Muere a los 75 a?os el escritor, acad¨¦mico y periodista Torcuato Luca de Tena
El autor, fallecido en Madrid, present¨® el mes pasado su ¨²ltima obra, 'Mercedes, Mercedes'
El periodista, acad¨¦mico y escritor Torcuato Luca de Tena falleci¨® ayer, a los 75 a?os, en Madrid, tras una larga enfermedad. Ex director de Abc y nieto del fundador de este diario, era miembro de la Real Academia Espa?ola desde 1973. Los Reyes enviaron un telegrama de condolencia a su viuda, Blanca Benjumea, y otro a su hermano, Guillermo Luca de Tena, presidente de la Junta de Fundadores de Abc. Autor de Edad prohibida o Los renglones torcidos de Dios, premio Nacional y Planeta, Luca de Tena present¨® el mes pasado la tercera parte de su trilog¨ªa sobre la guerra civil, Mercedes, Mercedes.
En la penuria cultural de la posguerra, de una ya avanzada posguerra, sobresal¨ªan algunos autores que despu¨¦s el tiempo ha ido desdibujando cuando no diluyendo. Eran escritores como Jos¨¦ Mar¨ªa Gironella -que a¨²n sobrevive-, Manuel Halc¨®n, Alejandro N¨²?ez Alonso, Bartolom¨¦ Soler o Juan Antonio de Zunzunegui, escritores que merecen, sin duda, valoraci¨®n distinta. No es lo mismo un honrado y a trechos vigoroso galdosiano como Zunzunegui -burdamente maltratado por muchos que no lo han le¨ªdo- que un fabulador populista y bestselleriano como Jos¨¦ Mar¨ªa Gironella. El Manuel Halc¨®n de los Recuerdos de Fernando Villal¨®n es mucho m¨¢s perdurable que aquel insistente perpetrador de novelas hist¨®ricas que se llam¨® N¨²?ez Alonso. La mayor¨ªa de estos escritores cont¨®, no obstante, con la aquiescencia oficial, t¨¢cita o expresa.A estos autores exitosos de la segunda posguerra pertenec¨ªa Torcuato Luca de Tena (Madrid, 1923). Su reportaje sobre la Divisi¨®n Azul y los prisioneros espa?oles en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Embajadores en el infierno, obtuvo el Premio Nacional de Literatura, fue muy jaleado por la prensa de la ¨¦poca y se convirti¨® en t¨ªtulo de obligada referencia oficial que nutri¨® el imaginario mitol¨®gico del r¨¦gimen, insistentemente vertebrado por la satanizaci¨®n del comunismo y, ya para entonces, por la defensa de los valores de Occidente y la creciente voluntad de olvidar el muy poderoso filonazismo de la dictadura.
Pero el gran ¨¦xito de Luca de Tena lo constituy¨® un libro que alcanz¨® enormes ventas, que se han prolongado muchos a?os, y que fue todo un best seller en el sentido m¨¢s definidamente literario del t¨¦rmino: Edad prohibida (1958), novela sobre el amor y la adolescencia. El p¨²blico conservador y no demasiado exigente de la ¨¦poca gustaba de esa clase de frutos. Con naturalismo atenuado enfoc¨® tambi¨¦n Luca de Tena, algunos a?os m¨¢s tarde (1961), otro tema exigente en La mujer del otro, que fue premiada con el Planeta de ese a?o. Y aun se sobrevivi¨® en el tratamiento de materiales complejos, mucho m¨¢s complejos que el utillaje expresivo y conceptual de que dispon¨ªa, con Pepa Niebla, donde se sumergi¨® en el universo de la enfermedad mental. Esta obra obtuvo otro entonces sustancioso premio comercial, el Ateneo de Sevilla. Era ya 1970. Un a?o antes, Luca de Tena, que escribi¨® varias obras de teatro, hab¨ªa sido uno de los grandes triunfadores de la temporada con el drama Hay una luz sobre la cama.
Luca de Tena insisti¨® a?os m¨¢s tarde en esa clase de literatura espectacular para cierta mentalidad conservadora con otra novela de ¨¦xito firme, aunque m¨¢s discreto que las anteriores: Los renglones torcidos de Dios (1979). El fallecido escritor, que compuso otras obras de ficci¨®n y ensay¨ªsticas, ha sido un muy cualificado representante de una literatura de visi¨®n y formas ultraconservadoras y manieristas, y bastante al margen de la evoluci¨®n real de la literatura, que se sustent¨® en su momento en amplias audiencias. Hoy, para qu¨¦ enga?arnos, esta literatura comercial sigue contando con autores y p¨²blico. Algunas novelas urbanas o feministas han tomado con fuerza el testigo y se presentan, eso s¨ª, con una audacia can¨®nica de la que carec¨ªan, por lo general, sus antecesoras de posguerra. Esta literatura tiene, sin duda, derecho a existir, pero tambi¨¦n lo tiene a que se le valore en sus justas coordenadas.
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