Serbia sella sus fronteras y obliga a regresar a Kosovo a todos los que tratan de escapar
ENVIADO ESPECIAL, El paso fronterizo yugoslavo que lleva a Morina, en el norte de Albania, ha sido sellado. Ayer amaneci¨® misteriosamente desierto. Al otro lado, en la zona controlada por las fuerzas de seguridad yugoslavas en Kosovo, no hay un alma. Ni guardas fronterizos ni refugiados. S¨®lo restos de papeles, cartones, ropa... Un basurero abandonado que delata la presencia en ese lugar, hace s¨®lo unas horas, de decenas de miles de kosovares que trataban de cruzar a Albania. A las tres de la madrugada, la polic¨ªa serbia invit¨® a ese numeroso grupo a regresar hacia el interior de Kosovo. Seg¨²n un testigo, la operaci¨®n no fue voluntaria. Algo similar sucedi¨® al otro lado de Blace, el principal puesto fronterizo de Macedonia con Yugoslavia.
Les forzaron a marchar en la oscuridad en direcci¨®n desconocida. Varias fuentes humanitarias temen que puedan ser utilizados como escudos humanos para dificultar los ataques aliados sobre la artiller¨ªa y los blindados. Por Morina cruzaban hasta ayer 30.000 kosovares al d¨ªa. Ahora, esa puerta de escapatoria est¨¢ cerrada."No sabemos lo que est¨¢ pasando. Suponemos que los serbios les han obligado a darse la vuelta y a regresar a sus casas", asegur¨® ayer Owen O?Sullivan, uno de los observadores internacionales de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) destacados en Kukes, la ciudad albanesa m¨¢s pr¨®xima a Morina y en la que, con 24.000 habitantes, se ha dado cobijo a 80.000 de las 260.000 personas que han cruzado la frontera desde el inicio de la operaci¨®n a¨¦rea de la OTAN.
Un portavoz de ACNUR en Tirana asegur¨® que los puestos de monta?a de Kafa y Prushit tambi¨¦n estaban vac¨ªos. Nadie cruza por ellos desde el martes. Teme que en ambos casos haya sucedido lo mismo que en Morina. En Kafa y Prushit es imposible el tr¨¢nsito de civiles sin el apoyo de las tropas yugoslavas, porque la zona est¨¢ regada de minas anti personas. Ayer mismo se pudo ver a las tropas serbias plantando minas y cavando trincheras a lo largo de la frontera de Kosovo con Albania, cerca de Morina.
La desaparici¨®n de esos miles de kosovares que hu¨ªan de la guerra se une a la tragedia de otros 14.000 que llegaron ayer a Albania procedentes de Macedonia, de donde fueron expulsados sin miramientos en la noche del martes. Este gesto del Gobierno de Skopje ha alarmado sobremanera al Ejecutivo de Tirana, que teme ahora una segunda avalancha de refugiados, lo que podr¨ªa desestabilizar a¨²n m¨¢s su precaria situaci¨®n econ¨®mica.
[Adem¨¢s, decenas de miles de kosovares que esperaban para cruzar la frontera a¨²n del lado yugoslavo fueron obligados a dar la vuelta por las autoridades serbias que les dijeron que regresaran a sus pueblos, seg¨²n fuentes gubernamentales de Macedonia citadas por la CNN].
Sergio Balanzino, secretario adjunto de la Alianza Atl¨¢ntica, visit¨® ayer la zona de Kukes, donde encontr¨® "historias dram¨¢ticas del sufrimiento de los refugiados", pero destac¨® la buena organizaci¨®n de la ayuda. Sobre el cierre de la frontera, Balanzino declar¨® que podr¨ªa interpretarse de dos maneras. Una positiva, que Slobodan Milosevic les permite el regreso a sus pueblos; o una negativa, que de Belgrado sigue us¨¢ndoles como piezas de un ajedrez imaginario en su partida con la OTAN.
En el aeropuerto de Tirana se est¨¢ levantando un gigantesco campamento de socorro. Seg¨²n Balanzino, en ¨¦l trabajar¨¢n 6.000 soldados estadounidenses "que no tendr¨¢n un papel de combate" en una eventual ofensiva en Kosovo. Su presencia no fue oficial hasta anoche cuando el Parlamento alban¨¦s aprob¨® ese despliegue de tropas y de los helic¨®pteros Apache para "defender la seguridad nacional y apoyar las acciones militares de la OTAN en la regi¨®n"
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