El Madrid flaquea donde siempre
El Betis aprovecha los errores defensivos de los madridistas para llevarse la victoria en el ¨²ltimo minuto
Ito decidi¨® en el ¨²ltimo minuto un partido extra?o, desgobernado, con dos equipos en estado de crisis. El Betis reba?¨® tres jugadas y las convirti¨® en goles, pero su cuadro cl¨ªnico no invita al optimismo. Defendi¨® mal, jug¨® con poco criterio y su ataque apenas tuvo peso, en gran parte porque Clemente decidi¨® enmascarar como delanteros a Fernando, un centrocampista de toda la vida, y Denilson, que por ahora es un jugador sin definir. Juega a su aire, sin ninguna relaci¨®n ni con el partido ni con las necesidades del equipo. Pero su estilo festivo es lo m¨¢s aproximado a la veta que siempre ha caracterizado al Betis. Resulta curioso que un equipo sin delanteros le marque tres goles al Madrid, dato que abunda en las deficiencias que arrastra durante toda la temporada. De alguna manera, el Madrid acent¨²o todos sus rasgos. Se desplom¨® en el aspecto defensivo, pero sus delanteros hicieron un partido notabil¨ªsimo. Con este desequilibrio en el rendimiento general, su juego se volvi¨® inestable, problema que antiguo y no hay manera de resolver.El partido se resumi¨® en el ¨²ltimo minuto. El Madrid, que hab¨ªa dispuesto de numerosas ocasiones, desperdici¨® dos en la ¨²ltima carga. Prats rechaz¨® un remate de Morientes e Ito sac¨® en la raya un tiro de Mijatovic. Estas dos oportunidades hablaban de la activa presencia de los delanteros madridistas, con Ra¨²l a la cabeza de todos. Pero en la jugada siguiente, el Madrid pag¨® un error defensivo que le traer¨¢ consecuencias en su estado de ¨¢nimo. Nadie sali¨® a tapar un tiro lejano de Ito, que tuvo tiempo para decidir entre pasar o rematar. Su primera intenci¨®n fue el pase, pero se encontr¨® con la colaboraci¨®n de los defensas y no desaprovech¨® la posibilidad del remate. Enganch¨® un derechazo estupendo y hundi¨® al Madrid, otra vez sacudido por sus carencias habituales.
BETIS 3-REAL MADRID 2
Betis: Prats; Otero, Filipescu, Merino, Luis Fern¨¢ndez; Finidi, Ca?as, Alexis (Ito, m.61), Benjam¨ªn; Denilson (Oli, m.78) y Fernando (G¨¢lvez, m. 70).Real Madrid: Illgner; Iv¨¢n Campo (Savio, m.70), Hierro,Karanka (Sanch¨ªs, m.9); Panucci, Seedorf, Jaime, Roberto Carlos; Ra¨²l (Karembeu, 87), Morientes y Mijatovic. Goles: 1-0. M.13: Fernando. 1-1. M. 29: Ra¨²l. 2-1. M. 68: Ca?as. 2-2. M. 75: Morientes. 3-2. M. 92: Ito. ?rbitro: Jos¨¦ Javier Losantos Omar (Vizca¨ªno). Expuls¨® por dos tarjetas amarillas, en los minutos 74 y 87, al italiano Panucci. Adem¨¢s, amonest¨® a los visitantes Fernando Hierro (m.14) y Jaime (m.54) y a los locales Alexis (m.49), Filipescu (m.58), Ito (m.84) y Otero (m.90). Partido disputado en el estadio Benito Villamar¨ªn ante unos 40.000 espectadores. John Toshack, nuevo entrenador del Madrid presenci¨® el encuentro desde el palco.
Con la intenci¨®n de blindar al equipo, Toshack aline¨® a tres centrales y meti¨® a Panucci y Roberto Carlos como carrileros. El asunto no funcion¨®, y hab¨ªa razones para pensar en el fracaso. Hiddink tambi¨¦n utiliz¨® el mismo sistema cuando le lleg¨® el agua al cuello, sin ning¨²n ¨¦xito. El Madrid entra mal en ese traje. No se mejora la calidad defensiva, y se compromete a Panucci y Roberto Carlos, extraviados en sus funciones. Panucci naufrag¨®. Ataca mal y defiende peor. Roberto Carlos tampoco se encuentra c¨®modo. Con un despiste evidente, flaquea en el aspecto defensivo y act¨²a con una timidez impensable en el juego de ataque.
El Betis se limit¨® a aprovechar las concesiones del Madrid. Por juego, es un equipo sin rasgos, con demasiados futbolistas fuera de sus posiciones naturales. Fernando, un interior izquierda, fue el delantero centro. Denilson, cuyas tendencias ca¨®ticas son indudables, se movi¨® principalmente por la media punta. Y Finidi, un extremo maravilloso, acompa?¨® a Alexis en el eje del equipo. Ese inter¨¦s por descubrir petr¨®leo a golpe de corazonada es muy propio de Clemente, cada vez m¨¢s pendiente del p¨¢lpito, de la ocurrencia genialoide. Cada vez son m¨¢s aquellos que atribuyen funciones equivocadas a sus jugadores, en un intento in¨²til de dejar huella. Los dos equipos abundaron en este defecto. El caso de Panucci y de Roberto Carlos se hac¨ªa evidente. Lo mismo suced¨ªa con Ra¨²l, aunque con una particularidad: Ra¨²l se busca la vida en cualquier sitio. Frente al Betis fue el mejor del partido.
Por ocasiones y por detalles de calidad, el Madrid pudo proclamar su autoridad. Por juego, la cosa estuvo m¨¢s discutida, especialmente por la lamentable actuaci¨®n de Seedorf, impreciso y descentrado durante toda la tarde. El Betis sali¨® favorecido por el mejor aprovechamiento de sus oportunidades. En la banda izquierda, Benjam¨ªn caus¨® estragos a la espalda de Panucci, que iba pero no ven¨ªa. No fue casual que sus dos primeros tantos llegaran por el ala izquierda, despu¨¦s de los errores defensivos del Madrid. En el primero, Hierro se equivoc¨® en el pase, interceptado por Finidi. En el segundo, Mijatovic perdi¨® el bal¨®n e Iv¨¢n Campo se lanz¨® al suelo sin necesidad. El resultado: dos llegadas hasta la raya de fondo, pase al segundo palo y la aparici¨®n de un jugador libre, Fernando en el primer tanto y Ca?as en el segundo.
Los delanteros del Madrid trataron de remediar los errores defensivos. Hicieron ocasiones, marcaron goles, dejaron detalles de gran categor¨ªa (el segundo gol comenz¨® con una obra maestra de Ra¨²l) y pusieron en grav¨ªsimos problemas a la d¨¦bil defensa del Betis. En cualquier caso, no ocurri¨® nada que no se supiera en el Madrid. Que la defensa es muy vulnerable, que los centrocampistas act¨²an con poca firmeza y que los delanteros tienen que multiplicarse para tapar los agujeros que se producen en otras zonas del campo. Pero eso tampoco parece garant¨ªa en tiempos de crisis. Por encima de las cualidades de los delanteros madridistas
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