Los Rolling hacen su Camino de Santiago

Casi un a?o despu¨¦s de su ¨²ltima y accidentada visita, The Rolling Stones regresan fugazmente a Espa?a. Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood aterrizar¨¢n ma?ana por la tarde en Santiago de Compostela para ofrecer un concierto de m¨¢s de dos horas ante unas 30.000 personas, y acto seguido se marchar¨¢n a Holanda con una gira que empez¨® en Chicago hace dos a?os tras el lanzamiento de su ¨²ltimo disco, Bridges to Babylon. Las entradas para el primer acto de la programaci¨®n de rock del Xacobeo 99 est¨¢n agotadas desde la semana pasada.

En un mundo en que el ¨²ltimo l¨ªder de la ¨²ltima potencia comunista ha acabado anunciando pizzas por televisi¨®n ya casi nada resulta parad¨®jico. Ni siquiera que unos caballeros que en tiempos fueron llamados Sus Sat¨¢nicas Majestades y que constituyeron uno de los iconos de la rebeld¨ªa y el hedonismo juveniles, despidan el siglo cantando para las celebraciones de un A?o Santo, contratados por un Gobierno auton¨®mico que preside el palad¨ªn del conservadurismo espa?ol. Pero hace tiempo que los Rolling se convirtieron en una banda para todos los p¨²blicos. En sus actuaciones de los ¨²ltimos d¨ªas en el Reino Unido se congregaron desde adolescentes desaforados hasta un juez de Glasgow de 57 a?os que hace unos meses aliment¨® las secciones de an¨¦cdotas de los peri¨®dicos cuando en un juicio alguien cit¨® el nombre de Noel Gallagher, l¨ªder de Oasis, y ¨¦l pregunt¨® si estaba entre la lista de testigos.

Al fin y al cabo, el magistrado es de la misma quinta que los Stones: el m¨¢s joven, Ron Wood, tiene 52 a?os; Jagger y Richards andan por los 55 y Watts, con 58, se acerca ya a la edad de la jubilaci¨®n legal. Por eso, y por su conocida afici¨®n a jugar con la mercadotecnia, cada vez que salen a la carretera se alimenta el rumor de que ¨¦sta ser¨¢ la ¨²ltima vez.

Este segundo cap¨ªtulo de la gira de Bridges to Babylon se program¨® para complacer a las ciudades que el a?o pasado se quedaron sin ver los morros de Jagger y el perfil luciferino de Richards por causas diversas, desde los problemas de los m¨²sicos con el fisco brit¨¢nico hasta las variadas enfermedades que les aquejaron por el camino. Bilbao fue una de las v¨ªctimas, ya que el concierto se suspendi¨® por una faringitis de Jagger. Aunque en Galicia s¨ª estuvieron (tocaron en Vigo), la organizaci¨®n del Xacobeo aprovech¨® para traerles ahora como principal atracci¨®n de un programa que incluye a otros ilustres veteranos, como Elton John, Roger Daltrey, Eric Burdon o B.B. King. De la lista anunciada a principio de a?o hubo que borrar hace un par de meses a Lou Reed, Van Morrison y Sinead O"Connor.

Ni un percebe

Si no ocurre algo inesperado, los Stones apenas otear¨¢n desde la distancia las torres de la catedral de Santiago y se ir¨¢n de Galicia sin probar ni un percebe. Rodeados de guardaespaldas, llegar¨¢n por la tarde al aeropuerto, se trasladar¨¢n al cercano auditorio del Monte do Gozo, tambi¨¦n en las afueras de la ciudad, se encerrar¨¢n en su camerino, a partir de las 9 tendr¨¢n como m¨²sica de fondo los broncos sonidos del grupo gallego Los Suaves y a las 22.15 comparecer¨¢n sobre el escenario. Pasada la medianoche, tomar¨¢n el camino de vuelta hacia Holanda. A los organizadores no los han martirizado en exceso con peticiones caprichosas: tan s¨®lo solicitaron una mesa de billar y consolas para videojuegos, pero el auditorio no da abasto para acoger toda la megal¨®mana escenograf¨ªa de los Rolling, que deber¨¢n prescindir de uno de sus artilugios m¨¢s espectaculares, el tent¨¢culo mec¨¢nico que se despliega sobre las cabezas de los espectadores y sirve de pasarela para los m¨²sicos.

En todo caso, el p¨²blico podr¨¢ entretenerse con la inmensa pantalla de v¨ªdeo, el globo gigantesco que representa la figura de una diosa babil¨®nica o las llamas que previsiblemente brotar¨¢n del escenario con los primeros acordes de Sympathy for the devil .

Para transportar esta impresionante colecci¨®n de cachivaches, se necesitan 76 camiones y 10 autobuses. En el montaje trabajan 245 personas. Durante su gira brit¨¢nica, que concluy¨® el pasado s¨¢bado en Wembley, los Stones apenas han variado un repertorio que incluye 21 temas, entre los que est¨¢n todos los ¨¦xitos del grupo. Lo previsible es que Jagger salga al escenario interpretando Jumping Jack Flash y se despida con Brown Sugar y Satisfaction. Entre medias, sonar¨¢n apenas dos o tres canciones de su ¨²ltimo disco, adem¨¢s de Angie, Paint in black, Honky tonk woman, Route 66 o It"s only rock and roll... A pesar de la invencible energ¨ªa de Jagger, la prensa brit¨¢nica se ha recreado estos d¨ªas en las iron¨ªas crueles sobre las huellas que el paso de los a?os va dejando en los Stones. "Hay que decirlo: Charlie Watts estaba espantoso", escribi¨® el cr¨ªtico de The Guardian tras el concierto en el Murrayfield de Edimburgo, que no se llen¨®.

En cuanto al escenario, si a los Stones, siempre tan entregados a los placeres, ya sean qu¨ªmicos o sexuales, les explican el significado del nombre del lugar donde tocar¨¢n ma?ana, seguro que les gustar¨¢.

Pero el Monte do Gozo fue bautizado as¨ª por una clase muy distinta de goce: el que sent¨ªan los peregrinos cuando, al llegar a las puertas de Santiago, sub¨ªan a la cima de esta colina y ve¨ªan en el horizonte las torres de la catedral.

De hecho, quien primero utiliz¨® la ladera del monte para un acto multitudinario fue ni m¨¢s ni menos que el Papa Juan Pablo II. En 1989, Wojtyla reuni¨® all¨ª a medio mill¨®n de j¨®venes de toda Europa con un fin nada stoniano: recomendarles castidad.