El Atl¨¦tico llora su falta de delanteros
Los rojiblancos retornan a la vulgaridad ante un Oviedo sin pretensiones
Pasados los primeros d¨ªas del postsacchismo, esa etapa definida con desmesurado optimismo desde la jefatura del club como el fin de la esquizofrenia, el Atl¨¦tico retorn¨® a la vulgaridad. El Oviedo, con un planteamiento conservador, sin demasiadas pretensiones, dej¨® al descubierto las carencias de los rojiblancos, que dibujaron sobre el mojado c¨¦sped del Calder¨®n una pobre sesi¨®n de f¨²tbol, un canto a la impotencia. Tuvo intenci¨®n el Atl¨¦tico, asumi¨® el desgaste y la pelota, pero s¨®lo eso. No le hizo ni un rasgu?o al Oviedo, que vivi¨® la jornada con una tranquilidad extrema. Llegaron los asturianos a Madrid en busca del 0-0 y con ¨¦l bien atado, sin demasiado sufrimiento, emprendieron el viaje de regreso.El resultado fue la consecuencia de una serie de factores que castigaron al Atl¨¦tico, pero el m¨¢s poderoso se?al¨® hacia su corta delantera: pese a su enorme actuaci¨®n del mi¨¦rcoles en Montju?c, pese a esos tres goles cegadores que insinuaban que el f¨²tbol fresco del sevillano pod¨ªa compensar la falta de atacantes del equipo, Jos¨¦ Mari solo no es munici¨®n suficiente. Sobre todo en partidos como el de ayer en los que le toca dominar al Atl¨¦tico. Sin el contragolpe como mejor f¨®rmula, con la obligaci¨®n de descubrir huecos en defensas bien organizadas y poco dadas a descolocarse con aventuras ofensivas, un ¨²nico punta es poco. Si los Gil ten¨ªan alguna duda sobre la necesidad de hurgar en su billetera para cubrir las lesiones de Kiko y Correa, si se hab¨ªan pensado que el fichaje de un nuevo delantero tal vez no era preciso, el partido de ayer se encarg¨® de desmentirles. La contrataci¨®n de un punta de garant¨ªas es una medida urgente.
ATL?TICO 0-OVIEDO 0
Atl¨¦tico: Molina; Geli, Santi, Chamot, Toni; Baraja, Ventur¨ªn (Mena, m.66), Valer¨®n, Solari (Lard¨ªn, m.50); Juninho y Jos¨¦ Mari (Tevenet, m.85).Oviedo: Esteban; Eskurza, Onopko, Bango, Manel; Nadj, Paulo Bento; Iv¨¢n Ania, Dubovsky (Rabarivony, m.77), Pompei (Jaime, m.55); Dely Vald¨¦s (Fabio Pinto, m.85). ?rbitro: Jap¨®n Sevilla. Expuls¨® a Baraja (m.87), por doble amonestaci¨®n. Mostr¨® tarjeta amarilla a Valer¨®n, Dely Vald¨¦s, Dubovsky y Nadj. 20.000 espectadores en el Vicente Calder¨®n. Llovi¨®, aunque sin demasiada fuerza, durante la mayor parte del partido
Ante una vulnerable pareja de centrales -Onopko y Bango-, Jos¨¦ Mari estuvo de lo m¨¢s inofensivo. Su soledad le obligaba a resolver individualmente todas las situaciones, siempre con las de perder: si se atrev¨ªa a encarar, se topaba con demasiada gente a la que burlar, y si optaba por rematar desde lejos, sus disparos sal¨ªan blandos y mal dirigidos. ?nicamente al final, en un cabezazo en plancha a centro de Valer¨®n, el andaluz puso en aprietos a Esteban.
Tampoco le ayudaba a Jos¨¦ Mari el corte de la alineaci¨®n rojiblanca, que no le facilitaba ayudas dentro del ¨¢rea. Por un lado, no es ¨¦se un territorio que acostumbren a visitar Juninho y Valer¨®n, dos futbolistas de dif¨ªcil convivencia porque alcanzan su mejor versi¨®n desde la misma zona, la media punta. Y por otro, los volantes de los costados no acompa?aban las jugadas que nac¨ªan en la banda contraria -por ah¨ª, el Atl¨¦tico ech¨® de menos al sancionado Roberto, un jugador con muchas limitaciones pero con una llegada poderosa y constante-. Entre unas cosas y otras, el partido ped¨ªa a gritos otro punta -en el banquillo estaba Tevenet-, pero Carlos Aguiar no lo entendi¨® as¨ª.
Prefiri¨® buscar la victoria con la estrategia inicial de explotar las bandas. As¨ª lo hizo en la primera mitad -Solari, por la izquierda, y Baraja, por la derecha-, con un balance desolador: el argentino apareci¨® libre por su costado media docena de veces, siempre despu¨¦s de alguna acci¨®n elaborada por Juninho desde el centro, pero todas las resolvi¨® mal, con una imprecisi¨®n que no se le supon¨ªa.
Y por los flancos insisti¨® el Atl¨¦tico en la segunda, ya con Lard¨ªn por la izquierda, y multiplicando el recorrido de Geli por la derecha. La historia funcion¨® mejor -Lard¨ªn tuvo dos claras ocasiones nada m¨¢s salir, las mejores del Atl¨¦tico en toda la tarde-, pero segu¨ªa siendo el Oviedo el que parec¨ªa que controlaba la situaci¨®n. Siempre en defensa, porque de los asuntos ofensivos el conjunto asturiano sencillamente dimiti¨®. S¨®lo irrumpi¨® por las inmediaciones de Molina en los minutos iniciales, con tres llegadas consecutivas que Iv¨¢n Ania y Dely Vald¨¦s no acertaron a meter en la caja. No se supo m¨¢s de los ataques azules.
Lo poco que hizo el Oviedo, la racaner¨ªa con la que se plant¨® en el Calder¨®n y la comodidad con la que manej¨® la pelota en zona de nadie durante la primera mitad, habla peor del partido que cuaj¨® el Atl¨¦tico, de una pobreza extraordinaria. Jug¨® contra la elaboraci¨®n que pretend¨ªan los rojiblancos la lluvia, que envenen¨® el bal¨®n m¨¢s de la cuenta, y jug¨® tambi¨¦n en su perjuicio su propia alineaci¨®n, construida m¨¢s en funci¨®n de la cita europea del martes ante el Roma que de la visita del Oviedo. Sali¨® perdiendo el Atl¨¦tico por los que faltaron - acus¨® los descansos concedidos a Jugovic y Aguilera- y por los que jugaron -Valer¨®n evidenci¨® de nuevo una falta de forma alarmante, y Ventur¨ªn se confirm¨® como un futbolista corriente; con orden t¨¢ctico pero sin ninguna influencia beneficiosa con el bal¨®n en los pies-.
Poco brillo, pocas ideas y para rematar la faena, poco coraz¨®n. No se advirti¨® en los jugadores el plus de motivaci¨®n de los primeros d¨ªas sin Sacchi. Se perdieron todos los balones divididos -s¨®lo Santi y Chamot ganaron los suyos- y se jug¨® sin la desesperaci¨®n que tal vez exig¨ªa el resultado, sin arrojarle siquiera pasi¨®n a los ¨²ltimos minutos.
As¨ª las cosas, el Atl¨¦tico vivi¨® de Juninho. El brasile?o dio nuevos s¨ªntomas de que estamos ante un futbolista recuperado para la causa, al que le vuelven a salir algunos de sus regates y pases interiores, pero estuvo demasiado vigilado. Y adem¨¢s, tampoco encontr¨® muchos compa?eros a los que servir. S¨®lo Jos¨¦ Mari, lo dicho.
Entre la nula ambici¨®n del Oviedo y la incapacidad del Atl¨¦tico, el partido se consumi¨® sin demasiada historia. Pero dejando unos cuantos mensajes. Sobre todo uno que se?ala directamente al monedero de los Gil: el Atl¨¦tico necesita fichar un delantero centro con urgencia. Jos¨¦ Mari solo, pese a lo de Montju?c, no puede.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.