La Iglesia, el Ej¨¦rcito y los pol¨ªticos piden a los serbios de Kosovo que permanezcan en la provincia
, El temor a la venganza se apodera de los serbios que habitan Kosovo. Apenas son 100.000 en la actualidad y algunos ya han empezado a recoger sus enseres y huir de la provincia yugoslava con su familia. Contin¨²an los ataques del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) y se hace inminente la retirada de las fuerzas serbias y el regreso, pausado, del casi mill¨®n de albanokosovares expulsados por la represi¨®n del r¨¦gimen de Slobodan Milosevic. La Iglesia ortodoxa, el Ej¨¦rcito y los pol¨ªticos se han apresurado a calmar los ¨¢nimos y a conminar a los serbios a que permanezcan en sus casas.
Las autoridades serbias reconocieron ayer que unas 150 familias serbias han abandonado Kosovo en las ¨²ltimas 48 horas en coches abarrotados de bolsas, maletas y pasajeros. Y les preocupa. No en vano, en Gracanica (al sur de Pr¨ªstina, la capital de Kosovo), uno de los principales reductos de la ortodoxia religiosa, un cami¨®n cargado de muebles se dirig¨ªa ayer hacia Belgrado. Mientras, una veintena de soldados hac¨ªan los petates: la retirada de las fuerzas serbias de Kosovo es cuesti¨®n de horas. Seg¨²n los c¨¢lculos serbios, en los ¨²ltimos dos a?os, 120.000 serbios han abandonado Kosovo.El dirigente del movimiento de oposici¨®n Resistencia Serbia habl¨®, acompa?ado del arzobispo ortodoxo Artemije, ante 2.000 personas en el centro de Pr¨ªstina: "No importa quien venga; permaneced en vuestros hogares". "No permit¨¢is que nuestros lugares sagrados sean abandonados por aquellos a los que les pertenecen. Seria un error hist¨®rico imposible de reparar", exhort¨® a la audiencia Trajkovic, quien asegur¨® que "partir significar¨ªa no retornar jam¨¢s". Tambi¨¦n se dirigi¨® a los poderes p¨²blicos: "Exigimos protecci¨®n. La venganza y la revancha no son una respuesta. La paz no podr¨¢ restaurarse m¨¢s que con una vida en com¨²n". Y lanz¨® urja advertencia a quien pueda interesar: "No estamos por la guerra, pero tampoco dejaremos que nos deg¨¹ellen como corderos".
El arzobispo Artemije subray¨® ayer que los serbios tienen una oportunidad hist¨®rica para cimentar su derecho a vivir en Kosovo. "Si nos quedamos aqu¨ª, demostraremos nuestro verdadero patriotismo", exclam¨®. A Artemije se dirigi¨® el dirigente de Alternativa Democr¨¢tica, Nebojsa Covic: "Usted representa la ¨²ltima l¨ªnea de defensa del pa¨ªs en este viejo suelo. Y s¨®lo mientras usted y nuestros santuarios permanezcan en Kosovo, Serbia pervivir¨¢".
El Partido Socialista Serbio, de Milosevic, clam¨® ayer por lo mismo que sus pocos amigos de la Iglesia ortodoxa. La secretaria general de este partido, Gorica Gajevic, charl¨® con los estudiantes y profesores de la Universidad serbia de Pr¨ªstina y no dej¨® pasar la ocasi¨®n para impartir doctrina: "Hay que ayudar a salvaguardar este territorio y contribuir a su m¨¢ximo desarrollo y prosperidad".
La tercera columna del Estado yugoslavo, el Ej¨¦rcito, tambi¨¦n se movi¨® ayer. El general Nebojsa Pavkovic; comandante del Tercer Ej¨¦rcito yugoslavo, encargado de la regi¨®n de Kosovo, se mostr¨® preocupado por la seguridad de sus compatriotas: "Si los serbios y las personas de otras comunidades y etnias [albanokosovares] corrieran alg¨²n tipo de peligro o riesgo, a las fuerzas desplegadas en la provincia por Naciones Unidas les resultar¨ªa muy dif¨ªcil socorrerles. Nuestro pa¨ªs no puede permanecer sentado para observar una represi¨®n renovada contra el pueblo serbio"
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