El p¨²blico y los atletas

Supongo que a estas alturas ya lo habr¨¢n notado, han sido demasiados d¨ªas escribiendo como para que no lo sepan, pues es cierto, no s¨¦ escribir. Realmente no es algo que me importe demasiado, porque mi fugaz papel en este peri¨®dico no deja de ser m¨¢s que el de transmitirles a ustedes las cosas que nos pasan a los atletas, fundamentalmente, aquellas relacionadas con las emociones, algunas de nuestras cualidades, y de nuestros defectos.Pero ahora me encuentro ante un grave problema: me gustar¨ªa decirles lo que supone el p¨²blico de este Mundial para los atletas y aparece mi incapacidad para un ejercicio estil¨ªstico tan importante. S¨®lo se me ocurre una cosa como resumen a lo que sienten todos quienes participan y han participado en este mundial. ?GRACIAS! Sobre todo por apoyar de una manera tan incondicional a todo aquel que lleva la camiseta espa?ola, cualquiera que sea su categor¨ªa o el puesto obtenido.

Pero pueden llegar mucho m¨¢s lejos y dejar de lado el forcismo que tanto odiamos los atletas, porque este deporte nos ense?a, entre otras cosas, a respetar a quien te gana en buena lid.

Puede parecer un detalle sin mucha importancia, pero s¨ª lo es porque de manera tan sencilla pueden convertir nuestro trabajo en un deporte y no en un "espect¨¢culo".

Para ganar no es necesario hacerlo de manera injusta en el ¨²ltimo segundo, y si no es as¨ª yo dejo de creer en la sociedad en la que vivo.

Somos el pa¨ªs del mundo con m¨¢s donantes de ¨®rganos, cada vez que sucede en cualquier parte del globo una cat¨¢strofe y se necesita ayuda humanitaria, siempre podr¨¢n contar con nosotros y adem¨¢s, la sociedad fue capaz de dar a sus propios pol¨ªticos una hermosa lecci¨®n en el verano del 97.

Si podemos ser as¨ª con temas tan trascendentes e importantes, ?por qu¨¦ estropearlo todo ahora que nos exportamos diariamente al mundo con una manifestaci¨®n que no requiere m¨¢s que la contemplaci¨®n y el disfrute?

Desde hoy tenemos la oportunidad de cambiar de actitud, y la soluci¨®n tampoco es excesivamente dif¨ªcil, en vez de atacar al rival, apoyemos a¨²n m¨¢s a los nuestros si es posible.

Quiero pensar que la actitud de los atletas se corresponde con lo que les intento transmitir, y si no, hagan memoria: las l¨¢grimas de Andr¨¦s, las palabras de Masana o Bruno Toledo y la autoflagelaci¨®n de Bragado, todo contra s¨ª mismos y nada m¨¢s.