El Consejo de Colonia silencia su opini¨®n sobre la ca¨ªda del euro despu¨¦s de haberla redactado

El Consejo Europeo de Colonia decidi¨® ayer no pronunciarse sobre la evoluci¨®n del euro para evitar echar le?a al fuego de las c¨¢balas sobre el futuro de la moneda ¨²nica. La forma en que la cumbre evit¨® entrar en materia no contribuy¨® al fin que se hab¨ªan propuesto los l¨ªderes europeos. A instancias de los ministros de Finanzas, se suprimi¨® del comunicado final un p¨¢rrafo entero, que hab¨ªa sido incluido en anteriores versiones del documento de conclusiones de la Cumbre de Colonia. El euro continu¨® ayer su ca¨ªda y lleg¨® a cambiarse a 1.0280 d¨®lares, aunque m¨¢s tarde se recuper¨® a 1,0370.

Los dirigentes de la zona euro quieren que su moneda hable con una sola voz, a saber la del presidente del Banco Central Europeo (BCE), el holand¨¦s Wim Duisenberg, seg¨²n explic¨® ayer el canciller alem¨¢n Gerhard Schr?der en la rueda de prensa final de la cumbre. Lo que se ha acordado, pues, es un acto de disciplina verbal, para calmar la oleada de rumores sobre el futuro del euro. Mientras esto suced¨ªa, el euro continuaba depreci¨¢ndose frente a la divisa estadounidense. Lleg¨® a cambiarse a 1,0280 d¨®lares durante las primeras horas de sesi¨®n. Al final de la jornada se recuper¨® hasta los 1,0370 d¨®lares. El tipo de cambio fijado oficialmente ayer fue de 1,0315.El p¨¢rrafo suprimido comenzaba diciendo que "el Consejo Europeo no est¨¢ en absoluto preocupado por la evoluci¨®n actual del tipo de cambio del euro". Despu¨¦s, el texto se adentraba en las explicaciones generalizadas estos d¨ªas, seg¨²n las cuales la clave de la evoluci¨®n reciente del tipo de cambio entre las divisas m¨¢s importantes del mundo reside en su diferente evoluci¨®n coyuntural, diferencias que se nivelar¨¢n en el curso de este a?o y el pr¨®ximo. "El Consejo Europeo considera que las perspectivas de evoluci¨®n del euro a medio y largo plazo son buenas", se?alaba el texto desaparecido.

Mensaje sin compromisos

Los dirigentes europeos optaron, pues, por abstenerse de valoraciones y eligieron una f¨®rmula mucho m¨¢s sobria. "Con la introducci¨®n del euro Europa estar¨¢ en situaci¨®n de desempe?ar un papel en la econom¨ªa mundial que corresponda a su peso econ¨®mico (...) Un euro estable reforzar¨¢ la capacidad de Europa para impulsar el crecimiento y la ocupaci¨®n". Tambi¨¦n permaneci¨® la afirmaci¨®n de que "es necesario aplicar con rigor las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, cumpliendo con objetivos presupuestarios realistas y cre¨ªbles".A la operaci¨®n de poda final del comunicado contribuyeron Francia, el Reino Unido e Italia, se?alaron fuentes del Consejo. Seg¨²n ¨¦stas, a propuesta de Italia se elimin¨® el punto donde los dirigentes europeos hac¨ªan equilibrios, sin atreverse a decir simplemente que est¨¢n satisfechos, la f¨®rmula que hubiera sido normal de haber respondido el euro a las expectativas.

Schr?der subray¨® que Alemania est¨¢ interesada en un euro estable. El Pacto por el Empleo, que tambi¨¦n fue aprobado en la cumbre es, seg¨²n el canciller, un complemento de esta estabilidad. "La estabilidad, por un lado, y el crecimiento y la ocupaci¨®n, por el otro, son las caras de la misma moneda", dijo el canciller, seg¨²n el cual su pa¨ªs practica una pol¨ªtica que combina la oferta y la demanda.

El Pacto por el Empleo supone un intento de integrar a todos los protagonistas de la pol¨ªtica laboral, desde los ministros de finanzas a los sindicatos, pasando por los representantes del Banco Central Europeo, del Consejo y de la Comisi¨®n en un "di¨¢logo macroecon¨®mico". La estrategia contra el paro no implica el desembolso de nuevos medios y supone una continuaci¨®n de los procesos comenzados en Luxemburgo y Cardiff. En la primavera del 2000, bajo la presidencia portuguesa, el Consejo Europeo se reunir¨¢ para examinar los progresos hechos en este campo.

La vaguedad del Pacto por el Empleo aument¨® el malestar alem¨¢n, sobre todo respecto a Espa?a. Varios dirigentes del Gobierno alem¨¢n dieron muestras de irritaci¨®n con el Gobierno espa?ol por su actitud frente al Estatuto de la Sociedad Europea, bloqueado en el Ecofin en Bruselas. Schr?der hubiera querido ver aprobado el Estatuto en esta cumbre con el fin de dar una satisfacci¨®n a los sindicatos, pero no consigui¨® sacar el tema adelante en Colonia, y Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs que se opone.

Para Espa?a, el problema es la participaci¨®n de los trabajadores en la direcci¨®n de la empresa, un fuerte elemento de la tradici¨®n laboral alemana. El ministro de Hacienda, Hans Eichel, ha dicho que "cuando 14 pa¨ªses est¨¢n a favor y uno en contra, los espa?oles tienen que reflexionar". El ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, declar¨® que la minor¨ªa no puede imponer su voluntad a la mayor¨ªa en la gesti¨®n de las empresas.