Ciclistas con clase

La vista. Se le cansaba la vista. Eso fue lo primero que le choc¨® a Fernando Escart¨ªn cuando se adentr¨® por primera vez hace un par de d¨ªas en un ordenador. "Te mareas muy f¨¢cil ante el ordenador, aunque es verdad que te engancha", comenta este hombre acostumbrado a trabajar al aire libre y que, desde el martes hasta ayer, ha permanecido concentrado en Benic¨¤ssim con otros 24 ciclistas profesionales recibiendo clases de inform¨¢tica por la ma?ana (les ense?aron a bucear en Internet) y de empresariales por las tardes (les mostraron c¨®mo se monta una empresa). Escart¨ªn, de 30 a?os, empieza a plantearse qu¨¦ har¨¢ cuando deje el ciclismo, y ¨¦sta era una buena ocasi¨®n para cazar algunas ideas.El ciclismo profesional, por su tremenda exigencia f¨ªsica, apenas deja margen al estudio o a la preparaci¨®n. Son casos contados los de quienes cursan estudios superiores (Chechu Rubiera est¨¢ en segundo de Ingenier¨ªa T¨¦cnica, rama de electr¨®nica). Y de ah¨ª la idea de reunir anualmente a 25 ciclistas para que tengan acceso a otros campos. La Fundaci¨®n Eurouniv, presidida por Miguel Indur¨¢in, organiza anualmente estos estudios gratuitos para los ciclistas profesionales, que est¨¢n financiados por la Asociaci¨®n de Ciclistas Profesionales, la empresa Unip¨²blic y la la Diputaci¨®n de Castell¨®n, entre otros. Y los ciclistas acuden a la cita con mucha curiosidad y grandes dosis de entusiasmo.

Cuando colg¨® la bicicleta, a Indur¨¢in le surgieron cientos de ofertas de trabajo que rechaz¨® en su mayor¨ªa. Por el contrario, a Ignacio Garc¨ªa Camacho, un buen aunque humilde ciclista de 30 a?os, las opciones se le estrechan dr¨¢sticamente. Una ca¨ªda tonta de la bicicleta en julio pasado (iba a mirarse las pulsaciones cuando perdi¨® el equilibrio), le ha dejado un codo roto por cuatro partes. Ya no est¨¢ para codearse con los mejores: no puede mantener el brazo recto. El todav¨ªa corredor del Kelme (termina este mes su contrato) trata de encontrar en Benic¨¤ssim una nueva salida profesional. Desde los 14 a?os no ha hecho m¨¢s que montar en bici: sin tiempo ni ganas para hacer otras cosas. "El ciclista, en su tiempo libre, lo que quiere es estar tumbado. El futbolista, en cambio, con dos horas al d¨ªa de entrenamiento ya ha terminado. Son dos vidas muy diferentes", explica un resignado Garc¨ªa Camacho.

Casero, optimista

Otra versi¨®n ofrece el corredor valenciano del Vitalicio ?ngel Casero, que s¨ª ve posibilidades de dedicar ciertas horas al estudio. "Por las tardes, en las grandes vueltas, tenemos tiempo libre: los monitores de aqu¨ª nos mandan por correo unos ejercicios y los hacemos. Es una excelente ocasi¨®n para aprender cosas interesantes y entretenernos", cuenta el actual campe¨®n de Espa?a, quien s¨ª se muestra partidario de aprovechar las "horas muertas" en una actividad diferente .Sea como fuere, el objetivo de la Eurouniv, despu¨¦s de la notable acogida que ha tenido entre los ciclistas su iniciativa, se basa en traspasar esta novedosa experiencia a otros deportistas de ¨¦lite. "El a?o que viene vendr¨¢n a Benic¨¤ssim algunos motociclistas profesionales y nuestra intenci¨®n es extenderlo a otros deportes", explica Ram¨®n Freixas, secretario general de la Fundaci¨®n.