Caldos atrayentes
La localidad onubense rentabiliza sus bodegas vitivin¨ªcolas y su gastronom¨ªa como reclamo tur¨ªstico
Bollullos Par del Condado no tiene mar, ni monumentos, ni un paisaje especialmente hermoso. Ni siquiera cuenta con un castillo ni est¨¢ en la sierra. Tampoco hay en esa localidad onubense, ubicada en plena llanura de la campi?a, un hotel importante. Sin embargo, es un pueblo que reclama al turismo por donde muere el pez: por la boca. Bollullos se ha convertido en la capital de la gamba y del vino. Del comer y del beber. En una apuesta segura por la buena gastronom¨ªa. En la entrada desde la autov¨ªa Huelva-Sevilla, en lo que los bollulleros llaman la Traves¨ªa -una calle que cruza la localidad de norte a sur-, un barril de vino tiene un letrero. Dice: Bollullos. Todo un indicio. Enseguida el viajero comienza a toparse con bodegones, muy largos todos, con camareros alegres y vociferantes, con un clima de fiesta y olor a gambas. En esa calle se concentran unos 300 puestos de trabajo en el sector de la hosteler¨ªa, en un pueblo que durante casi todo el a?o roza el pleno empleo. Hay seis bodegones en la Traves¨ªa, que a la semana vende cada uno 1.500 kilos de gambas y 1.200 kilos de chocos. Alguno incluso posee un barco de pesca a su disposici¨®n. En Bollullos se consume el 50% de los mariscos de la provincia de Huelva. Es un pueblo de paso, a unos 20 minutos en coche de Huelva, media hora de Sevilla y 15 minutos de la playa de Matalasca?as. S¨®lo tiene un hostal, moderno, con 16 habitaciones, que casi siempre se hallan al completo. Pero Bollullos se ha convertido en n¨²cleo visitado, de turismo de paso -gastron¨®mico-, sobre todo de vecinos de Sevilla, dada su oferta vinatera y culinaria. Porque Bollullos es una zona vitivin¨ªcola de primer orden desde tiempos remotos, un lugar donde se producen actualmente 20 marcas de vino. Caldos j¨®venes, transparentes, especialmente agradables para el paladar al tomarse fr¨ªos, que resultan ideales para acompa?ar al marisco. Esta localidad representa el 70% de la producci¨®n vitivin¨ªcola de la comarca del Condado, con la cooperativa m¨¢s grande de Andaluc¨ªa en volumen de almacenamiento de vino. Los bollulleros descubrieron hace tiempo que el vino es un reclamo excelente para el turismo. Por eso algunas de estas empresas han acondicionado sus instalaciones para las visitas de grupos de curiosos y gourmets, como es la caso de Bodegas Andrade, Bodegas Iglesias o Compa?¨ªa Vitivin¨ªcola. Diariamente sus instalaciones reciben a varios autobuses cargados de curiosos. Adem¨¢s, en el plazo de dos meses estar¨¢ concluido el Museo del Vino, ubicado en la Torre de los Vallejos, un edificio del siglo pasado que est¨¢ siendo acondicionado para este menester. All¨ª se explicar¨¢ a los visitantes el proceso de elaboraci¨®n del vino, con el apoyo de diapositivas y proyecciones audiovisuales. Para que todo quede lo m¨¢s claro posible, se invitar¨¢ a cada turista a la degustaci¨®n de cuatro copas gratuitas de vino del Condado. Los bollulleros tratan de promocionar el sabor de sus caldos a toda costa. Incluso el alcalde, Francisco Javier Camacho, jug¨® hace dos a?os de farol: asegur¨® p¨²blicamente que esos vinos proporcionan fertilidad. Y es que Bollullos puede presumir de que cuenta entre sus vecinos con los famosos sextillizos, los seis ni?os que el pasado 5 de diciembre cumplieron dos a?os de edad. Nacieron en el hospital Juan Ram¨®n Jim¨¦nez de Huelva en un parto m¨²ltiple por ces¨¢rea que despert¨® inter¨¦s en medio mundo. Fue un ¨¦xito. Burgueses emprendedores Pero no es Bollullos una localidad sin ning¨²n atractivo. Tiene la iglesia de Santiago Ap¨®stol, la parroquia de Jes¨²s y una ermita. Y el Parque Natural de San Sebasti¨¢n, una dehesa de alcornocales. Ah¨ª es tradici¨®n que acudan los chavales del pueblo al t¨¦rmino de la Semana Santa a comerse las tortas resobadas y el huevo duro. Cada ni?o parte el huevo duro en la cabeza de otro. Los bollulleros son personas de mentalidad burguesa, muy emprendedores, que disfrutan de una elevada renta per c¨¢pita, seg¨²n ellos mismos se describen. Incluso se les llama los catalanes del Condado. Este pueblo, sin embargo, ha votado mayoritariamente en las elecciones municipales a Izquierda Unida desde 1979, cuando gan¨® el partido comunista con Diego Valderas al frente. "Tenemos una mentalidad inversora y din¨¢mica. Cuando un vecino de este pueblo gana dinero con sus vi?as, no se pone a arreglar el tejado de su casa para que quede m¨¢s bonito, sino que compra un vi?edo m¨¢s. Arriesgamos. Siempre intentamos ir a m¨¢s", se?ala Francisco Javier Camacho. A las tres de la tarde, los bodegones rebosan de p¨²blico. Los camareros gritan: "Me falta una de gambas". Las cajas registradoras de los establecimientos, poco a poco, se llenan.
Mucho vino y poca tierra
Bollullos tiene un t¨¦rmino municipal superpoblado: 13.000 habitantes repartidos en unas 4.000 hect¨¢reas. Por eso los bollulleros, en su negocio ancestral -el vino- han tenido que invertir en otras zonas del entorno. "Hemos colonizado la comarca del Condado. Un 40% de los vi?edos de Rociana, un 20% de los de La Palma y un 30% de los de Almonte pertenecen a gente de Bollullos", explica el alcalde Francisco Javier Camacho con orgullo. Una econom¨ªa que cuenta con el vino como soporte importante. Incluso en los textos de historia se recoge as¨ª. El libro titulado Los pueblos de Huelva en el siglo XVIII, escrito por Juan Enrique Ruiz Gonz¨¢lez, recientemente editado por la Diputaci¨®n de Huelva, indica en un escrito de hace m¨¢s de dos siglos: "El fruto m¨¢s copioso, que sirve de principal nervio a sostener en la rep¨²blica de Bollullos, es el de las vi?as, reducido a vinos y arrope, que la han puesto en una regular florescencia comerci¨¢ndose con ellos a Sevilla, C¨¢diz y otras partes". Ya en ese texto se dice que Bollullos Par del Condado no tiene "r¨ªos, laguna ni arroyo principal". Para comer son aconsejables los seis mesones, ubicados en la Traves¨ªa, entre ellos El Abuelo Curro. En todos ellos puede adquirirse vino de la tierra y cajas de fresas, otra de las producciones tradicionales de la localidad.
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