¨ªticas se disputan en Irak suceder al presidente, Sadam Husein. La mayor parte de estos colectivos de la oposici¨®n son fr¨¢giles y dependen exclusivamente de la ayuda econ¨®mica de Estados Unidos, que por primera vez ha manifestado claramente su decisi¨®n de derrocar al dictador colocando en su lugar a un dirigente democr¨¢tico si persisten los problemas con este pa¨ªs.

El mensaje del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el pasado s¨¢bado, en el que anunci¨® su intenci¨®n de derribar el r¨¦gimen de Sadam Husein, ha sido recibido con una fuerte ovaci¨®n desde las filas de la oposici¨®n iraqu¨ª."Es una excelente declaraci¨®n ya que ello significa un cambio muy importante de la pol¨ªtica norteamericana", asegur¨® a la prensa internacional desde Londres Nabil Moussawi, portavoz del Congreso Nacional Iraqu¨ª, la principal plataforma de la oposici¨®n en el exterior. "Por fin EEUU empieza a hacer algo que debiera haber hecho desde un principio", asegur¨® por su parte un miembro de la Entente Nacional Iraqu¨ª, refugiado en la capital jordana, Amm¨¢n.

La oleada de entusiasmo de la oposici¨®n en el exterior est¨¢ tambi¨¦n motivada por la llegada de dinero fresco. El Congreso estadounidense aprob¨® recientemente una partida de 97 millones de d¨®lares (13.677 millones de pesetas) para los enemigos de Sadam Husein.

La carrera en el exterior para sustituir al presidente iraqu¨ª no ha hecho m¨¢s que empezar. En cabeza se encuentra la Entente Nacional Iraqu¨ª, liderada por antiguos funcionarios del partido gubernamental Baas, alguno de los cuales tienen incluso experiencia en la administraci¨®n del Estado, ya que sirvieron al r¨¦gimen de Sadam durante su primera ¨¦poca.

La Entente fue una de las columnas vertebrales de la reuni¨®n que los partidos de la oposici¨®n celebraron en agosto de 1991 en Beirut, donde acordaron derrocar al actual r¨¦gimen iraqu¨ª.

La Cumbre de Beirut sirvi¨® de base para la fundaci¨®n del Congreso Nacional Iraqu¨ª en 1992 y en la que se encuentran representadas pr¨¢cticamente todas las fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs. La singladura de esta organizaci¨®n es complicada, ya que est¨¢ sometida a todo tipo de tensiones y rivalidades, en especial las que enfrentan a los representantes del movimiento kurdo del norte con los shi¨ªes del sur.

El panorama de la oposici¨®n en el interior no es mucho m¨¢s optimista. En el norte las organizaciones kurdas opuestas a Sadam Husein est¨¢n diezmadas, sometidas a continuas represiones por parte del Ej¨¦rcito iraqu¨ª, quien controla militarmente la zona. Nadie sabe con exactitud cu¨¢l es la situaci¨®n del Kurdist¨¢n ya que la regi¨®n se encuentra cerrada a cal y canto y las autoridades de Bagdad restringen el acceso a la prensa.

Tampoco puede esperarse una situaci¨®n de recambio en el sur donde el Ej¨¦rcito est¨¢ permanentemente desplegado y dispuesto a reprimir cualquier intento de rebeli¨®n de la comunidad shi¨ª. Hay continuas noticias de incidentes armados, pero en la mayor¨ªa de las ocasiones se trata de rumores dif¨ªcilmente verificables.

"Los ¨²nicos que pueden provocar el cambio en Irak son los ciudadanos de a pie de las grandes ciudades sobre los que est¨¢ cayendo el peso del embargo. Ellos pueden acabar siendo protagonistas de un estallido de c¨®lera que puede derrocar al r¨¦gimen de Sadam Husein", afirman los observadores occidentales. Pero estas esperanzas parecen truncarse cuando se constatan los ingentes controles policiales a los que est¨¢ sometida permanentemente la poblaci¨®n.