ABECEDARIO ANDALUZ Zoolog¨ªas
A. R. ALMOD?VAR El reino animal, en su conjunto, ratifica la t¨®nica nominativa de p¨¢jaros y peces: fuga del castellano a la primera ocasi¨®n. Sobre todo las criaturas que a su vez escapan del dominio del hombre. Dos libertades en abierta met¨¢fora. Empezando por lo m¨¢s chico, los insectos, nos encontraremos a la santateresa, una santurrona a la que los andaluces tenemos mu cal¨¢: apeada del santoral, se queda en teresa o teresita por casi toda la cornisa norte; y aunque recupera el aura de hip¨®crita beatitud (no olvidemos que se come a sus amantes crudos, tras exprimirles el jugo biol¨®gico) conforme baja por el mapa, no dejan de acusarla como caballito del demonio en ?cija (Sevilla) y en Gafarillos (Almer¨ªa), y ya no llegar¨¢ m¨¢s que a sacrist¨¢n en Tahal (Almer¨ªa). El saltimbanqui del jard¨ªn, el saltamontes, es ca?afote en Huelva y cigarr¨®n en el resto. La mariquita de siete puntos, ¨¦sta si es beatificada por la mirada popular andaluza: sanantonio en el occidente, con derivados varios: zananto?ito en C¨¢diz y santanica en Almer¨ªa. Pero degradado a curilla o curica, en Granada. El candil de la noche agoste?a, la luci¨¦rnaga (ahora en recuperaci¨®n tras unos a?os de casi apag¨®n) es el bichito de lu al oeste, gusanico de lu o candilico al este, m¨¢s un contundente reluz¨¢ngano en Almer¨ªa. La mariposa es m¨¢s rara por este nombre; en su lugar abundan las paloma, palomita (centro) y palomica (Granada, Almer¨ªa). Pasando a animales mayores, mas todav¨ªa ind¨®mitos, el renacuajo ser¨¢ guzarapo en muchos puntos del occidente y centro, por un cabez¨®n (C¨¢diz, Granada). El murci¨¦lago dar¨¢ abundantes murci¨¦galos e incluso mosi¨¦galo en Almod¨®var (C¨®rdoba); un expresivo rat¨®n vola¨® en Los Molares (cuna del malogrado novelista sevillano Francisco Rivero), a m¨¢s de la com¨²n panarra en Sevilla y su entorno. El topo reparte los diminutivos, un poco a ciegas, claro: topillo (C¨®rdoba, Sevilla), topino (Huelva Norte). Entre gineta y gardu?a nuestros campesinos se forman un verdadero l¨ªo. Una u otra ser¨¢ el gato, gardu?o, gardu?a o tambi¨¦n gineta, seg¨²n. Cuando hab¨ªa lobos en Andaluc¨ªa, la cr¨ªa, que era objeto de sa?udas persecuciones que acabaron con la especie por una recompensa de los se?oritos, nunca era llamada como en Castilla, lobezno, sino, otra vez por diminutivos geogr¨¢ficos: lobito (centro), lobillo (m¨¢s al Este), lobino al noroeste. Su inevitable contendiente de los cuentos populares, la zorra, recibe los m¨¢s variados eufemismos, con tal de no ser nombrada, para evitar el mal fario que dicen que trae: gandama y matula (Granada, Almer¨ªa), bica (C¨®rdoba, M¨¢laga), mariagarc¨ªa (montes de Ja¨¦n), comadrica (Granada), y comadre (Sevilla), capaz de enga?osas alianzas con el lobo, incluidos matrimonios de pura conveniencia, que la vida es muy dura. Y color¨ªn colorao esta serie z"acabao.
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