Rusia consigue un acuerdo para aplazar el pago de su deuda en bonos del Tesoro

Rusia tiene una deuda externa e interna que supera los 200.000 millones de d¨®lares (cerca de 30 billones de pesetas), pero su principal preocupaci¨®n no es abonarla, sino dilatar al m¨¢ximo el pago. En plena crisis, con pocos que quieran o puedan pagar impuestos y con el precio del petr¨®leo (principal fuente de divisas) por los suelos, ha conseguido un respiro, al acordar con los poseedores rusos y extranjeros de bonos del Tesoro una reestructuraci¨®n del pago.El ministro de Finanzas, Mija¨ªl Zad¨®rnov, ha anunciado los t¨¦rminos del compromiso, que afecta a un cuarto de bill¨®n de rublos (unos 2 billones de pesetas al cambio actual) invertido en bonos cuyo reintegro fue congelado el pasado 17 de agosto, el mismo d¨ªa en que la devaluaci¨®n del rublo abri¨® oficialmente la crisis. Un 10% del total ser¨¢ devuelto en efectivo; otro 20% podr¨¢ ser utilizado para pagar deudas fiscales o comprar participaciones en empresas que se privaticen, y el 70% restante se convertir¨¢ en obligaciones a devolver en varios a?os, con un 30% de inter¨¦s en 1999, un 25% en el 2000 y un 20% en el 2001.

El acuerdo no es bueno, dado que el rublo se ha devaluado un 66% en los ¨²ltimos 100 d¨ªas, pero es mejor que perderlo todo, una perspectiva que lleg¨® a parecer alarmantemente real. La preocupaci¨®n de los acreedores extranjeros estriba ahora en decidir qu¨¦ van a hacer con el dinero que les devuelvan. Seg¨²n The Wall Street Journal, Rusia permitir¨¢, por ejemplo, que esos inversores participen con 7.500 millones al mes en subastas a celebrar el a?o pr¨®ximo.

El acuerdo resuelve uno de los problemas relacionados con la deuda rusa, pero no la ¨²nica. Persiste otro no menos importante, el del servicio de la deuda externa, que obliga a este gigante con pies de barro a pagar el a?o pr¨®ximo unos 2,5 billones de pesetas. El Gobierno intenta a todo trance alcanzar un acuerdo, de forma que esa cantidad se reduzca a no m¨¢s de 1,5 billones, m¨¢ximo que, aunque con apuros, puede permitirse el pa¨ªs.

Un tercer frente de la deuda es el que est¨¢ abierto ante el Club de Londres de acreedores de pr¨¦stamos a la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. El viceministro de Finanzas, Mija¨ªl Kasianov, declar¨® ayer que se ha llegado a un acuerdo sobre la reestructuraci¨®n del pago que deb¨ªa efectuarse en diciembre, m¨¢s de 100.000 millones de pesetas correspondientes a cr¨¦ditos concedidos a la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica y 30.000 millones de bonos del Vnesheconombank. Seg¨²n Kasianov, esta ¨²ltima cantidad se pagar¨¢ en efectivo y la otra se suplir¨¢ con una nueva emisi¨®n de bonos con vencimiento escalonado entre el 2002 y el 2015.

El Gobierno ruso sigue intentando, todav¨ªa infructuosamente, que el Fondo Monetario Internacional le permita ver un poco de luz al final del t¨²nel con el desembolso de los 600.000 millones de pesetas del supercr¨¦dito de tres billones, que se va soltando con cuentagotas, y tras minuciosos escrutinios de la pol¨ªtica econ¨®mica seguida en cada momento.

Una misi¨®n del Fondo se fue ayer de Mosc¨², tras varios d¨ªas de infructuosas negociaciones y con la chequera sin abrir. Al FMI no le gusta la mezcla de econom¨ªa de mercado y mayor control del Estado con el que Primakov intenta sacar a Rusia del hoyo.