Ricas y bellas

A la hora de coger flores para la cocina hay que tener mucho cuidado, casi tanto como con las setas. Primero, se deben utilizar flores comestibles y procurar que no hayan sido tratadas con pesticidas. Las flores de las florister¨ªas son muy bonitas, pero han podido ser tratadas con productos qu¨ªmicos. En caso de duda sobre si una flor si es comestible o no, lo mejor consultar con un especialista. Hay que recogerlas de d¨ªa y con tiempo seco, y s¨®lo las que se van a utilizar al momento; lavarlas en agua fresca y eliminar los estambres, los pistilos y la base blanca de los p¨¦talos, porque si no luego nos dar¨¢n un gusto un poco amargo. Algunas flores como la lavanda, el brezo o las rosas se pueden secar para usar fuera de temporada. En cuanto a sus aplicaciones, hay un tipo de flores que se utilizan porque prestan delicados aromas y sabores a las creaciones en las que intervienen. Por ejemplo, la lavanda, los p¨¦talos de rosa, el azahar y la capuchina, aromatizando muchas veces cosas tan dispares como sorbetes, licores, vinos, t¨¦s, natillas, mermeladas o gelatinas. Otras flores son m¨¢s propiamente decorativas, como los crisantemos, las flores de borraja, los geranios jaspeados, o las cal¨¦ndulas, que son amarillas y dan un color precioso a una ensalada, por ejemplo.