Los peligros de la acrobacia

Este a?o la oferta de danza del Festival de Oto?o ha dado poco de s¨ª y mucha frustraci¨®n con las suspensiones y las improvisaciones de ¨²ltima hora que tales cancelaciones traen consigo; ya se sabe que Julio Bocca no vendr¨¢ y que ser¨¢ sustituido por una gala popurr¨ª. Y estas funciones o bolos estrictamente comerciales y de tr¨¢mite de Momix pretenden sustituir el esperado regreso a Espa?a de los canadienses de la Human Steps.?D¨®nde empiezan a confundirse la gimnasia con la magnesia en el grupo norteamericano Momix? La respuesta no es un arcano y resulta evidente. Momix hizo un estilo y una manera de hacer las miniaturas coreogr¨¢ficas fresca y original con los que lleva encantando al p¨²blico desde hace dos d¨¦cadas. Pero una cosa es el descubrimiento de algo y otra su l¨ªcita explotaci¨®n art¨ªstica.

Momix no es hoy ni la sombra de lo que era, del esp¨ªritu original queda lo que queda, que es bastante poco, a pesar de ciertos cameos (los globos, las sombras, el d¨²o de los esqu¨ªes), y es que los actuales componentes de la compa?¨ªa no pueden emular al genio original que ten¨ªa por ejemplo el insustituible Daniel Ezralow. La danza acrob¨¢tica m¨¢s que un g¨¦nero es un recurso dentro del ballet entendido como expansi¨®n corporal y despliegue din¨¢mico elocuente, pero hacer simple y llanamente de ese despliegue en s¨ª la raz¨®n de la danza es cuando menos una frivolidad. Y es as¨ª que el Momix de anta?o renovador y original hoy resulta alambicado y superficial. El tiempo pasa tambi¨¦n para el arte coreogr¨¢fico tanto en los procesos de creaci¨®n como en los productos, y aqu¨ª el producto no tiene la fuerza suficiente para ser un arcano danz¨ªstico.

En realidad la larga velada no ten¨ªa demasiadas novedades y ya es enga?oso el programa de mano donde reza una falsedad tal como "estreno en Espa?a". Hay algunas cosas nuevas pero los platos fuertes son archiconocidos y se han visto en el propio Madrid muchas veces.

Control

La pieza m¨¢s interesante es, sin duda, el solo de la bailarina con la pelota y quiz¨¢ la ¨²nica de todo el espect¨¢culo que puede ser calificada de baile verdadero, de danza como tal por encima de cualquier consideraci¨®n. Sucede que la bailarina es capaz de girar y girar con un control absoluto de sus posibilidades, y es un giro acad¨¦mico que parte de lo que suele llamarse "pirueta de cabeza" convencional llevado con enorme control a una belleza repetitiva, muy art¨ªstica y que es capaz de encantar y absorber al espectador como si de un derviche se tratara. He aqu¨ª la diferencia sustancial entre el ejercicio de riesgo gimn¨¢stico y la danza como obra de arte del movimiento. La historia de Momix fue maravillosa y su recuerdo a¨²n lo es. Lo que hoy vemos es un parche sin importancia que cumple una funci¨®n esp¨²rea dentro de una programaci¨®n que tampoco brilla por su originalidad. Pendleton est¨¢ ya en la historia del ballet moderno por su impronta y su propia poes¨ªa, y, de hecho, si alg¨²n perfume se guarda de lo visto en La Vaguada es de un genio que no deb¨ªa necesitar estos bolos para ser recordado.