CARLOS SORIA ALPINISTA "Quiero demostrar que la edad no certifica la inutilidad"
A una edad en la que la mayor¨ªa solo se preocupa por encontrar sus zapatillas de andar por casa all¨ª donde las coloc¨® la v¨ªspera, Carlos Soria se ha convertido en el m¨¢s anciano de los monta?eros especializados en Himalaya. En el a?o de su 60 aniversario se ha empe?ado en alinear tres ascensiones a otros tantos ochomiles, una aventura que tras escucharle tiene menos de exc¨¦ntrica que de cabal. Hollada la cima del Cho Oyu, el madrile?o no reconoce en su f¨ªsico rastro alguno de vejez que le impida vencer el Broad Peak y el Manaslu. Pregunta. ?C¨®mo explica tal actividad despu¨¦s de cumplir los 50? Respuesta. Es por una continuidad que he tenido en la monta?a. Llevo a?os haciendo escalada, pero en otras ¨¦pocas m¨¢s propicias para estas empresas prefer¨ªa ir al monte con mis cuatro hijas. P. ?Ha sufrido problemas econ¨®micos en esta aventura? R. Todav¨ªa los sufro. Cada vez que me voy de expedici¨®n me arruino, pero tengo la suerte de tener muy buena clientela en mi taller artesano de tapicer¨ªa. Aqu¨ª es dif¨ªcil sacar dinero. Siempre he dicho que si fuera vasco me ir¨ªa muy bien. P. ?Le asusta m¨¢s la monta?a o el hogar del jubilado? R. Si tiene que llegar lo del hogar del jubilado lo aceptar¨¦, pero ahora lo veo muy lejano. A m¨ª me ocurre que cuando hablo de gente mayor se me olvida qui¨¦n soy. P. ?A qu¨¦ renuncia? R. Renuncio a mi familia, a tener un cochazo (s¨®lo tengo una forgoneta) o una casita en la sierra, pero a eso no puedo renunciar yo solo: me ayuda mi familia, mi mujer. Podr¨ªa ganar m¨¢s dinero, pero ?para qu¨¦ lo iba a querer? P. ?Qu¨¦ pretende demostrar con esta gesta? R. Me dan ganas de demostrar que la edad no certifica la inutilidad. Se puede ser in¨²til a los 28 a?os o a los 60 o a los 43. P. ?Qu¨¦ les dice a los que dan por finiquitadas sus ilusiones cuando alcanzan la cuarentena? R. Es muy duro luchar por las ilusiones y es m¨¢s f¨¢cil encontrar excusas para parar. Si son ilusiones sinceras, hay que luchar, a menos que sean aventuras juveniles. P. ?C¨®mo le explica a un amigo sus satisfacciones? R. Le puedo contar c¨®mo ascend¨ª al Cho Oyu con luna llena, viendo amanecer cerca de los 8.000 metros y contemplando el cambio de luz entre la luna y el sol. Pero no s¨®lo es eso: tambi¨¦n es recordarlo, comentarlo. P. ?Quiz¨¢ no merezca la pena ir si no hay nadie a quien cont¨¢rselo a su regreso? R. La satisfacci¨®n personal est¨¢ bien, pero, luego, el poder hablar con tu familia, amigos y con gente que comprende las mismas cosas que t¨² es fundamental. P. ?Su ejemplo puede banalizar el himalayismo? R. Entre los que no me conocen es posible, pero cuidado con los ochomiles, cuidado, que de vez en cuando pegan un palo impresionante.
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