"Mi renuncia fue obligada, no voluntaria"
Pregunta. La discusi¨®n sobre los pactos del PSOE en Galicia y las declaraciones de Aznar contra la reforma del Estatuto valenciano parecen corroborar que el modelo de Estado sigue siendo un problema. Respuesta. Espa?a puede presumir de haber recorrido un camino que muy pocos pa¨ªses han recorrido. Ha habido un proceso de devoluci¨®n de poder hacia arriba y hacia abajo sin precedentes, pero ahora se percibe en ¨¢mbitos de la izquierda, no s¨®lo socialista, que es el momento de profundizar en el federalismo cooperativo. Espa?a debe asumir que hay nacionalidades hist¨®ricas y regiones, como dice la Constituci¨®n. Eso encaja mal con la concepci¨®n que arrastra la "Espa?a de las autonom¨ªas". Hay que dar un salto cualitativo para profundizar en los principios del federalismo asim¨¦trico. Quiero decir que no todas las nacionalidades y regiones son iguales. Los gobiernos aut¨®nomos deber¨ªan empezar a "hacer de Estado" en Europa en temas que les afectan. Para redondearlo habr¨ªa que resolver el asunto de la financiaci¨®n, creando una agencia federal de pol¨ªtica fiscal, y reformar el Senado. Tambi¨¦n ser¨ªa bueno establecer conferencias horizontales presidente del Gobierno-presidente de Comunidad, algo que es habitual en Alemania y aqu¨ª parece una herej¨ªa. P. Perdone, pero ese planteamiento no recuerda mucho al que hemos escuchado ¨²ltimamente de dirigentes y candidatos del PSOE. R. En el seno del PSOE conviven dos concepciones. Una aspira a profundizar en la direcci¨®n del federalismo cooperativo. Otra estar¨ªa por una concepci¨®n m¨¢s centralizadora, o menos federal, como se ha puesto de relieve con motivo de los acuerdos postelectorales en Euskadi y Galicia, donde se vio claramente que dirigentes como Rodr¨ªguez Ibarra o Francisco V¨¢zquez no eran partidarios y, en cambio, tanto el dirigente gallego, P¨¦rez Touri?o, como los responsables del PSC, en Catalu?a, lo tienen claro. P. ?Se identifica con ellos? R. El PSPV, en los ¨²ltimos dos a?os, aspiraba a tener voz propia en esta cuesti¨®n. Sin embargo, tengo la impresi¨®n de que ahora la voz del PSPV est¨¢ en Ferraz. P. ?Y la reforma del Estatuto valenciano? R. La Comunidad Valenciana tendr¨¢ que caer del lado de las nacionalidades hist¨®ricas o de las regiones. Intuyo, despu¨¦s de escuchar a Aznar, que el PP en Madrid piensa que debe caer del lado de las regiones. No me gustar¨ªa que los dirigentes del PSOE en Madrid estuvieran de acuerdo con eso. Ah¨ª hay algo central: si la Comunidad Valenciana tendr¨¢ o no capacidad de disoluci¨®n anticipada de las Cortes al mismo nivel que Andaluc¨ªa, Catalu?a, Galicia y Euskadi. P. ?Estuvo este asunto detr¨¢s de la crisis del PSPV? R. Se ha hablado poco de ¨¦l, pero era un elemento importante. En la discusi¨®n sobre el modelo de Estado, la posici¨®n del PSPV nunca fue bien entendida. P. ?Es v¨¢lida la identificaci¨®n entre "federalistas" y "modernos" y "centralizadores" y "antiguos" dentro del PSOE? R. Est¨¢ enlazado. Hay un debate sobre el modelo de partido en varios planos. El PSOE es un partido federal sobre el papel, pero en en los ¨²ltimos a?os se ha avanzado menos a nivel org¨¢nico que de organizaci¨®n del Estado. A menudo se proyecta la imagen de tutelaje desde Madrid y eso la gente lo percibe mal. Por eso me alegro mucho de que la posici¨®n del nuevo socialismo gallego haya prevalecido. El Partido Socialista de Galicia hab¨ªa descendido a niveles hist¨®ricos de desapego popular precisamente por sus posiciones centralizadores y seguidistas de Madrid, que lo hab¨ªan llevado a ceder un enorme espacio a otra opci¨®n pol¨ªtica socialdem¨®crata pero galleguista como es el Bloque Nacionalista Galego. Esa cesi¨®n de espacios no solamente puede hacerse en Galicia. P. ?Tuvo usted discrepancias sobre eso con la direcci¨®n del PSOE? R. Era un debate latente entre la anterior direcci¨®n del PSPV y la del PSOE. A veces, algunos dirigentes espa?oles pensaban que un discurso federal como el m¨ªo era un discurso nacionalista, lo que quiere decir que no entend¨ªan qu¨¦ significa federal y qu¨¦ significa nacionalista. P. ?Por qu¨¦ ha tenido el PSPV tan malos resultados electorales? R. En el resultado electoral del Pa¨ªs Valenciano han jugado muchas cosas. Hay algo que tiene que ver con la confianza en la pol¨ªtica. El partido m¨¢s votado, no ha sido el PP. Si sumamos la abstenci¨®n y el voto en blanco, tenemos 1.098.000 valencianos. El partido m¨¢s votado es el que ha querido decir que no le merecen confianza las propuestas de los partidos. Se trata de una llamada de atenci¨®n sobre la que no habr¨ªa que pasar de puntillas. P. Dice Zaplana que los abstencionistas han sido de izquierdas. R. Es probable en el voto en blanco y en parte de la abstenci¨®n. Sin embargo, la mayor¨ªa abstencionista creo que se reparte por igual, como en cualquier democracia. P. Hablemos de la derrota del PSPV. R. El socialismo valenciano tiene un problema de confianza con amplios sectores, especialmente en las ciudades. Ya no hay fidelidad de clase. La estructura social ha evolucionado much¨ªsimo. Se han incorporado nuevos valores que son tenidos en cuenta por el electorado y que el PSPV no ha sabido captar. Desde luego, tambi¨¦n ha tenido mucho que ver el desencuentro de la familia socialista. Eso explica que sea el peor resultado de Espa?a. Han sido casi dos a?os de dificultades, desde el congreso de la Polit¨¦cnica, con una direcci¨®n que no tuvo ni un d¨ªa de respiro en el conflicto interno. El electorado lo ha tenido en cuenta. Hemos pasado en unos meses de ser firmes defensores de las primarias -yo sigo si¨¦ndolo- a predicar reuniones de triunviros, o de notables, o de clanes, o de familias, o de tribus. El tribalismo tambi¨¦n es una clave que explica la defecci¨®n de amplios grupos sociales. Un discurso m¨¢s valenciano, m¨¢s abierto, m¨¢s moderno, de cambio y renovaci¨®n, sostenido en el tiempo, habr¨ªa ayudado. P. ?Qu¨¦ conclusiones saca? R. Mientras subsista el tribalismo en el PSPV, ser¨¢ dif¨ªcil avanzar. Para avanzar, hay una receta experimentada: m¨¢s democracia, m¨¢s participaci¨®n. Hay que huir de la imagen de que el PSPV es una sucursal del PSOE. Es posible que una federaci¨®n valenciana d¨®cil y sumisa ayude a ganar a alguien un congreso federal, pero dudo que ayude a ganar unas elecciones. Por otra parte, ciertas actitudes de las ¨²ltimas semanas no permitir¨¢n recuperar confianza. Se ha descalificado el Foro XXI, que s¨®lo era una propuesta abierta de participaci¨®n. M¨¢s preocupaci¨®n me ha causado ver c¨®mo se descalifica, con comentarios de ribetes autoritarios, al profesor Ramon Lapiedra dici¨¦ndole: "Si no est¨¢s conmigo, est¨¢s contra m¨ª". Dir¨ªa, en s¨ªntesis, que todos los elementos que nos incitaron a presentarnos a la secretar¨ªa general a un grupo de socialistas valencianos hace dos a?os siguen siendo de actualidad. Est¨¢n ah¨ª para quien los quiera coger, aunque desde luego, no ser¨¦ yo. P. ?Por qu¨¦ fue usted el ¨²nico de los dirigentes de federaci¨®n o candidatos a quienes se modific¨® su propuesta de listas que dimiti¨®? R. He comprobado con cierta sorpresa, aunque no mucha, que se ha intentado excusar el resultado electoral en mi renuncia. Aprovecho para decir que mi renuncia no fue voluntaria. Yo estaba totalmente decidido a concurrir a las elecciones auton¨®micas y a seguir toda la legislatura y la pr¨®xima. Mi renuncia fue obligada. Supe por alg¨²n dirigente socialista espa?ol que, si hubiese prosperado mi propuesta en el comit¨¦ nacional del PSPV, estaba tomada la decisi¨®n de modificarla en el comit¨¦ federal del PSOE, una semana despu¨¦s. Eso llegaba despu¨¦s de dos a?os de estrategia, por parte de dos o tres personas en Madrid, y un par de personas o tres en Valencia, no m¨¢s, que persegu¨ªa debilitar al secretario general y al candidato. Se trataba de no hacerme llegar pol¨ªticamente en condiciones al 13 de junio. Prefer¨ª tomar la decisi¨®n aquel d¨ªa para no tener que tomarla despu¨¦s. Como dije, ahora corresponde gestionar la situaci¨®n a quienes la provocaron. No quiero perjudicar al socialismo democr¨¢tico del futuro. Jam¨¢s har¨¦ lo mismo que hicieron conmigo. Creo que no se lo merecen los ciudadanos. PASA A LA P?GINA 4
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.