La Alianza advierte de que los bombardeos continuar¨¢n

La OTAN no va a detener los bombardeos a pesar del acuerdo del G-8. Y ni siquiera lo har¨¢ aunque Slobodan Milosevic anuncie p¨²blicamente su apoyo a ese acuerdo. Lo que tiene que hacer el l¨ªder serbio para que los aliados dejen de lanzar sus obuses sobre Yugoslavia es acatar en la pr¨¢ctica lo acordado o la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad que surgir¨¢ de ello."Lo que necesitamos son actos, no palabras", declar¨® ayer el portavoz civil aliado, Jamie Shea. "Si Milosevic hubiera acatado las tres resoluciones del Consejo de Seguridad que ya existen, la 1.160, la 1.199 y la 1.203, no estar¨ªamos en la situaci¨®n en que estamos", a?adi¨®.

"Probablemente a¨²n viviremos varias semanas de campa?a a¨¦rea", pronostic¨® una fuente atl¨¢ntica. ?se es el tiempo que los aliados estiman que ser¨¢ necesario; primero, para que el acuerdo de ayer se transforme en una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad y, segundo, para que Milosevic se d¨¦ cuenta de que est¨¢ pol¨ªticamente aislado y no tiene ninguna posibilidad de obtener una victoria militar sobre los aliados.

La OTAN interpreta que el acuerdo del G-8 le suministra dos balones de ox¨ªgeno de primer orden. Vuelve a incorporar a Rusia al coraz¨®n de la soluci¨®n pol¨ªtica de la crisis de Kosovo y abre las puertas a una legitimaci¨®n de la toma de la provincia bajo el paraguas de Naciones Unidas. Eso es tanto como decir que los dos principales factores pol¨ªticos que dificultaban la intervenci¨®n por tierra -la oposici¨®n de Rusia y la ausencia de mandato de la ONU- est¨¢n en camino de resolverse, algo que debe hacer reflexionar a Milosevic. Para reforzar esa presi¨®n, la Alianza cuenta con el mantenimiento de una campa?a a¨¦rea que ahora, con el doble de aviones que al principio, le permite bombardear durante 24 horas al d¨ªa a las fuerzas serbias.