Eugenio de Mora, herido menos grave

"Pim, pam". "Mete y saca". "Visto y no visto". Todas estas descripciones se o¨ªan a las puertas de la enfermer¨ªa pocos minutos despu¨¦s de que Eugenio de Mora entrara a pie. Soluci¨®n a tanto enigma onomatop¨¦yico: una cornada de 15 cent¨ªmetros "muy limpia", en expresi¨®n del hermano del diestro. De forma m¨¢s precisa, el pron¨®stico: menos grave.En efecto, y pese a la primera impresi¨®n que apuntaba a simple puntazo o lesi¨®n interna, el toledano se llev¨® una cornada profunda en el tercio medio del muslo derecho con una trayectoria hacia arriba "que causa destrozos en el m¨²sculo recto anterior y alcanza el f¨¦mur", seg¨²n el parte m¨¦dico.

La interpretaci¨®n ven¨ªa en boca de los familiares y el apoderado del matador. "No sangraba. Lo que quiere decir que no ha afectado a ninguna vena importante. Eso s¨ª, ha hecho un gran destrozo", comentaba el hermano. "Se puede decir que ha habido suerte. Al tocar el hueso no ha ido hacia zonas m¨¢s peligrosas", apuntaba el apoderado Pablo Lozano. As¨ª, daban las ocho y media de la tarde y el torero, m¨®vil en mano, se encaminaba en la ambulancia rumbo a la cl¨ªnica de la Fraternidad. "Un tornillazo hacia arriba, pero sin sangre", era la ¨²ltima descripci¨®n de un picador. Una frase tan rotunda como tranquilizadora.