Primakov busca conseguir hoy en Belgrado una salida pol¨ªtica a la crisis de los Balcanes

El Gobierno ruso ha convertido su rabia por la intervenci¨®n de la OTAN en Yugoslavia en una iniciativa diplom¨¢tica para intentar que callen las armas. El primer ministro, Yevgueni Primakov; los titulares de Exteriores, ?gor Ivanov, y de Defensa, ?gor Sergu¨¦yev, y los jefes del espionaje civil y militar vuelan hoy a Belgrado para intentar que Milosevic cambie de actitud. Si el l¨ªder serbio puede ceder ante alguien, ¨¦se es Primakov, representante del hermano eslavo que se est¨¢ comportando como amigo y portavoz. Pero en ning¨²n momento como un aliado.

Porque la Rusia hundida en la crisis y con un Ej¨¦rcito que no es ni sombra de lo que fue no quiere verse directamente implicada en la guerra. La visita, en palabras de Ivanov, pretende "coordinar con Milosevic los pasos que puedan conducir a una soluci¨®n pol¨ªtica" del conflicto. Se trata, a?adi¨®, "de romper la din¨¢mica negativa de una situaci¨®n que amenaza la paz y la seguridad mundiales". En principio, est¨¢ previsto que la delegaci¨®n viaje tan s¨®lo a Belgrado, aunque no se descarta que, en funci¨®n de los resultados, Primakov (y tal vez Ivanov) extienda su misi¨®n para mediar ante la OTAN e intentar detener los bombardeos.Desde que cay¨® la primera bomba de la OTAN sobre Yugoslavia, Rusia se ha convertido en el portavoz de Belgrado. Si la Alianza asegura que hay una limpieza ¨¦tnica en toda regla, Mosc¨² replica que los independentistas han lanzado una ofensiva a gran escala. Si Javier Solana afirma que ha sido la intransigencia serbia y el rechazo de los acuerdos de Rambouillet lo que ha forzado a hacer hablar a las armas, Ivanov replica a su viejo amigo de cuando era embajador en Espa?a que la firma por los kosovares de ese compromiso fue "una verg¨¹enza" urdida para "echar a Belgrado la culpa del fracaso de la negociaci¨®n y comenzar la agresi¨®n militar". Y si los aliados sostienen que no habr¨¢ intervenci¨®n terrestre, el ministro ruso afirma que 3.000 guerrilleros se preparan en las fronteras de Albania y Macedonia con Kosovo para ser la punta de lanza de esa invasi¨®n.

Es un lenguaje propio de la guerra fr¨ªa, que choca tremendamente cuando sale de la boca de Ivanov, un diplom¨¢tico de carrera, meticuloso y moderado, forjador de compromisos y, hasta ahora, enemigo de los choques frontales. Sus palabras son fiel reflejo de la atm¨®sfera que se respira en el Gobierno ruso y en la pr¨¢ctica totalidad de la clase pol¨ªtica. Este conflicto, por otra parte, est¨¢ centrando ya el debate interno, y, con gran probabilidad, condicionar¨¢ las elecciones legislativas de diciembre. La ret¨®rica antioccidentalista est¨¢ garantizada para esa campa?a. Seguro que el liberal Grigori Yavlinski est¨¢ m¨¢s que arrepentido de haber dicho (v¨¦ase EL PA?S del 3 de enero) que conf¨ªa en que Rusia sea miembro de la OTAN dentro de veinte a?os.

Desde el Ministerio de Defensa, de forma sistem¨¢tica, se intenta echar por tierra los balances de la OTAN, y muy especialmente, la afirmaci¨®n de que apenas si hay v¨ªctimas humanas. El mariscal Sergu¨¦yev, por ejemplo, afirm¨® ayer que ya ha habido m¨¢s de mil muertos civiles, 10 veces m¨¢s que militares. Un alto mando del Ej¨¦rcito, el general Yuri Baliuevski, se?al¨® incluso que las bombas han alcanzado a un monasterio y a un monumento hist¨®rico. A?adi¨® que la tan cacareada precisi¨®n de la fuerza a¨¦rea aliada es un mito, y que son poco significativos los da?os sufridos por los sistemas de defensa a¨¦rea.

Previsiblemente, los jefes del espionaje no desperdiciar¨¢n la ocasi¨®n de echar una buena ojeada, y de traerse de vuelta a casa, toda la informaci¨®n posible sobre la tecnolog¨ªa del ultramoderno avi¨®n invisible ca¨ªdo el s¨¢bado sobre Yugoslavia. Esta pieza de caza mayor se ha celebrado en Rusia como propia. Sergu¨¦yev asegur¨® ayer que el aparato fue derribado por un sistema antia¨¦reo ruso que fue instalado en territorio serbio en tiempos sovi¨¦ticos.

Una fuente militar-diplom¨¢tica citada por la agencia Itar-Tass aseguraba, por su parte, que EEUU ha probado su bomba de ¨²ltima generaci¨®n, GDAM, con la que no estaba previsto equipar a la fuerza a¨¦rea hasta el a?o 2000. Se trata de un artefacto de alta precisi¨®n cuyo margen de error es inferior a los tres metros.