Una exposici¨®n de libros y documentos rinde homenaje a Borges, "paradigma del bibliotecario"

En muchos pa¨ªses cuando se menciona la Biblioteca Nacional de Buenos Aires se piensa en la biblioteca de Borges. La instituci¨®n, donde el autor de El Aleph trabaj¨® durante 18 a?os, es consciente de esa estrecha asociaci¨®n y ha decidido rendir su particular homenaje a quien se considera "paradigma del bibliotecario", con una exposici¨®n que se inaugur¨® ayer en Madrid en la Biblioteca Hist¨®rica Marqu¨¦s de Valdecilla (Noviciado, 3) de la Universidad Complutense. La muestra re¨²ne cerca de 350 piezas, entre documentos, fotos y v¨ªdeos de algunas de sus conferencias, todas ellas procedentes de los fondos de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, que salen por primera vez de su pa¨ªs y que luego recorrer¨¢n otras ciudades europeas.

?scar Sbarra, director de la biblioteca argentina, piensa que "si le hubi¨¦semos preguntado a Borges c¨®mo quer¨ªa ser recordado, habr¨ªa contestado que como bibliotecario, porque ¨¦l siempre dijo que consideraba m¨¢s importante lo que hab¨ªa le¨ªdo que lo que hab¨ªa escrito".

Entre los documentos expuestos destaca la primera publicaci¨®n del escritor, una traducci¨®n de El pr¨ªncipe feliz, de Oscar Wilde, que se public¨® en una revista cuando el autor s¨®lo ten¨ªa 10 a?os. Tambi¨¦n se incluye un pr¨®logo que escribi¨® en su juventud para El paso de los libres, de Arturo Jaureche, y que no est¨¢ incluido en la edici¨®n de sus obras completas. Los organizadores regalar¨¢n a los primeros 500 visitantes de la muestra madrile?a ejemplares de dos libros que han publicado con ocasi¨®n del centenario del escritor y que son Borges, director de la Biblioteca Nacional, con an¨¦cdotas de los a?os en que trabaj¨® all¨ª, entre 1955 y 1973, y Borges cient¨ªfico, en el que destacan las aseveraciones cient¨ªficas en las que el escritor aventur¨® algunos de los nuevos descubrimientos de la f¨ªsica cu¨¢ntica en relaci¨®n al tiempo y al espacio.

Libros y loter¨ªa

El azar y los libros son dos elementos clave en la obra de este escritor. Sbarra a?ade una an¨¦cdota. "Nuestra biblioteca era borgiana antes de Borges", comenta. "Cuando se cre¨® la Biblioteca Nacional estaba instalada en La Manzana de las Luces, en el centro hist¨®rico de Buenos Aires, pero con los a?os ese local de la ¨¦poca virreynal se qued¨® peque?o y decidieron trasladarla a uno m¨¢s grande. En 1901, cuando Borges ten¨ªa dos a?os, se instal¨® la biblioteca en un edificio construido originalmente para la Loter¨ªa Nacional, en el que los adornos de las escaleras eran n¨²meros y hab¨ªa enormes bolilleros (bombos) para los sorteos. Parece un gui?o del destino hacia el autor de La loter¨ªa de Babilonia o La biblioteca de Babel".

La exposici¨®n que se presenta ahora en Madrid precede a la que la Fundaci¨®n Jorge Luis Borges presenta ahora en Buenos Aires y que luego vendr¨¢ a Espa?a. "Hemos querido alejarnos de peque?as discrepancias circunstanciales y de la pol¨¦mica con la fundaci¨®n que dirige Mar¨ªa Kodama, con la que nos llevamos bastante bien, por cierto. La nuestra es una exposici¨®n que la instituci¨®n ha querido hacer como homenaje a nuestro bibliotecario en el centenario de su nacimiento y s¨®lo incluye fondos propios", aclar¨® Sbarra.