El presidente de la UCI estuvo diez horas detenido por el 'caso Festina'

A dos meses del Tour de Francia, la ofensiva judicial francesa contra el dopaje contin¨²a ofreciendo detenciones, interrogatorios y encarcelamientos. Ayer, el presidente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), el holand¨¦s Hein Verbruggen, era puesto bajo detenci¨®n judicial e interrogado en calidad de testigo sobre las medidas antidopaje adoptadas por su organizaci¨®n. Despu¨¦s de m¨¢s de 10 horas de estancia en los locales de la polic¨ªa judicial de Lille, fue puesto en libertad a las 19.30 horas por orden del juez Patrick Keil, instructor de la caso Festina.

La polic¨ªa judicial le interrog¨® largamente sobre la competencias de la UCI en la lucha contra el dopaje y se mostr¨® muy interesada en conocer al detalle las decisiones e iniciativas adoptadas por ¨¦l mismo en los ¨²ltimos tiempos. Hein Verbruggen, que hab¨ªa reclamado testificar en el caso, rehus¨® hacer declaraciones a la prensa.A media tarde, ante el mismo juez Patrick Keil, el ciclista Richard Virenque, su antiguo director deportivo, Bruno Roussel, y el ex masajista del Festina, Willy Voet, fueron sometidos a un careo que dio lugar a duras escenas y a un cruce violento de acusaciones. Seg¨²n Jean-Louis Bessis, abogado de Willy Voet, durante el careo, Virenque se neg¨® a reconocer haberse dopado y a retractarse de las acusaciones vertidas contra su antiguo preparador. "Voet se ha echado entonces a llorar y le ha lanzado a Virenque: cabr¨®n, estar¨ªas muerto si yo hubiera aceptado inyectarte todos los productos que me ped¨ªas que te metiera". Simult¨¢neamente, en Brest, era encarcelado Bernard Sainz, conocido en los medios ciclistas como Doctor Mabuse, un falso m¨¦dico muy bien relacionado, por lo visto, en los medios ciclistas, cinematogr¨¢ficos y pol¨ªticos francesas. Procesado por "ejercicio ilegal de la medicina", Bernard Sainz, criador de caballos, fue detenido el jueves junto con el abogado Bertrand Lavelot, acusado de "trafico de sustancias venenosas", los ciclistas Philippe Gaumont (Cofidis) e Yvon Ledanois ( Fran?aise des Jeux) y el antiguo corredor ya retirado Pascal Peyramaure. En el transcurso de la operaci¨®n ordenada por el juez Mich¨¨le Colin, la polic¨ªa se incaut¨® dosis de corticoides.

Seg¨²n uno de los expertos que participan en Par¨ªs en la cumbre cient¨ªfica contra el dopaje, G¨¦rard Dine, presidente del Instituto Biol¨®gico de Troyes, "desde 1995 todos las marcas registradas en los deportes de resistencia han estado precedidas por el consumo de EPO". A su vez, Jean-Marie Leblanc, director del Tour de Francia, se ha mostrado dispuesto a dar salida a la carrera aun contando con 14 o 15 equipos. "Han tenido siete meses para hacer limpieza en sus corredores y en sus costumbres y el problema no es la cantidad, sino la calidad moral de los equipos", ha declarado a la agencia France Presse.

Decenas de corredores han sido citados a declarar por Keil, quien parece haberse hecho una preciosa radiograf¨ªa del funcionamiento de los bajos fondos del ciclismo. Tan preciso fue el retrato que, tras varios meses de ritmo lento, Keil decidi¨® acelerarlo el mes pasado. Lo hizo de forma explosiva. Llam¨® a declarar a los principales dirigentes del ciclismo franc¨¦s: Daniel Baal, presidente de la federaci¨®n; Roger Legeay, director del Cr¨¦dit Agricole y presidente de la Liga de Ciclismo Profesional, y Jean Marie Leblanc, director del Tour. Despu¨¦s de o¨ªrlos decidi¨® procesar a los dos primeros, por no hacer todo lo posible contra el dopaje. Poco despu¨¦s, en un nuevo golpe de efecto, decid¨ªa procesar a Richard Virenque, un hecho espectacular y de largo alcance: la ley antidopaje no persigue a los consumidores, por lo que la implicaci¨®n del corredor significa que hay sospechas de que particip¨® en el tr¨¢fico o en la inducci¨®n al consumo. Las agendas en las que Willy Voet anotaba todas las dosis que administraba a los corredores parecen ser la principal prueba en su contra.

El reciente golpe dado por la juez Mich¨¨le Colin a la red de tr¨¢fico de productos dopantes puesta en marcha por el abogado Bertrand Lavelot y el falso m¨¦dico Bernard Sainz es el ¨²ltimo indicador de la extensi¨®n de un problema al que s¨®lo parecen poder hacer frente las instancias judiciales.