El Dalai Lama ofrece a Pek¨ªn renunciar a la independencia de T¨ªbet si obtiene la autonom¨ªa
Miles de tibetanos exiliados se manifestaron ayer en la localidad india de Daramsala, en las estribaciones del Himalaya, para conmemorar el 40? aniversario del fracasado alzamiento en T¨ªbet contra la ocupaci¨®n china. Aquella insurrecci¨®n forz¨® al exilio a decenas de miles de tibetanos, incluido el Dalai Lama. Ayer, en una desapacible jornada de lluvia y viento, el Dalai Lama, de 63 a?os, propuso a las autoridades de Pek¨ªn la apertura de una negociaci¨®n sobre una "verdadera autonom¨ªa" para el territorio a cambio de su renuncia a la independencia.
El Dalai Lama habl¨® en una muy emotiva celebraci¨®n del D¨ªa Nacional del Levantamiento Tibetano ante unas 5.000 personas que en ocasiones no pudieron evitar las l¨¢grimas por la patria perdida. Su l¨ªder espiritual y jefe del Gobierno en el exilio lament¨® la ruptura del di¨¢logo secreto con Pek¨ªn sobre el futuro de T¨ªbet e inst¨® al r¨¦gimen comunista a reanudar los contactos. La ruptura de las negociaciones formales se produjo en 1993, pero luego hubo contactos oficiosos que se quebraron "el pasado oto?o", ruptura que fue acompa?ada de "una nueva ronda de represi¨®n en T¨ªbet", dijo el Dalai.El premio Nobel de la Paz de 1989 subray¨® que desea "una verdadera autonom¨ªa para los tibetanos y la preservaci¨®n de su integridad cultural, ling¨¹¨ªstica y religiosa", y manifest¨®: "Una soluci¨®n justa al asunto de T¨ªbet me permitir¨¢ garantizar que usar¨¦ toda mi autoridad moral para convencer a los tibetanos de que no busquen la separaci¨®n".
Ese compromiso no fue bien recibido por todos. "Nuestro objetivo es la libertad total y no aceptaremos otra cosa", se?al¨® Tseten Norbu, presidente del Congreso de la Juventud Tibetana.
China invadi¨® T¨ªbet en 1950 y, durante los nueve a?os siguientes, el Gobierno de Mao Zedong y la Administraci¨®n del Dalai Lama mantuvieron una complicada relaci¨®n que se deterior¨® r¨¢pidamente en el momento en que Pek¨ªn decidi¨® imponer su sistema al territorio. El 10 de marzo de 1959, los habitantes de Lhasa, la capital de T¨ªbet, se alzaron contra la tropas chinas por temor a un intento de secuestro del Dalai. La rebeli¨®n cost¨® la vida a miles de nacionalistas en los d¨ªas siguientes. El 17 de marzo, el Dalai y su Gobierno partieron hacia el exilio y se establecieron en la ciudad de Daramsala.
Hace diez a?os, otro levantamiento contra los chinos dej¨® medio centenar de muertos.
Un empresario occidental que estuvo en Lhasa la semana pasada dijo que "hab¨ªa polic¨ªas por todos los lados", de tejados a esquinas. Otro viajero vio patrullas antidisturbios el lunes por la noche y dice que los turistas recibieron visitas policiales en sus habitaciones.
Los cr¨ªticos de la ocupaci¨®n china acusan a Pek¨ªn de destruir sistem¨¢ticamente la cultura tibetana, de haber convertido Lhasa en una impersonal ciudad china llena de inmigrantes y de detener y torturar a los monjes y monjas que apoyan al Dalia Lama. No hay datos fiables sobre la poblaci¨®n de T¨ªbet, que seg¨²n las fuentes oscilan entre los 6 y los 13 millones de habitantes, para un territorio que actualmente es de 1,2 millones de kil¨®metros cuadrados, 2,4 veces la superficie de Espa?a, frente a los 3,8 millones de kil¨®metros cuadrados de antes de la invasi¨®n. El presidente chino, Jiang Zemin, inaugur¨® el lunes una exposici¨®n en Pek¨ªn para conmemorar "el 40? aniversario de las reformas democr¨¢ticas y la eliminaci¨®n de la servidumbre en T¨ªbet". Los responsables de la actual Administraci¨®n en Lhasa han arremetido estos d¨ªas contra el Dalai. Raidi, presidente de la Asamblea Popular de T¨ªbet, dice que el Dalai Lama "es el principal representante del sistema feudal de servidumbre" que ten¨ªa el pa¨ªs y asegura que antes de la llegada de los chinos ¨¦l era un esclavo.
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