El l¨ªder se olvid¨® de jugar a f¨²tbol
El Bar?a reforz¨® su liderato en Bala¨ªdos con una actuaci¨®n deficiente. Objetivamente, el empate es un buen resultado para los azulgrana, que van camino de revalidar el t¨ªtulo de Liga con las mismas formas que la temporada pasada: jugador por jugador, su superioridad en un torneo regular es tan manifiesta que los rivales van dimitiendo con el discurrir de las jornadas. Pero la actuaci¨®n barcelonista en Vigo ofrece tambi¨¦n una segunda lectura, m¨¢s intangible si se quiere, que redime al Celta y condena al Bar?a: el f¨²tbol estuvo siempre de parte del equipo de V¨ªctor Fern¨¢ndez.El Barcelona asumi¨® de principio a fin una inferioridad respecto al Celta que no s¨®lo es sospechosa, sino recriminable. Desde la abundancia, hay que exigirle al colectivo de Van Gaal una actitud m¨¢s generosa y no tan estraperlista. El Bar?a se lo dej¨® hacer todo en el campo menos un gol, que no lleg¨® tanto por el capricho del azar como por una buena defensa del marco. Desperdiciaron los azulgrana una ocasi¨®n ¨²nica, un partido de impacto, para reivindicar la jerarqu¨ªa en la tabla y tambi¨¦n en la cancha.
El equipo de Van Gaal es tan matem¨¢tico, tan previsible, que a veces hasta se olvida de jugar a f¨²tbol. Ayer se sali¨® del partido de mala manera: vino a decir que bastante hizo con no perder, posici¨®n que revaloriza al Celta, equipo al que se ha venido remitiendo con frecuencia la directiva azulgrana para avalar su pol¨ªtica de reestructuraci¨®n de la plantilla.
En todas las comparaciones con el Celta, salvo la num¨¦rica, el Bar?a sale malparado. Pese a la distinta procedencia de sus extranjeros, V¨ªctor Fern¨¢ndez le ha dado al Celta una mayor estructura de equipo que Van Gaal al Barcelona. El t¨¦cnico azulgrana se pliega siempre al partido. Ha dado con una alineaci¨®n, la pone en el campo y que sea lo que Dios quiera. Dif¨ªcilmente corrige el encuentro y aprovecha los recursos: 11 juegan y los dem¨¢s no cuentan. Toma la libreta, se sienta y s¨®lo se levanta para celebrar los goles, de tal manera que cualquier 0-0 como el de ayer le deja en el anonimato. Tiene un proceder m¨¢s propio de un ingeniero que de un entrenador.
Juega m¨¢s el equipo por lo que se conocen los jugadores que por lo que les ense?a el entrenador. Los dos ¨²ltimos partidos, contra el Valencia y el Celta, han sido especialmente reveladores. Le ha faltado al grupo profundidad, pase interior, dinamismo en el ataque, aunque ayer exhibi¨® en contrapartida una notable mejora defensiva respecto al encuentro del pasado mi¨¦rcoles, en que encaj¨® tres goles por errores individuales.
Desde hace algunas semanas, el Bar?a tiene un plan de juego, la mejor puesta en escena posible, pero a veces resulta un equipo inanimado, como si no tuviera alma, sentimiento. Sucedi¨® ayer y tambi¨¦n contra el Madrid, cuando la hinchada se pregunt¨® las razones que le llevaron a apiadarse de su m¨¢ximo rival.
La mejora del equipo ha venido m¨¢s avalada por la incorporaci¨®n de nuevos jugadores que por la aportaci¨®n del entrenador. A base de reforzarse, y de incorporar a los lesionados, el Bar?a ha retomado el liderato, pero la defensa del primer puesto exige no s¨®lo recaudar puntos en campos como Bala¨ªdos, sino tambi¨¦n mostrar un f¨²tbol al menos tan decente como el del equipo contrario.
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