Duran Farell
MIQUEL ALBEROLA Muchas de las piezas que se exhiben en los museos como aut¨¦nticas son s¨®lo r¨¦plicas. Debo esta desconfianza al industrial Pere Duran Farell, introductor del gas natural en Espa?a, quien falleci¨® el pasado domingo. Me la insufl¨® una tarde en su casa de los alrededores de Premi¨¤ de Dalt, adonde no me supo llevar un taxista ni pagando, pese a disponer de un plano impreso en cartulina que me hab¨ªa hecho llegar el propio Duran. Se entreg¨® apenas dejamos la salida 6 de la autopista a Matar¨®, por lo que tuve que seguir a pie por aquella reserva residencial de la burgues¨ªa catalana, expuesto a que me atropellase un Rolls Royce. Duran me estaba esperando en su jard¨ªn de cactus, y hasta all¨ª me condujo una de las criadas. Saltaba a la vista, en medio de aquella huerta casi de Julio Gonz¨¢lez, que Duran era feliz vestido de jardinero. En su cara s¨®lo recuerdo humildad, simpat¨ªa y serenidad, cultivos que requieren mucha jardiner¨ªa interior. Con gran entusiasmo me explic¨® cada una de las singularidades de su jard¨ªn, y despu¨¦s pasamos al bosquecillo de bons¨¢is, por donde tiempo despu¨¦s Felipe Gonz¨¢lez se extraviar¨ªa con Jordi Pujol para recabar su apoyo parlamentario, del mismo modo que lo har¨ªa m¨¢s adelante Jos¨¦ M? Aznar. Nunca un huerto fue tan productivo como ¨¦ste para los pactos de gobierno. Luego Duran me abri¨® la puerta de su museo arqueol¨®gico, integrado por r¨¦plicas y originales de descubrimientos que ¨¦l mismo hab¨ªa realizado en sus viajes, y me refiri¨® al detalle su hallazgo m¨¢s suculento, la Dama de Baza, de la que guardaba una copia exacta. Entonces me mir¨® a los ojos, tens¨® los labios y me ense?¨® una pieza original de gran valor, de la que me revel¨® que la r¨¦plica estaba expuesta en el museo oportuno, alimentando la imaginaci¨®n de algunos catedr¨¢ticos. Cuando nos dimos cuenta, se nos hab¨ªa pasado el tiempo de la entrevista que yo ten¨ªa que hacerle. Duran se visti¨® de presidente de Gas Natural y un ch¨®fer con gorra y guantes nos acomod¨® en el Audi para que presidiese un consejo de administraci¨®n en Barcelona. Duran continu¨® hablando de arte y del desierto hasta la Diagonal, donde me ape¨¦. Tambi¨¦n ¨¦l, como los originales aut¨¦nticos no se exhibi¨® en ning¨²n escaparate.
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