Escenario para la memoria y la utop¨ªa
Cuando las canciones del colegio cambiaron y, en vez de hablar de obreros y burgueses, evocaban a los Reyes Cat¨®licos y se repet¨ªa, a menudo, en inflamada prosa, la palabra Imperio, como recuerda un ni?o, entonces, s¨ª; entonces empez¨® esta funci¨®n. Y si al ni?o, como a tantos, le ci?eron un turbio manto de ferocidad y hambre, y se le concedi¨® la gracia, en espect¨¢culo p¨²blico y con moraleja cuartelera, de presenciar la ejecuci¨®n de un soldado que hab¨ªa violado a una muchacha en flor, entonces, s¨ª; entonces culmin¨® el s¨®rdido frontispicio del matarife, con cinco flechas tatuadas en el estern¨®n: de la noche a la ma?ana, los fascistas pasaron a ser los nacionales; y los leales, los rojos. Un ni?o as¨ª, cuando llega a S¨®focles, con los a?os y la reflexi¨®n, se apunta al coro y condena a Creonte: los tiranos s¨®lo saben gobernar el descampado. Cuando termin¨® la guerra, aquel ni?o estaba en Llans¨¢, pero hab¨ªa nacido en Tabernes de la Valldigna, el 31 de enero de 1927: se llamaba y se llama Jos¨¦ Monle¨®n Bennacer y su pueblo le ha cincelado el nombre en el laurel de sus hijos predilectos. Jos¨¦ Monle¨®n fue a la Universidad, se licenci¨® en Derecho y se puso un bufete, en Valencia, sin saber muy bien por qu¨¦. Un d¨ªa, mir¨® en torno y contempl¨® la desolaci¨®n: las viejas canciones, los cr¨ªmenes, la inocencia, en el cubo de la basura. ?Y c¨®mo apa?ar el conflicto? Quiz¨¢ con el teatro, "que el escenario", se dijo, "naci¨® para que fuera el hombre representado". En 1956, cogi¨® el tren de Madrid, se matricul¨® en la Escuela oficial de Cine y la abandon¨® despu¨¦s de unos cursos: aquello era un berenjenal pinturero, pero poco solvente. Luego, con la complicidad de Ezcurra y sobre las p¨¢ginas de Triunfo, diseccion¨® una dram¨¢tica que nada ten¨ªan que ver con la realidad de aquella Espa?a: de Benavente o Marquina a Ignacio Luca de Tena o Alfonso Paso; con tanta sustancia patri¨®tica e hist¨®rica, publicar¨ªa un libro de cabecera Treinta a?os de teatro de la derecha. Y cursos en el Teatro de las Naciones de Par¨ªs, en el Piccolo de Mil¨¢n, en el Foro Europeo de Saint Etienne; profesor invitado en la Universidad de Albany; director de los festivales de Teatro Cl¨¢sico de M¨¦rida y Medieval de Elche; vocal del IVAECM, hasta la llegada del PP; Jos¨¦ Monle¨®n ha escrito libros de ensayo, como El mono azul: Teatro de urgencia y romancero de la guerra civil o El Teatro de Max Aub; ha dirigido seminarios internacionales en Chile, Bogot¨¢, Caracas; y con el Instituto Internacional de Teatro del Mediterr¨¢neo, ha ido de Delfos a Montpellier y de Valencia a ?taca, como un peregrino deslumbrado por una po¨¦tica de c¨ªmbalos, capiteles de acanto y criaturas esc¨¦nicas. Jubilado ya de su c¨¢tedra de Sociolog¨ªa del Teatro de la Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico de Madrid, Jos¨¦ Monle¨®n, conserva el fragor de un sue?o adolescente, y apenas si se permite un pasajero alivio en su casa de El Saler. All¨ª, platica el valenciano con el vecindario y sus amigos de juventud; y escucha el manifiesto de un mar redactado por un pellejo de vino con aroma de azafr¨¢n; luego se echa de nuevo a la seducci¨®n de la esgrima cultural e impulsa las actividades de Madrid Sur y revisa los dos vol¨²menes de Mediterr¨¢neo: Memoria y utop¨ªa. Cr¨ªtico, autor teatral, profesor, guionista, conferenciante, Jos¨¦ Monle¨®n ha recibido premios, medallas, distinciones acad¨¦micas, homenajes, hasta el esplendor del seso. Un d¨ªa de 1957, cofund¨® y dirigi¨® la revista Primer Acto y por su papel se introdujo en aquel secano, la carne fresca de Brecht, Stanislawsky, Artaud, Grotowsky. En declaraciones a EL PA?S manifest¨®: "Si preguntarse qui¨¦n se aprieta el cintur¨®n con Maastricht, si procurar que la cultura y el pensamiento lleguen a la mayor¨ªa, una escuela p¨²blica o una universidad barata, es de izquierdas, yo soy de izquierdas". Jos¨¦ Monle¨®n, en marzo, volver¨¢ a Tabernes de la Valldigna, con el teatro por delante, con el teatro como medio de interpretaci¨®n y educaci¨®n para los minusv¨¢lidos. "Yo busco la indagaci¨®n". Y alumbra con los ca?ones de luz la memoria y la utop¨ªa.
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