Un mural novelesco

Nueva novela de Carlos Fuentes: Los a?os con Laura D¨ªaz, una suerte de vasta memoria del M¨¦xico del siglo XX. Sigue, en el tiempo, a Diana o la cazadora solitaria y La frontera de cristal, dos t¨ªtulos excelentes. Es de esperar que los niveles se mantengan; rara vez han deca¨ªdo en el autor. Su obra es, con la de Juan Rulfo, la m¨¢s importante de la narrativa mexicana y un hito fundamental de las letras latinoamericanas contempor¨¢neas. De La regi¨®n m¨¢s transparente a esta ¨²ltima obra, Fuentes ha trazado, caudaloso y preciso, un fresco o mural muy rico de la sociedad mexicana en los tiempos recientes y menos recientes. Fresco o mural, universal como el de los grandes muralistas mexicanos, aunque con m¨¢s voluntad comprensiva y bastantes menos rencores oscuros.Nunca olvidaremos la agon¨ªa de Artemio Cruz, las ¨²ltimas horas del l¨ªder revolucionario corrupto despu¨¦s de traicionar los mejores ideales. Nunca olvidaremos tampoco la cruel soledad de Jean Seberg (Diana Soren), mujer y diosa cazadora del amor y la utop¨ªa y, al fin, cazada por el FBI norteamericano, en un relato en el que el escritor no dud¨® en retratarse a s¨ª mismo tan c¨¢ustica como severamente. ?Y el beso, olvidaremos el beso que a trav¨¦s del cristal de unas grandes oficinas se dan el obrero mexicano inmigrado y la ejecutiva norteamericana bien instalada en La frontera...?

Fuentes ha combinado la utilizaci¨®n de las t¨¦cnicas m¨¢s avanzadas de la novela contempor¨¢nea con la inmersi¨®n en la sociedad mexicana, que ha sido la materia prima de su narrativa. En esto es, como Vargas Llosa, un heredero leg¨ªtimo de Balzac. De hecho, la novela latinoamericana ha cumplido en sus latitudes la misma o semejante funci¨®n social que cumpli¨® la novela del XIX en Europa: la funci¨®n de articular las grandes preocupaciones colectivas. Y esa funci¨®n la ha cumplido Fuentes sin devaluar en ning¨²n momento sus recursos expresivos, constructivos y conceptuales. ?l defini¨® en una ocasi¨®n la novela contempor¨¢nea como la conjunci¨®n de mito, lenguaje y estructura. Estos tres niveles se imbrican y armonizan en su poderosa narrativa, que ha alcanzado reconocimiento mundial, incluido el reconocimiento espa?ol, aunque la recepci¨®n de la obra de Fuentes no haya alcanzado siempre aqu¨ª el grado que merecen su calidad y profundidad.