La trama de corrupci¨®n del 'caso Calvi¨¤' resurge en los tribunales
El caso Calvi¨¤, el primer esc¨¢ndalo de corrupci¨®n pol¨ªtica del PP de Baleares que lleg¨® a los juzgados -probado en sentencia de la Audiencia de Palma de 1992, ratificada en firme por el Supremo en 1994-, reaparece hoy, a cinco meses de las elecciones auton¨®micas y locales. Dos pesos pesados de la derecha local en el poder, Francisco Gilet y Eduardo Vellibre, se sientan en el banquillo.
A Gilet y Vellibre, personas de confianza en el Gobierno balear del ex presidente Gabriel Ca?ellas, se les juzga como presuntos directores del intento de soborno con 100 millones de pesetas, a un concejal del PSOE, en 1991. Este delito probado lo perpetraron dos militantes y cargos internos del PP y un comisionista condenado por narcotr¨¢fico, dirigidos, seg¨²n el fiscal, por Gilet cuando era consejero auton¨®mico y ten¨ªa paso directo al despacho de Ca?ellas.La acusaci¨®n la ejercen el PSOE, el Ayuntamiento de Calvi¨¤ y el concejal que fue v¨ªctima y testigo de la maniobra corrupta, que grab¨® las cintas magnetof¨®nicas que demostraron el fallido soborno. Las acusaciones piden penas de seis meses de arresto y 100 millones de multa para cada uno. Los responsables directos de los hechos, ya condenados, son el abogado de temas inmobiliarios y asesor de la patronal de constructores Miguel Dey¨¢, el farmac¨¦utico Andr¨¦s Bordoy, ambos dirigentes del PP, y el intermediario con antecedentes penales Guillermo Ginard. Los tres fueron condenados a 100 millones de multa y a penas de entre seis y cuatro meses. Dos de ellos -Dey¨¢ y Ginard- permanecieron en prisi¨®n preventiva o cumpliendo penas sustitutorias.
El impago por el PP de la multa de Bordoy y la presi¨®n que ¨¦ste y sus amigos ejercieron con cartas a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, grabaciones a sus interlocutores y documentos que obligaron a firmar bajo la amenaza de desvelar la implicaci¨®n del partido, destap¨® finalmente a Vellibre y Gilet como directores de la operaci¨®n, no condenados inicialmente. As¨ª, los dos est¨¢n acusados de soborno, como supuestos inductores de la trama que intent¨® comprar el voto de un concejal socialista de Calvi¨¤, con la intenci¨®n de pasar la alcald¨ªa al PP de manera fraudulenta.
En el primer sumario y en la m¨¢s reciente investigaci¨®n judicial no se pudo probar la implicaci¨®n directa de Gabriel Ca?ellas. Existi¨® un eventual pacto de silencio y grandes contradicciones, seg¨²n se desprende de un auto del juez Javier Mu?oz, del Tribunal Superior de Justicia -a quien pincharon el tel¨¦fono mientras investigaba la posible relaci¨®n de Ca?ellas en el asunto-. Vellibre hubiera sido alcalde del potente municipio tur¨ªstico de Calvi¨¤, de haber prosperado la compra del voto.
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