Eligi¨® la noche para proteger a su hijo

Rafael Mart¨ªnez Bernab¨¦u, de 52 a?os, casado y con dos hijos (de 25 y 21 a?os), viv¨ªa desde que se cas¨® en la calle de Venus, en el barrio de San Jos¨¦ de Valderas, de Alcorc¨®n (142.000 habitantes). Ayer todos sus familiares y conocidos le calificaron como "una persona extraordinaria", que siempre hu¨ªa de problemas y peleas. Rafael Mart¨ªnez naci¨® en el barrio de Vallehermoso, en Madrid. Med¨ªa 1,70 metros y era de complexi¨®n fuerte. Era hijo ¨²nico. Cuando se cas¨® fue a vivir a Alcorc¨®n. Desde muy joven trabaj¨® en el hotel Castellana Hilton, donde ingres¨® como botones. Despu¨¦s ascendi¨® a conserje, hasta que, en 1991, dej¨® ese puesto y el hotel para coger el volante de un taxi. Comenz¨® en el gremio como asalariado, hasta que, hace cuatro a?os, pudo comprar una licencia y su propio coche, seg¨²n explicaron ayer sus familiares. El hijo mayor del matrimonio, Guillermo, sigui¨® los pasos paternos y ayud¨® en el negocio. Los dos se turnaban al volante. El padre eligi¨® la noche. Comenzaba su jornada sobre las siete de la tarde y terminaba a las seis de la ma?ana. "Era una persona tan bondadosa que prefiri¨® hacer el turno de noche, que era mucho m¨¢s duro, para proteger a su hijo y que no lo pasase mal o se encontrase con indeseables", explic¨® ayer Pablo Romero, el cu?ado de la v¨ªctima.

En su corta carrera con el taxi no hab¨ªa sufrido nunca ning¨²n atraco o agresi¨®n, seg¨²n explicaron los allegados.

Los amigos de Rafael Mart¨ªnez explicaron que era una persona abierta, con "un car¨¢cter afable y maravilloso". "Yo lo ve¨ªa todas las ma?anas cuando me iba a trabajar y habl¨¢bamos de c¨®mo le hab¨ªa ido la noche. Muchas veces me llevaba a la parada del autob¨²s en su coche", explic¨® Mario Rodr¨ªguez, un vecino de la calle de Venus. Los familiares de Rafael pidieron ayer "una r¨¢pida respuesta" de la justicia para que se detenga al autor o autores del homicidio lo antes posible. "Esperamos que las leyes est¨¦n a la altura de unos ciudadanos de bien y que se apliquen con la m¨¢xima dureza", solicit¨® Carlos Gonz¨¢lez, un amigo de Rafael.

Su mujer y sus hijos no quisieron hacer declaraciones a su llegada al Instituto Anat¨®mico Forense, donde se encontraba el cad¨¢ver. Tambi¨¦n rechazaron que se les hicieran fotograf¨ªas. La mujer sufri¨® una crisis nerviosa cuando le comunicaron la muerte de su marido.