A Aznar no le lanzaron sujetadores
Las mujeres estuvieron ayer muy acompa?adas. Por la ma?ana, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar se apareci¨® a las suyas en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, en un sal¨®n de actos a rebosar y escoltado por los cargos p¨²blicos femeninos de su partido. Todas ellas tuvieron derecho a discurso; por la tarde, en Legan¨¦s, toc¨® a la exbic¨¦fala y ahora m¨¢s coordinada pareja del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia y Jos¨¦ Borrell, cerrar mitin en un polideportivo, tras menos intervenciones de mujeres -hablaron s¨®lo cuatro, la ¨²ltima de ellas la candidata a la Comunidad de Madrid, Cristina Almeida-. En algunos casos se not¨® poco que se celebraba el D¨ªa de la Mujer, y se aprovech¨® para arreglar otras cuentas pol¨ªticas. Empez¨® el partido del Gobierno. La oposici¨®n lleg¨® a Legan¨¦s con los telediarios vistos y la escopeta cargada.La audiencia de la ma?ana era de gran gala. Alcaldesas, diputadas, ministras y varios miles de devotas acompa?aron y jalearon a Aznar hasta el punto de que una exclam¨®, enfervorecida: "Falta, como en las corridas de Jesul¨ªn: que empiecen a volar sujetadores". Cuando el presidente se aventuraba en un "yo no soy un experto..." era interrumpido por triplicado: ?S¨ª lo eres! ?Eres el mejor! ?Eres el ¨²nico!, gritos procedentes de una audiencia de perfil terciadito: no todo rubias, no todo pieles; alg¨²n estrago hecho por la moda pelirroja; bolsos buenos y variada representaci¨®n de los toques pijo, puri, teresiana, opositora de Ciudad Real, mari, vaquero fino, estudiante y crucecita al cuello.
Cincuenta autocares de Toledo, Murcia, Palencia, Le¨®n o Badajoz llenos de mujeres -hombres, poco m¨¢s que el servicio de orden, Aznar, Arenas y P¨ªo Garc¨ªa Escudero- pugnando por fotografiar ministras, achuchar a la secretaria de Asuntos Sociales, Amalia G¨®mez, o retratarse con Esperanza Aguirre, que, con Te¨®fila Mart¨ªnez , fue de las m¨¢s besadas.
En Legan¨¦s, donde una tozuda tanguista con mensaje quiso allanar el reloj hasta la llegada de los l¨ªderes, el ambiente era de m¨¢s chunda-chunda. Candidatos, diputadas, alcaldes y cargos del PSOE formaban parte de un mixto de hombres y mujeres, vecinal-popular, de media de edad m¨¢s talludita que la vista por la ma?ana (o bien ni?os correteando), cazadora y chupa, menos pa?uelo al cuello, poco zapato de tac¨®n, escaso paso por Llongueras e id¨¦ntico empe?o en vender pegatinas contra la violencia a las mujeres que en pedir firmas para la justa causa.
Esta otra audiencia, tambi¨¦n entregad¨ªsima al aplaudir, alternando, en modo pol¨ªticamente correct¨ªsimo, los nombres de Almunia y Borrell -junto al de Almeida, que siempre cala en la parroquia-, ten¨ªa, a todas luces, menos disciplina que la popular, permiti¨¦ndose alg¨²n relajo, como la se?ora que sac¨® la merienda o la pareja que decidi¨® besarse apasionadamente, ajena a la problem¨¢tica de ser a la vez mujer y joven expresada desde la tribuna.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.