Navajas sin sangre

La ausencia de cualquier rastro de sangre en la navaja que te¨®ricamente fue empleada en el crimen y la supuesta vinculaci¨®n de Antonio de Lucas Andreu, apodado El Mechina, a grupos neonazis de Majadahonda fueron dos de los asuntos m¨¢s controvertidos del juicio.Tras el asesinato, El Mechina exhibi¨® a sus dos amigos una navaja con sangre. La limpi¨® en una fuente y a continuaci¨®n se deshizo de ella arroj¨¢ndola a un seto del parque Azata de Majadahonda. En esa navaja no hab¨ªa vestigio alguno de sangre, aunque s¨ª en el bolsillo de la cazadora bomber donde el acusado guard¨® el arma tras clavarla en el coraz¨®n de Fernando Bertol¨¢ y en el muslo de su otra v¨ªctima, Luis Miguel F.

Al d¨ªa siguiente del crimen, la Guardia Civil hall¨® una navaja en un seto del parque, pero ninguno de los an¨¢lisis practicados al arma muestra la existencia de sangre en la hoja. Esta ausencia fue atribuida por el abogado del Ayuntamiento de Majadahonda, Juan Ignacio Oriz, a la experiencia que ten¨ªa el acusado en el manejo y limpieza de las armas blancas, ya que, seg¨²n explic¨® el letrado, durante una ¨¦poca, El Mechina trabaj¨® en una planta de despiece de carnes.

Fuentes de la investigaci¨®n, conscientes de la dificultad de eliminar por completo todo vestigio de sangre en un arma de estas caracter¨ªsticas, no descartan la posibilidad de que el acusado llevase aquella noche no una, sino dos navajas, y que la encontrada no sea la que utiliz¨® en el asesinato.

De Lucas hab¨ªa sido detenido en una ocasi¨®n por portar dos navajas, lo que entonces le supuso una fuerte multa administrativa. De Lucas era conocido entre sus amigos por llevar casi siempre navajas y por su afici¨®n "a meterse en peleas". Al ser detenido por el crimen de Bertol¨¢, la Guardia Civil le intervino una hoja cuadriculada plagada de s¨ªmbolos nazis. La posibilidad de que en este crimen hubiese existido un m¨®vil racista o ideol¨®gico llev¨® a la ONG SOS-Racismo a intervenir en el juicio como acci¨®n popular.

El tribunal rechaza esta posibilidad en la sentencia. Entiende que no hay pruebas s¨®lidas que acrediten que el acusado gui¨® su acci¨®n por un m¨®vil racista o ideol¨®gico. La citada hoja, afirma el tribunal, pertenec¨ªa a un compa?ero del cuartel en el que el acusado efectuaba la mili, y el hecho de que llevase el pelo rapado obedec¨ªa tambi¨¦n a su situaci¨®n de recluta, declara probado el tribunal.