Historia en dos ciudades
- My generation, baby. Hola. Mart¨ªnez. ?ltima noche en Santiago. Copas con chicos y chicas de mi edad. Hablamos diversas lenguas, pero tenemos una cultura en com¨²n. Posiblemente somos la primera generaci¨®n hispana con una cultura en com¨²n. La cultura de masas. Pipi Calzaslargas, ??igo, las bandas sonoras de la vueltaciclistaspa?a, Saca el g¨¹iski cheli para el personal, que tu mejor amiga / ha estado entre mis brazos, etc. En la sala todo el mundo baila con los brazos levantados, que dejan ver una mancha de sudor into the sobaco. Las personas huelen. Muchas personas juntas huelen. Mi amor me llama en ese momento por tel¨¦fono. Burla a la justicia conduciendo y hablando por el m¨®vil y avanza al lado de la mar salada y perfuma la autopista con el olor de sus muslos. En Estambul tambi¨¦n hay chicas que huelen debajo de un edificio. La vida es rara y en la vida todo sucede a la vez.- El caudillaje, como una de las bellas artes. Previamente a los coponcios, he cenado con Xose -corresponsal de la casa en Tierra Santa; nos reconocimos por los 12 vol¨²menes de la Historia de los heterodoxos, de don Marcelino Men¨¦ndez Pelayo; los chicos y las chicas Pa¨ªs nunca salimos de casa sin ellos-. La cena, con chicos y chicas periodistas y periodistos, es amenizada con historias de don Manolo Fraga. Son historias que muestran a un tipo brutal, castizo, personal, divertido, con carisma, que ejerce el poder con brutalidad, casticismo, personalismo, chascarrillos -en este caso, gallegos-, y ante un notorio club de fans. Son historias que dibujan una figura pol¨ªtica exclusivamente hispana, que s¨®lo existe en las sociedades peninsulares y en las latinoamericanas, en la derecha y en la izquierda. Es el caudillo. La primera formulaci¨®n de un caudillo la realiz¨® posiblemente Darwin, que en la Patagonia se encontr¨® con el general Rosas, un tipo vestido con traje regional, simp¨¢tico, que montaba a caballo como nadie y que ejerc¨ªa el poder a caballo. Ten¨ªa un buf¨®n. Si el buf¨®n le hac¨ªa re¨ªr, le castigaba con latigazos. Cuando azotaba al buf¨®n, todo el mundo se re¨ªa, hasta el buf¨®n. Darwin, un tipo del Norte, se qued¨® fascinado ante el caudillo Rosas. A los pocos d¨ªas intuy¨® la aberraci¨®n a la que se exponen los pa¨ªses gobernados por tipos como Rosas.
- A rose is a rose. Ahora -pip-pip- estoy en Benidorm, Alacant. Rendez-vous con Jaime, corresponsal de la casa en la cosa. Nos reconocemos por la pistola de agua que todos los chicos y chicas, etc. Benidorm ser¨¢ el a?o que viene una coreograf¨ªa inexcusable del verano. Para entonces ya estar¨¢ finalizado el parque tem¨¢tico Terra M¨ªtica. Las revistas fotografiar¨¢n a Ana Obreg¨®n yendo con su hijo, los accesos estar¨¢n colapsados por los coches y todo el mundo se lo pasar¨¢ pipa. Terra M¨ªtica es el buque insignia de Zaplana, presi auton¨®mico del biotopo. Los hoteleros del lugar le llamaron la atenci¨®n sobre el hecho de que mucha gente iba a Port Aventura y poca a Benidorm. Zaplana, ex alcalde de Benidorm, se aplic¨® al asunto. El parque est¨¢ en plena construcci¨®n. Despu¨¦s del verano, los trabajadores currar¨¢n 24 horas. Todo el mundo adora a Zaplana en Benidorm. Con eso del parque se ha solucionado el acceso del agua a la comarca. Adem¨¢s, la comarca ha renovado su contrato con el siglo XXI. Alrededor del parque se est¨¢n construyendo otros cacharros. Campo de golf, hoteles. Un se?or, involucrado en la sociedad mixta de la cosa, compr¨® terrenos all¨ª a 50 pesetas el palmo, y los revendi¨® a 2.750.
- Una noche en Benidorm. Paseo nocturno por Benidorm. Lorca defini¨® New York como una ciudad en la que pod¨ªas comprar una manzana a las doce de la noche. Benidorm es una ciudad donde puedes comprar una camiseta de Benidorm a las doce de la noche. Hay tres zonas determinadas, una zona llena de vascos, con restaurantes vascos; una zona alemana, y otra zona inglesa. Hay un instinto natural que invita a viajar viajando lo menos posible. Entro en una bar ingl¨¦s que se llama A Touch of Class. Dos pollos est¨¢n bailando con la ropa interior en la cabeza. Benidorm est¨¢ repleta de estatuas de Juan de ?valos. Estuvo en negocios con el ayuntamiento socialista para construir un restaurante en forma de cabeza humana. La gente acceder¨ªa a ¨¦l en un funicular. Y todo el mundo adorar¨ªa al alcalde. No se lleg¨® a construir. En el inter¨ªn, la ciudad se llen¨® de estatuas de Juan de ?valos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.