Etiquetado obligatorio, descontrol generalizado

Ni el Gobierno ni las ONG ni las empresas alimentarias tienen claro todav¨ªa qu¨¦ hacer con el etiquetado de los productos de origen transg¨¦nico, obligatorio en Espa?a desde el 1 de enero. El reglamento, aprobado por la Uni¨®n Europea, establece que se debe informar a los consumidores cuando exista una diferencia sustancial entre el producto natural y el transg¨¦nico, o en el caso de que no haya un equivalente convencional al producto modificado gen¨¦ticamente.El origen del problema est¨¢ en la importaci¨®n del ma¨ªz y la soja transg¨¦nicos, que casi siempre llegan mezclados con los productos de origen natural. Por eso las empresas no se atreven a etiquetar sus productos ni positivamente -con la leyenda "producto gen¨¦ticamente modificado"- ni negativamente -asegurando la naturalidad de los componentes-, ya que tampoco pueden certificar que el alimento de las estanter¨ªas de los supermercados est¨¦ totalmente libre de ingredientes modificados.

Para las ONG, el problema reside en que, seg¨²n la normativa europea, s¨®lo entre el 5% y el 10% de los alimentos con ingredientes modificados debe ser etiquetado (se etiquetar¨ªa una mazorca y no un paquete de caramelos). E insisten en que se debe ampliar ese porcentaje. Las asociaciones de usuarios, entre ellas la CEACCU, ya han reaccionado solicitando de forma inmediata la informaci¨®n sobre el contenido transg¨¦nico de los alimentos.

Pero lo cierto es que sigue reinando un descontrol generalizado. El Instituto Nacional de Consumo reconoce la vigencia de la normativa europea, pero no sabe a ciencia cierta en qu¨¦ medida se est¨¢ aplicando. Hay empresas que lo hacen voluntariamente, como Nabisco, que informa en el envoltorio de sus galletas de la existencia de derivados de ma¨ªz transg¨¦nico. Pero de momento no est¨¢ planificada una campa?a masiva.